Eileen & Yo

Golpes

- Rigby - me llamó Mordecai cuando ambos barríamos las hojas del parque - ¿Haz visto a Gabriella?

- ¿A Gabriella? - dudé nervioso.

- Viejo la he buscado, ¡Pero no la he encontrado!, incluso, llamé a sus padres, ellos no quisieron decirme.

- ¿Ah si? - trate de evitarlo.

- Sí.

- Pues no, no la he visto... - le mentí.

Mi teléfono sonó en ese preciso momento.

Apareció una imagen donde yo y Gabriella nos abrazábamos, era ella la que me estaba llamando.

- ¡Mira viejo! - exclamó él al notar la llamada - ¡Es Gabriella!

- Lo siento, debo irme - le dije a Mordecai e hice una seña a Benson que estaba cerca, gestando que debía irme.

- ¿Adónde? - Mordecai se enojó - ¿Dónde esta ella?

- Escucha - le dije serio - No puedo decírtelo, es solo que... ¡Awww!

- ¡¿Un Mejor amigo me ocultaría algo o a alguien que es importante para mi?! - gritó.

- Sí fueras yo lo entenderías...

- No Rigby - agachó el rostro Mordecai de una forma muy tétrica e incómoda - Un mejor amigo no me ocultaría algo así, sabes perfectamente que he estado enamorado de Gabriella desde que la conocí y tu solo has servido para fastidiar, un mejor amigo no me haría tanto daño...

- Mordecai es que...

- ¡A ti no te gustaría que me llevara a Eileen y no te dijera dónde esta! - gritó nuevamente Mordecai de una forma furiosa dejandoseme ir encima golpeándome.

Pude divisar como todos corrían a apartar a Mordecai de mi.

Skips le sujetó.

- Ya puedes olvidar que somos amigos, Rigby - me aclaró.

Benson me ayudó a levantarme y nos dirigimos a su auto.

- ¿No le has contado? - preguntó Benson camino al hospital.

- No...  Se me ha hecho muy difícil - me sonrojé un poco preocupado.

- Tranquilo, ya veremos que hacer - dijo Benson.

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Llegamos al hospital,y como ya se me había hecho costumbre, subí las escaleras y me encontré con Eileen.

- Hola, ¿Me llamaste? - le besé en la mejilla quitándome un abrigo y dejándolo encima de las sillas de espera.

- ¿Pero que te pasó? - preguntó Eileen al verme muy golpeado - Tus labios se desangraron...

- Mordecai me golpeó.

- ¿P-Pero... Por qué?

- Pues por que ya no somos amigos, o al menos eso fue lo que dijo - aclaré triste - ¿Por qué me llamaste?

- Ah, sí, te llamé por que Gabriella no ha querido comer para nada desde hace dos semanas...

- ¿¡Dos semanas!?

- Sí, dos enteras.

Le pedí comida a Eileen y entré con Gabriella.

- Hola Gabe - dije abrazándola despacio - ¿Vas a cenar?

- No.

- ¿Por qué? - pregunté de vuelta ya más molesto de lo que había llegado.

- Eso ya no importa.