Un detalle

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- Mordecai... ¡Mordecai! - llamaba al arrendajo.

- ¿Qué?, ¿Qué pasa? - Preguntó Mordecai.

- ¿Cómo invitaste a salir a Gabriella?

- Hmmm... Pues... Solo se lo pedí y...

- Hisciste un Mordecai - me Burlé - ¿Cierto?

- Eso creo, ¿Por qué la pregunta?

- Porque quiero invitar a Eileen a una cita - Mordecai agradó - pero el problema es que no tengo idea de como hacerlo.

- Espera - continuó Mordecai - ¿Osea que es tu novia y no la has invitado a salir?

- Bueno técnicamente...

- Wow amigo eres un desastre - rió Mordecai.

- ¡Callate!, ¡A ti te tomo 7 meses enteros invitar a Gabriella!

- Igual lo hice - cruzó los brazos con cara de satisfacción.

- Pero dime... ¿Ahora es tu novia?

- N-no...

- Muy bien, llámame cuando tus consejos en citas sean mejores - le dije bromeando.

Subí las escaleras y tomé un abrigo.

Me dirigí a casa de Gabriella, (Aún no sé porqué se mudó si pasa toda la vida en la casa del parque, donde cada vez que va y se hace tarde volvía a utilizar su antigua habitación).

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Llegué a la casa de Gabriella y toqué la puerta.

- Hola enano - saludó ella en broma al abrir.

- Ja-Ja que graciosa - agregé sarcástico.

Rió - Pasa.

- Necesito tu ayuda - dije.

- Ok, pequeña máquina del amor, ¿Para qué? - preguntó revolviendo mi cabello.

- Quiero invitar a Eileen.

- ¿Una cita?

- Una Cita.

- ¿Y quieres mi ayuda para...?

- Quiero que Eileen se sienta bien, porque aún duele que Jeremy se valla.

- Jeremy... - agachó el rostro Gabriella.

- No es fácil.

- No esta bien que la invites a salir ahora, debes esperar un poco más - sugirió Gabriella.

- ¿Por qué lo dices? - la miré molesto.

- Pues porque Eileen aún no ha superado lo de Jeremy, creeme no saldrá bien.

- Gabriella... ¿puedo decirte algo? - Dije lastimoso.

- Claro.

- Sí - se acercó a mi.

- Yo... Yo no sé que hacer... Quiero que Eileen se sienta bien, pero ya no sé que hacer, ¡No tengo idea de que hacer!, estoy enamorado de ella y... y eso duele.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - preguntó Gabriella - Ve con ella.

- ¿Ir con Eileen?

- Sí, viejo, no te compliques la vida - me miro seria y tomó de mis mejillas - es simple, si quieres estar con ella, ve con ella.

- Espera - le dije - Espera...

Me arrecosté en el sofá cansado.

Ella hizo lo mismo.

Eileen & YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora