Sabes que te quiero ¿por qué te preocupas?

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Gabriella entró a la habitación; al ver lo que pasaba quedó profundamente apenada.

Dejé a Eileen y la mire con lastima - ¿Qué pasa? - le pregunté.

- S-soy - se cortaban las palabras de Gabriella - la que s-se entromete...

- ¿Entromete? - preguntó Eileen - ¿Por que vas a serlo?

- No lo sé, es que hay una persona  que siempre se entromete en cosas de novios, y esa persona suele ser...

- Suele ser...

- Suele ser un amigo o amiga, osea yo...

- ¿Novios?... Bueno. Nada de eso Gabe - dije para animarla - tu eres todo menos una entrometida, pasaste por accidente ¿no?, eso no es entrometerse.

Ella sonrió levemente.

Cuando volteé hacia Eileen y estaba tranquilamente dormida, bueno ¿quíen no lo estaría? Si cae y del dolor no duerme.

Miré a Gabriella - Creo que la dejaré sola un rato, ¿vamos afuera?, que Eileen descanse.

- Bien, vamos - salimos de la habitación.

Al salir de la habitación a Gabriella se le veia mas contenta.

- Rigby - dijo - ¿me haces un favor?

- ¿Qué favor?...

- Quiero buscar un trabajo y...

- ¿Trabajo?, ¿que no estas trabajando ahora?

- Sí, pero soy practicante, no me pagan hasta que cumpla la residencia.

- Bien, en eso puedo ayudarte.

- Y un apartamento - agregó Gabriella.

- ¿Apartamento?, ¿dónde vives?

- Con una amiga, pero ella se irá y por eso tengo que trabajar para pagar un apartamento.

- Gabriella, ¿Por qué no trabajas en el parque?

- ¿Parque?, ¿parque?

- Sí, en el que yo trabajo, ¿recuerdas que te mencione del trabajo antes?

- Sí - contestó recuperando la razón.

- Además, si trabajas en el parque te dan una habitación - convencía a Gabriella.

- Ummm, y podría quedarme ahí hasta que termine la residencia...

- Ajá...

- ¡Ya tienes una nueva compañera!

Pasaron unas doce horas y Eileen “finalmente” despertó - dormilona - Gabriella le dio de alta y llevé a Eileen en silla de ruedas.

- ¡Adiós Gabriella! - se despidió Eileen.

- ¡Adiós Eileen!

- Talves nos veamos otro día.

- ¡Cuenta con ello!

- Gabriella solicitará empleo en el parque - decía agachandome al lado de Eileen.

- ¿Enserio?, ¡genial!

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Llegé a la casa de Eileen.

- ¿Qué quieres hacer? - pregunté.

- Videojuegos - contesto alegre.

Solo le señalé su brazo lastimado.

- Ah, sí, ¿Qué opinas si vemos la televisión?

- Claro.

« Bienvenidos al canal de las rosas », anunciaba la televisión al encenderla.

- Aburrido - dijo Eileen.

« Y así se le coloca un moño a tu muñeca », aclaraba el segundo canal.

- No puedo creer que les enseñen cosas tan inútiles como ponerle moños a las muñecas a las niñas - comentó.

« Canal del Pegajoso J.P».

- Espera eso no se ve tan mal... Nah, ese tipo apesta, pasa viendo a la supuesta chica y le gusta pero ni siquiera le dice hola - aclaró.

- No hay nada para ver - dije.

- No.

- Ummm, y ¿Qué tal si...

- ¿Qué tal si?...

- Tengo sueño vamos a dormir - dije levantándola de la silla de ruedas - tu en tu habitación y yo acá en el sofá.

- Bien - le había parecido una buena idea - Oye Rigby, ahora si puedes levantarme.

- No te volvería a dejar caer.

Ella sonrió, esa sonrisa, ya me había vuelto loco.

- Sabes que te quiero, ¿por que te preocuparías? - pregunté.

- N-no lo sé, cosas como estas no me han pasado antes..

- ¿Cosas como quedar casi invalida?

- No, que alguien me cuidara tanto.

- Para eso estoy, ¿no? - le sonreía, la acosté en su cama e iba a apagar la luz cuando...

- ¡No te vallas! - exclamó.

- ¿Qué pasa?, ¿por qué?

- Quedaté acá...

- Si me quedo te podría lastimar tu brazo que ya esta lastimado - tomé en cuenta - Mejor quedate acá y yo en el sofá, ¿ok?

- No, tu te quedas aquí - me sonrojé - yo te quiero aquí.

- Ummm, no puedo pelear contra eso - dije convencido arrecostandome con Eileen.

- Prometeme una cosa - me dijo sonriendo viéndome a los ojos.

- ¿Qué cosa?

- Que jamas me dejarás...

- Ummm...

- ¿Q-qué pasa? - dijo ella angustiada y triste al ver mi reacción.

- Es que pensé que eso ya te lo había prometido...

Ella sonrió tomo mi mano y descansé junto a ella, no había otro lugar en el que quisiera estar.

Eileen & YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora