¿En qué pensaba?

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- Esta bien Rigby - me dijo Eileen en la cefeteria mientras me daba un panesillo.

- No sé si esta bien o no - comenté desanimado.

- ¿Por qué lo dices?

- Me dan ganas de buscarla.

- Esta bien, búscala - respondió cortante.

- Creo que te molesta que me ponga así por ella...

- ¿tu creés? - dijo molesta - ¡han pasado semanas desde que estas “deprimido” por eso!

- No sabes lo que viví con ella.

- ¿A que te refieres con eso?

- Me refiero a que ella y yo somos amigos y en primer año, cuando regresé a la ciudad, me costo trabajo separarme de ella y solo me comuniqué con ella por medio de mesanjes de texto...
Y regresa y luego se va ¡Awww!

- Rigby, esta bien, sé que te importa, pero ¿podrias poner una sonrisa?, por favor...

- Eileen, sabes que no tengo que esconderte nada ¿cierto? - la interrumpí.

- Cierto...

- Pues tengo que confesarte algo antes de seguir siendo “Amigos con derechos”.

- Adelante...

- ¡En primer año besé a Gabriella! - exclame frustrado.

- Esta bien, lo que pasó en primer año queda en primer año - dijo sin señal de molestarse.

- Dos veces... - aclaré.

- Rigby, ¿te gustaba?

- Sí... No... Bueno sí, pero jamas se lo dije...

- Ajá con un beso no dices nada - dijo Eileen con una sonrisa sarcástica.

- Es que ella salió con otro chico que se llamaba Joe y ella y yo solo fuimos amigos y...

- Rigby, ya calmate, enserio ya ésta, ya pasó, nada pasa esta bien. Gabriella es mi amiga, mi mejor amiga y a mi también me costó despedirme...

- Al menos tú te despediste.

- ¡Ella no quería hacerte daño necio!

- ¡¿No quería?!, ¡¿Qué diablos esta haciendo ahora?!

En ese momento alguien entró por la puerta de la cafetería; no me percate de quien era pero definitivamente no sería Gabriella.

- ¡Eileen! - gritó Cj corriendo hacia Eileen.

Cj susurró al oído de Eileen.

*Punto de vista de Eileen*

«Gabriella esta en el parque ahora», susurró Cj a mi oído.

- ¿Que hace ahí? - pregunté.

«Vino para despedise», siguió susurrando mientras yo miraba a Rigby con una sonrisa.

- Oye Rigby, ¿me disculpas un momento? - sugerí.

- Sí - dijo jugando con su panesillo de chocolate.

Entonces me dirigí hacia otra mesa demasiado lejos como para que Rigby nos escuchara.

- ¿Y tu crees que sea buena idea? - dije viendo a Rigby.

- No, es mejor que se quede así - contestó Cj.

- Aunque talvez así hablaría una ultima vez con hasta que se vean de nuevo, y no creo que eso sea mañana.

- Tienes razón...

*Punto de vista de la autora*

Eileen y Cj decidieron llevar a Rigby con Gabriella - esta no era la idea del año pero Rigby sería feliz -.

«No sé si esto lo hará más feliz o más miserable», pensaba Eileen.

Llegaron al parque sin haber hecho mención de la estadía de Gabriella en el pórtico debía casa.

*Punto de vista de Rigby*

- Hay algo esperando en el pórtico - dijo Eileen sonriendo un poco preocupada.

- ¡Genial! - exclamé - ¿No vienen?

- No, lo que esta ahí es todo tuyo, no de nosotras...

- Puedo compartir...

- ¡Vete! - exclamaron ambas.

Me dirigí al pórtico y me encontré con Gabriella.

Cuando la ví, no tuve una reacción en sí, solo ganas de llorar.

Pero parecía que me habían quitado la idea.

Gabriella no se movió de su lugar e inseguramente me senté a su lado.

Nadie hablo hasta que ella rompió el incómodo silencio.

- Me retracto, lo siento - comenzó a llorar.

- Gabriella, lo sé, lo que hiciste estuvo mal, pero te subestimé demasiado.

La miré y le sonrei.

- N-no sé porqué lo hice, fue todo por Mordecai y sus tonterías, yo no quería irme, enserio, pero en un impulso de repente me fuí, me despedí de Eileen, de Cj, de Skips, Benson, Thomas y los demás.

- ¿Qué te hizo Mordecai?

- Es una larga historia.

- Tengo tiempo y no quiero estar en otro lugar mas que aquí - aclaré.

- Bueno, es que escuché a Mordecai hablando con Cj sobre qué pasaría si me fuera.
Escuché a Mordecai decir que no le importaba. Y por eso me fuí de la casa, no de la ciudad.
Pero al parecer me confundí, Mordecai me marcó ayer pidiendo perdón.
Lo disculpe.

- ¿Te quedaras entonces?

- No, mi residencia termino, iré a trabajar a Chicago...

- ¡¿Chicago?!

- Sí.

Sin razón el incomodo silencio volvió a invadir el pórtico.

- Pues esperemos que te valla mucho mejor allá.

- Sí, allá no habrán Rigbys que me sigan ni me vigilen por todos lados - bromeó.

- Realmente no quiero que te vallas - aclaré.

- Mapache, realmente no quiero irme... Pero es lo que debo hacer.

- Una segunda vez que me despido de ti.

- Una segunda vez que hay que charlar por mensajes de texto - dijo triste - ¿Algo para que me recuerdes?

Entonces yo asentí. No tengo la menor idea de porqué, pero la besé. Ella no quería besarme, «¿Algo para que me recuerdes?» signicaba que me regalaría algo.

- R-Rigby...

- Shhh, nos despedimos así en primer año ¿no?

Asintió.

- Deja que me despida bien.

Ambos nos levantamos, al voltear me encontré cara a cara con Eileen, la cual tenía los ojos apunto de llorar.

Ella se dió la vuelta y me arrepentí de todo.

- ¡Eileen! - grité corriendo a buscarla.

Pero de pronto me ví en un agujero, había caído en un agujero muy estrecho.

- ¡Rigby! - gritó desde arriba Gabriella - ¿Estas bien?

- ¿¡Bien!?, ¿¡Cómo se supone que este bien!?

- Rigby, no temas, te sacaré de ahí.

Continuará...

Eileen & YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora