-Camino hasta el pasillo de los lácteos y tomo los bebibles de fresa cuando regreso noto como Mía se queda mirando a un punto fijo.
—¿Sucede algo?-Le preguntó a la pequeña que no nota mi presencia.
—Esa mujer, se parece a mi mami-Dice la pequeña mientras que levanta su manita y apunta a una señora que esta a unos metros de distancia de nosotros.
-Me enderezo y miro a la mujer era imposible tenía el cabello negro azulado, muy diferente a la mujer que había visto en el porta retratos, su vestimenta era sencilla no como la madre de Mia, pero si ella pensaba que era su madre era por algo ¿o no?.
—Eso es imposible cariño-Miro a la pequeña.
-Ella desvía su mirada de mi y la posa de nuevo en aquella mujer, que ahora nos esta observando. Decido cambiar de pasillo y llevó a Mía al que pertenece a la comida chatarra donde se olvida del tema y elige unas cuantas frituras.
—¿Que piensas sobre mi padre?-Pregunta Mia de repente, me llego a sorprender por la gran mentalidad que tiene, una pequeña de cinco años preguntando esas cosas. Casi se podría decir que Mia no era pequeña con mentalidad de niña.
—Bueno, pienso que es una gran persona, que ama mucho a su hija-Le sonrió, ella lo hace también.
-Nos acercamos hacía la cajera donde nos atiende rápido Mía me ayuda a cargar las bolsas menos pesadas y juntas caminamos hacía el auto donde colocamos en la parte trasera las bolsas en orden, cuando estoy a punto de cerrar aquella mujer que Mia pensaba que era su madre se nos acerca.
—Que linda niña ¿Es tu hija?-Pregunta la mujer con la mirada agachada.
—No-Respondo mientras tomo a Mia de el brazo. Por seguridad.
—Es una lastima, se ve que se llevan de maravilla-La mujer saca de su bolso un caramelo, se lo entrega a Mia, ella agradece y después la mujer se marcha.
—Vamos Mía, debemos llegar a casa-Respondo sin quitar mi vista de aquella mujer.
-Después de varias horas de camino, logramos llegar a casa justo a tiempo, Mia corre con sus frituras a su habitación donde prende el televisor y disfruta. Bajo las bolsas del supermercado y las coloco sobre la mesa para después ocupar la alacena con la comida comprada.
—¿Que prepararás hoy ______?-Escucho decir a Mia detrás de mi, me volteo sin dejar de menear la comida que yace en el sarten, le doy una sonrisa amplía y le cuento.
—Es una receta que mi madre nos solía preparar a mi y a mis hermanos cuando eramos pequeños-Le respondo.
—Tu mamá debió de ser muy buena en la cocina-Dijo con una pequeña risa.
—¿Y que es?-Preguntó mientras se sentaba en el banco.
—Es comida China-Le respondo con una amplía sonrisa.
—¿Fuiste a China a comprar comida?-Pregunto asombrada, di una leve sonrisa por su comentario.
—No, mi madre sabía como preparar la comida china en casa, sin necesidad de comprarla-Le conteste.
—Oh, subiré a mi habitación-Dice con una sonrisa en el rostro.
-En cuestión de minutos la comida ya estaba lista, lave los pocos trastos que quedaban sucios, el timbre sonó tome un trapo me seque las manos y camine hasta la puerta principal blanca, el timbre volvió a sonar.
—Ya voy-Gire la perilla y atraje la puerta hacía mi.
—Oh vaya tu debes ser la niñera de Mia-Dice una encantadora mujer de estatura baja pelo negro, y deslumbrante sonrisa.
Mamá Sustituta...