Todo estaba siendo alistado con el orden debido para la presentación de la original y exquisita obra de Shakespeare: Romeo y Julieta.
Los actores ensayaban de sol a sol y lo hacían con gran entusiasmo, en especial los protagonistas: Terrence Grandchester y Susana Marlown. Pero ese día del ensayo desgraciada o afortunadamente Susana no pudo asistir, ya que se había enfermado de la garganta y esa situación no se lo permitía.
Todos trabajaban y las luces estaban siendo ajustadas, así que los actores tomaron sus lugares para comenzar con la escena del baile. En aquella ocasión el director había tomado el lugar de Susana mientras que los demás actores realizaban sus papeles debidos.
Pero de pronto un ruido ensordecedor proveniente del techo hizo que todos se quedarán pasmados, en especial Terry, y los demás solo veían como las luces caían rápidamente safandose de sus ajustes, ocasionando que el joven actor quedará completamente aprisionado por las pesadas piezas de metal.
Lo único que sintió el muchacho fue un dolor terrible en su pierna derecha, y cómo su cabeza estaba a punto de estallar del dolor, antes de caer inconsciente. Todos sus compañeros se apresuraron a llevarlo al hospital, esperando pacientemente las noticias que los médicos le tuvieran acerca de la vida del chico.
Ya estando en la sala de espera, el doctor anunció que la vida del actor no corría peligro pero... Su pierna derecha había sufrido graves consecuencias, por lo que no fue posible salvarla y la tuvieron que amputar. Aquellos que estaban presentes se demolieron al saber lo que significaba ese acontecimiento en la vida profesional de un actor tan brillante: su vida y sus sueños quedaban truncados.
Candy se encontraba trabajando en el hospital y estaba a punto de marcharse a casa junto a Albert, pero de la nada un dolor incomprensible se apoderó de su pecho y no pudo evitar el pensar en su amado Terry. «Él está bien, esta bien, yo lo se» pensaba tomándose el pecho con las dos manos y haciéndo un gran esfuerzo por respirar.
Al salir del hospital se sentía muy extraña ya que durante todo el tiempo que había estado ahí, nunca antes había sentido lo que sintió.
Camino hasta llegar a casa y saludo al señor Thomas para apresurarse a subir las escaleras y entrar con una sonrisa radiante para saludar a Albert. Pero cual fue su sorpresa al encontrar a Annie y Archie sentados al lado de Albert.
—Chicos... Que sorpresa, díganme ¿que hacen aquí?— Saludo la rubia dejado su bolso en una silla.
—Solo vinieron a verte...—Dijo Albert un poco serio.
—Candy...— Respondió Annie con la voz un poco quebrada.
—¿Qué pasa Annie?— corrió a tomar de los hombros a su amiga.
—Candy... Creo, creo que... Candy, Terry sufrió un accidente— Dijo Archie bajando la mirada. Mientras que a Candy se le transfiguraba la expresión del rostro, al escuchar que a Terry le ocurrió un accidente...sin importar de que tipo pero necesitaba ir a Broadway de inmediato.
—¿Qué?—Contestó asustada y con la voz quebrada por las lágrimas que comenzaban a agruparse en sus hermosos ojos.
—Candy... Creo que tienes que ir a Broadway de inmediato—Dijo Albert igual de serio.
—¡Pero claro que si..! Yo, yo tengo que ir mañana mismo— exclamó Candy saliendo directo al hospital para hablar con el doctor Lenarn para avisarle que durante varios días iba a ausentarse, y aunque el director se opuso, a ella no le importó y así al día siguiente partió a Nueva York.
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He aquí mi segunda historia ❤
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Amor sin alas [Editando]
FanficSentimientos encontrados orillaran demasiadas cosas y actos que simplemente serán movidos por aquellos momentos de vulnerabilidad; provocando mucho más, haciendo creer distintas versiones sobre la única realidad. Un sólo mal momento llevará consigo...