Daría

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- Gaby, me comí un lapicero - puso cara inocente Mila, hermana de Gabriella, al llegar al sofá de la casa del parque.

- ¡Mila!, ¿De donde has sacado eso? - la vio Gabriella intranquila.

- Vengan - nos jaló la niña de las manos.

Subió las escaleras y nos guió a una puerta. Parecía no haber sido abierta por meses.

Y era verdad, esta no había sido abrierta en meses, pues era la oficina de Benson aquella puerta.

La pequeña entró y le mostró a Gabriella un gabinete abierto.

Ella observó el cuadro que Mordecai había pintado para él.

- Mila - le toqué el hombro a la pequeña.

- ¿Sí, tío Rigby? - me vio.

- Ven conmigo - bajamos las escaleras dejando a Gabriella sola para que recordase a Benson y se permitiera llorar.

- ¿Tío Rigby? - me jaló del brazo la niña en las escaleras.

- ¿Qué sucede?

- ¿Podemos visitar a la tía Eileen? - me hizo gesto para que la levantase.

- ¿Quieres visitar a la tía Eileen? - la cargué - Vamos a visitar a la tía Eileen - sonreí.

- ¡Gabe!, ¡Vamos a ir con Eileen! - le grité.

- ¡Ok!, ¡Procura que Mila no coma lapiceros!

- No lo hará - guiñé el ojo.

Me subí en el auto de Gabriella y llevé a Mila con Eileen.

Ella ya no trabajaba doble turno, como aveces solía hacer; pues increíblemente ya habían pasado 4 meses. Estaba a cuatro meses de conocer a mi propio hijo.

- ¡Tía Eileen! - sonrió la pequeña al ver a Eileen.

- Mila, hola - le sonrió.

- ¿Puedo jugar con tus lapices de colores?

- ¡Claro!, ¡Sube!

- ¡Mila!, ¡No te acerques a los lapiceros!

- ¿Lapiceros? - me vio con extrañeza Eileen.

- No preguntes - sonreí - ¿Y que tal esta mi linda novia?, ¿Hm?

- Bien - le besé.

- ¿Y mi lindo bebé? - toqué su vientre.

Ella río.

- Lastima que ya no puedo quedarme contigo. La espalda me duele cuando me abrazas en la noche - dije.

- Entiende que estas cómodo.

- Mi espalda no entenderá eso - bromeé.

- ¿Qué hay de Mila? - se sentó en el sofá.

- Ella quería venir a verte.

- ¡Mira tía Eileen! - bajó las escaleras la niña con un dibujo.

- Que lindo, ¿Qué es? - le acarició el cabello.

- Es El tío Rigby y yo jugando videojuegos - sonrió.

- Ven acá - levanté a la niña dándole vueltas.

- Tele - pidió la pequeña.

Eileen entendió la televisión, esta mostraba a “Peppa”.

- ¿Tía Eileen?, ¿Puedes ponerme Volver al Futuro?

- ¿No quieres ver a Peppa?

- No, Peppa no me gusta.

- ¿Ok? - puso Eileen Volver al Futuro.

Eileen & YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora