Psicópata; r.d

Capitulo 32.

Rubén P.O.V

Mis piernas no daban más para correr como estaba corriendo ahora, jamás en mi vida había corrido tanto como ahora, sólo necesitaba ver a ________, necesitaba saber como estaba, después de esa llamada, me quede completamente helado, sentía que algo en mi se derrumbaba, fue horrible.

Una vez que llegue al hospital, me dirigí hacia la habitación donde ella estaba, la señora de la entrada me lo dijo. Al estar frente a la puerta, quise entrar, pero una mano me detuvo.

—Lo siento, no puede pasar—Dijo un doctor calvo y delgado.

—Necesito verla—Conteste muy agitado, debido a todo lo que corrí.

—Lo siento, pero ahora no puede, la están revisando ¿qué es usted de la señorita Domenech?

—Su novio, ahora déjeme pasar—Intente entrar otra vez, pero nuevamente me detuvo.

—Le he dicho que no puede ¿no entiende? —Lo mire con el ceño fruncido.

—¿Usted no entiende que es mi novia y necesito verla? —Conteste molesto.

—Mire, le recomiendo que vaya a tomar algo, se relaje y espere aquí—Yo reí sarcásticamente.

—¿Qué me relaje? —El asintió—Mire, no puedo relajarme en un momento así, quiero saber si mi novia está bien—Levante el tono de voz.

—Baje el tono de voz, no haga un escándalo, siéntese y espere, no me haga hacer que la seguridad venga.

Lo mire desafiante y el levanto las cejas, bufe y me senté. Lleve mis manos a mi cabeza y suspire ¿cómo estará mi pequeña? Necesito verla maldita sea, no pude aguantar, mis ojos se aguaron y cuando menos me lo esperaba ya estaba llorando.

...

3 puñeteras horas pasaron y aun no sabía una mierda, Tamara y Mangel estaban conmigo, Tamara apenas se entero se largo a llorar y sigue llorando. Los 3 estábamos súper tristes, estábamos en silencio pensando hasta que una voz nos interrumpió de nuestros pensamientos.

—¿Familiares de _______ Domenech? —Otro doctor con cabello blanco salió de la habitación.

Al instante nos paramos y dijimos "Nosotros" y rápidamente me pare frente a él.

—¿Cómo está? ¿Puedo pasar a verla? Por favor—Suplique.

—Tranquilo, ella está bien pero algo delicada—Al oír eso, un alivio sentí en todo mi cuerpo y no tanto al saber que estaba delicada—Pueden pasar a verla, pero 1 a la vez.

Los 3 asentimos y mire a Tamara, haciéndole señas que vaya ella primera, quería ir ultimo así tenía más tiempo, Tamara me dio un abrazo y entro, yo me senté junto a Mangel.

—¿Estas bien? —Pregunto Mangel.

—No, bueno un poco al saber que ella está bien pero no tanto al saber que esta delicada—Dije desanimado mientras miraba mis pies—Mangel, sentí algo horrible al enterarme, sentí que algo se derrumbaba en mi y yo no sé que hubiera sido de mi si a ella le pasaba algo muchísimo peor—Tape mi rostro con ambas manos y apreté mis ojos para no llorar—

—Tío, relájate, ella está bien, lo importante es que está bien, está con vida, lo peor ya paso—Puso su mano en mi hombro brindándome apoyo y yo sonreí—

10 minutos después Tamara salió y me dijo que estaba dormida, le pregunte a Mangel si quería entrar y dijo que no, que estaba bien. Entre y algo horrible sentí al verla conectada en muchos cables, tenía un respirador porque no podía respirar bien, su hermoso rostro estaba todo golpeado y tenia cortes, me acerque y me senté en la silla que estaba a su lado, delicadamente tome su mano, estaba helada, bese su mano y con mi otra mano acaricie su mejilla, ella estaba muy pálida y se me partía el alma verla así.

—¿Sabes que eres todo para mi? ¿Qué eres lo mejor que me ha pasado? Eres increíble, eres perfecta por más que lo niegues, para mi eres perfecta. No quiero que nada malo te pase, tú me enseñaste a amar, me enseñaste lo que era el amor, lo que se sentía amar y estar enamorado _______, es que maldita sea, estoy completamente enamorado de ti, te amo demasiado joder y...—Me detuve porque un nudo en mi garganta apareció, me quede en silencio y comencé a llorar—Lo siento tanto, es mi culpa, yo siempre dije que te cuidaría y esta vez no estaba allí para cuidarte...

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15 votos, 10 comentarios y sigo.