El valor que se debe tener...

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No tenía planeado nada para ese día, todo era normal, un parque normal, trabajo normal, un Mordecai normal, un Benson enojado como de costumbre, un Musculoso y un Fantasmano igual de bromistas.

Nada fuera de lo común, pero había algo que no cuadraba dentro de la ecuación de ese día normal; algo me faltaba, algo, no sabía que era ni mucho menos querría saberlo.

Porque el saber el por qué de las cosas es darte un pase a descubrir lo que en realidad no deseas saber.

Estaba incompleto me di cuenta de que aquel Mapache bromista dentro de mi se había ido.

Diariamente una persona piensa en distintas cosas como “tengo sueño”, “Estoy aburrido”, etc.

Pero yo solo tenía una sola cosa en mente que era un vaivén incontrolable, Eileen.

- Amigo - me hablaba una voz sorda - ¡Amigo!, ¡Rigby!

- ¿huh?, ¿Qué? - me asusté - ¡Pero bueno Mordecai! ¿por qué me gritas? No soy sordo.

- Pues lo pareces - río Mordecai - te quedaste viendo al infinito como por una hora Mapache.

- Estas mintiendo.

- No, no miento, ¿estas medicado o algo así?

- No...

- Bueno, lo mejor será que te pongas a llorar - dijo en aire de broma.

- ¿Llorar?, ¿Por qué iba a hacer eso? - dudé.

- Es una acción anticipada.

- ¿Anticipada?, ¿De que estas hablando?

- Es la acción anticipada de cuando te gane en los videojuegos, ¿qué dices?, ¿unos recres? - sugirió Mordecai.

- Ehhh... No, tengo hambre, iré a la cafetería por unas rosquillas...

- Por unas rosquillas, ¿o por Eileen?

Me quede callado y pensativo.

- Rigby - me movía el brazo Mordecai y le ví - Valla amigo hoy si que estas pensativo...

- Sí, eso creo.

Entonces al darme cuenta de que algo no andaba bien conmigo busqué a Gabriella, ella siempre estaba dispuesta a ayudarme en todo momento.

- Hola Gabriella - entré a su habitación.

- Hola Rigby, ¿qué hay? - saludó apartándose de su escritorio.

- ¿Estas ocupada? - pregunté.

Ella volteó la mirada hacia el escritorio lleno de historiales médicos por atender - No mucho - respondió contenta.

- Hah...

- Oye viejo, ¿Estas bien?

- Mas o menos...

- ¿Qué te sucede?, te sientes mal por algo, sé cuando te sientes mal por algo.

- Es que he estado pensando en Eileen.

- ¿Eileen? - dudó.

- Sí, Eileen.

- ¿Qué pasa con ella?

- No le digas a Mordecai, pero ella y yo llevamos siendo “amigos con beneficios” y honestamente ya me harté de eso.

- Es por que la amas Rigby.

- ¿A-amar?, ¡Yo nunca he amado a alguien!, bueno tu eres la excepción.

- Ehhh... Bueno, ahora lo haces de nuevo.

Eileen & YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora