Eileen & Yo

Lobo Hombre en Paris

Hola, ¿Pueden poner el vídeo de la multimedia?, por favor y gracias; necesitan ver el vídeo o escucharle para entender la mayor parte de este capitulo.

P.D: Si quieren divertirse un rato también los de abajo, (estos aparecerán mas abajo).

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- ¡Pudiste habérmelo dicho antes! – exclamó Eileen frente a Gabriella mientas se tomaba de su cabeza.

- ¡Lo siento!, pero, ¿Qué de mente va y dice "Oh mira, he estado enamorada de tu novio desde hace años"?, Por favor, no soy tan idiota, ¡Uno no va y dice esas cosas!, ¡Menos una amiga! – intentó expresarse Gabriella; yo observaba como se desintegraba una amistan.

- ¿Cuál amiga, lo único que veo acá es un gran saco sin emociones, ¿Qué acaso no te dolió todo esto?, ¿¡Cómo diablos pasaste siete años enamorada de él!?, ¡Y ni hablar que seguiste enamorada de él aun cuando sabias que tenía novia! – se acercó Eileen a Gabriella muy molesta.

Y al parecer Eileen tenía razón, a veces Gabriella ocultaba demasiado bien lo que sentía, a veces tan bien, que lloraba y nadie se daba cuenta de ello.

- Bueno, supongo que soy algo idiota de todos modos.

- ¿Sabes que es lo que me enfada más?, ¡Que te lastimaste todo este tiempo!, así que tendré que alejarme de ustedes dos, aunque duela, aunque no lo soporte, aunque cada vez que me acuerde de ustedes dos llore como en un funeral – se vio Eileen ante mí.

- No – altivó Gabriella – No, solo te alejaras de mi, Rigby no te ha hecho nada malo, ¿Recuerdas esa vez que me fui y regresé y...

- Rigby te besó – dijo Eileen.

- No, no, yo... y-yo lo b-besé a él - Levantó la mirada al cielo y vi como la luz hacia resplandecer las lágrimas que ella comenzaba a derramar.

Ella lloraba porque eso realmente no era cierto, palabra por palabra yo la había besado a ella, pero ella decidió tener esa compasión de mi nuevamente, de este idiota que no se atrevió a sacrificar su insignificante vida por resolver las cosas, de esta persona a la que no vale la pena amar.

- Gabriella – le vi.

- Desde hoy dejamos de llamarnos amigas – le dijo Eileen que también lloraba.

- Gabriella asintió con su rostro tan... tan destrozado de dolor y se volteó para salir por la puerta.

Eileen suspiró y me vio con melancolía.

Luego de eso pasaron increíblemente cinco semanas.

- ¡Pon música deprimente! – grité desde el trampolín que tenía por cama a Mordecai - Pon esa canción que se llama... espera... Hoy se cumple un mes que ya no me ves, te fuiste nada más, quisiste renunciar quererme y como duele... ¡Eso es!, se llama "Dueles" – le pedí.

- ¿Dueles?, ok – me vio Mordecai.

<< Ay, ay, ay los timoleo, fue el vaquero más auténtico que existió, aa,aa>>, se escuchó.

- ¡¿Qué diablos acabo de escuchar?! – Me quejé, (Como se me era de costumbre esos meses) - ¿Sabe qué?, pon la canción de "Lobo Hombre".

<<Soy un chico en esta ciudad, en verdad me ven mal, porque dientes solo tengo tres, estoy chimuelo, y tartamudo soy también y yo no entiendo, no me explico, porque me miran tan mal>>, otra vez salió burlas Mordecai.