- Oye, Rigby - me llamó Mordecai que bajaba las escaleras.
- ¿Qué pasa viejo?
- Gabriella me invitó a la cafetería, ¿Quieres venir? - me preguntó.
- ¿Estas bromeando?, ¿verdad?
- N-no... ¿Por qué lo dices?
- Viejo, por eso tu y Gabriella aún no son novios, ¡necesitan intimidad!, ¡un tiempo a solas!, ¿qué tal si Gabriella quiere eso?, ¡Y tu aquí perdiendo tu...
Me interrumpió mi celular que sonaba.
Era Gabriella.
- Hola, ¿qué pasa? - contesté.
- Hola, Rigby, invité a Mordecai a la cafetería y... No sé si... Awww, ¿quieres venir conmigo? - preguntó.
- ¿Es enserio?
- Muy enserio.
- Okey... Pero iré con Mordecai.
- Genial - se alegró Gabriella.
Ella colgó la llamada y me di cuenta de que Mordecai me veía casi llorando.
- Por favor, por favor, por favor - rogaba él - por favor, ¡Por favor!, ¡POR FAVOR!
- Sí - dije - ¡Relajate, diablos, relajate ya hombre!
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
Llegamos a la cafetería, donde encontramos a Gabriella con un vestido de verano - la verdad no se de qué clase era, soy un chico, no se de estas cosas - .
Mordecai, como si jamás hubiera visto a Gabriella antes así vestida, se quedó boquiabierto.
Nos sentamos a la mesa, la mesa dónde nos sentamos siempre.
- Hola chicos, hola chicos - saludaba Eileen hiperactiva y energética.
- ¿Eileen qué tienes? - pregunté extrañado.
- Ehhh... ¡Nada! - reía nerviosa - ¿quieren agua?, ¿quieren agua?, ya vuelvo.
- Algo pasa - comentó Mordecai.
- No me digas - contesté sarcástico.
Mordecai me dio un puñetazo, el cual Gabriella no pudo resistirse a devolvérselo a Mordecai.
Mordecai Jadeó por el golpe de Gabriella.
- La única persona que abusa de la debilidad del Mapache soy yo - rió Gabriella al igual que Mordecai.
- Ja-Ja, muy graciosos - dije sarcástico pasando mi mano por el brazo donde Mordecai me había golpeado.
- ¡Aquí esta su agua chicos! - llegó Eileen a la mesa nuevamente.
Puso el agua sobre la mesa y jugó con sus manos nerviosa.
- Muy bien, Eileen, ¿Qué te sucede?, ¿Estás medicada, o algo así? - pregunté.
- No - rió nerviosa nuevamente.
Levante una ceja.
Eileen cayó al suelo desmayada.
- ¡Eileen! - gritó Gabriella asustada.
Nos agachamos a ella y le vimos de cerca.
Mordecai agitaba un paño para darle aire.
Eileen, luego de apenas dos minutos abrió los ojos.
- ¿Qué paso? - se tomó de su cabeza.
- Eso quiero saber yo - dije.
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Eileen & Yo
FanfictionJusto creí que entre ella y yo no pasaría nada, pero un día la ví mas linda que nunca, y paso el tiempo y ella se volvía cada vez mas parte de mi...