- ¡Eileen vámonos ya! - grité desde la cocina de Eileen - ¡llegaremos tarde!
- Ya voy - respondió desde la habitación.
Entró a la cocina y sacudió su ropa.
- E-eileen te ves hermosa - alagué.
- Gracias - rió sonrojándose y agachando su rostro.
- Amo cuando haces eso - levanté su rostro con mi mano - amo que seas así de tímida.
Rió una vez mas de una forma demasiado tímida.
- Bueno, vamos que llegaremos tarde - tomó mi mano.
Llegamos a la puerta y fue ahí donde yo jalé de su brazo y la arrescosté en la puerta donde la besé.
- Ahora vámonos - sugerí.
Llegamos a la fiesta que Cj había hecho en su casa.
- Hola Cj - saludamos ambos.
- Feliz cumpleaños - la abrazó Eileen.
- Sí Cj, feliz cumpleaños - festejé con un espantasuegras.
- Gracias chicos - sonrió.
- Lamento que Mordecai no pudiera venir - dije - tenía algo que hacer... Eso creo, eso fue lo que le dijo.
- Si por planes hablas de Gabriella - fraseaba Cj riendo.
- Hola - dijo Gabriella - ¡feliz cumpleaños Cj!
- Gracias - agradeció Cj alejándose junto a Gabriella.
- Bueno, ¿y ahora qué? - dije.
- No creas que te escaparás de esta Rigby - comentó Eileen levantando su ceja y sonriendo.
Me llevó un poco lejos de la sala donde estaba la fiesta y nos dirigimos al jardín de Cj, el cual estaba iluminado.
Eileen jaló de mi corbata y me besó apasionadamente.
Nos sentamos en el césped del pequeño jardín.
- Mira - señaló el cielo apuntando a una estrella fugaz.
Cerro sus ojos haciendo arrugar su nariz y pidió un deseo.
- ¿Qué fue lo que pediste? - pregunté.
- N-nada, igual siempre lo he deseado y no se cumple.
- Vamos, lo que has pedido no puede ser tan imposible de cumplir.
- Es que no lo es, lo que pedí fue una noche en la playa observando tortugas, es lo que desde pequeña he querido.
- Bueno, esperemos a que se cumpla - sonreí revolviendo su cabello.
Ella sonrió y jugó con el sesped, mientras, yo hacia una lista de las cosas que quería Eileen, esa estrella fugaz haría realidad ese sueño.
Luego de unas dos horas regresamos a casa y dormí junto a Eileen, la abracé toda la noche como a una almohada.
En la mañana, como siempre Eileen preparó el desayuno para que ambos nos dirigiéremos al trabajo.
Sentí como si fuésemos una familia, despertar con la persona a la que amas y luego desayunar con ella y mientras esto pasa pensar que vas a envejecer de esta forma, así se siente ser parte de una familia.
Aunque sabía que probablemente en esa mesa no habrían mas que dos personas ni habrían niños haciendo desastres con la comida, estaba feliz de tener a Eileen.
Me dirigí al trabajo.
Mientras barría las hojas observaba a Mordecai.
- Amigo, ¿qué te pasa?, llevas media hora viéndome así - comentó incomodo.
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Eileen & Yo
FanfictionJusto creí que entre ella y yo no pasaría nada, pero un día la ví mas linda que nunca, y paso el tiempo y ella se volvía cada vez mas parte de mi...