Capitulo 13

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Terry se sentía nervioso por lo que Candy pudiera decidir, si ella asistía a ese lugar se convertiría en el hombre más feliz del mundo, pero si ella no iba... La vida más que nunca no tendría sentido alguno, no porque le hiciera falta una parte de su cuerpo si no porque no tenía con él la mitad de su corazón y de su vida entera. Y si la segunda opción ocurría el se comportaria como el hombre que es... Y por lo cual mantendría su palabra, no la volvería a molestar en su vida.

Candy se despertó de muy buen ánimo como el día anterior, todo en su rutina parecía tornar sentido una vez más... Estaba demasiado emocionada por que llegará el día en que se reuniría con Terry, para que a partir de ese momento él y ella no se volverían a separar y por fin formarán una vida juntos.

Los días pasaron rápidamente, y pronto llego el momento del acto de presencia por parte de los jóvenes en el lago Michigan, para sus respectivas decisiones.

Terry se arreglo con la ayuda de su asistente personal que su madre le había contratado, Baithy. La joven chica llego anunciando que la madre del chico pedía respuesta por parte de su hijo, ya que él le había dicho que posiblemente sí regresará a Nueva York para estar a su lado por lo que la actriz se preocupó y pidió que el chico le respondiera con sinceridad.

Lamentablemente Eleanor no pudo permanecer ahi más tiempo por lo que tuvo que dirigirse de inmediato a la gran ciudad y dejar a su hijo solo con la asistente y el chófer. Pero a Terry no le importaba, ahora él ya se podía mover más confiado con las muletas y seguía las recomendaciones del terapeuta, que le indicó bajar las escaleras con el apoyo de una persona fuerte y así él pudiera ser  independiente cada vez más.

—Ahora voy a salir pero puedes responder de mi parte, dile que solo las decisiones que toman las personas respecto al amor en sus vidas, saben si regresaré pronto o no— respondió levantándose con la ayuda de Shall.

—Esta bien joven, ¿puedo preguntar a donde se dirige si tan solo su boleto de tren esta reservado para mañana al medio día?—pregunto Baithy doblando unas sábanas y mirando las maletas que ella misma ya había preparado.

—Al lago Michigan— contestó dejando en su lugar la taza de café que estaba vacía sobre la mesa de noche junto a la cama— Si alguien me busca di que fui a pasear durante mi ultimo día aquí, y que no quiero que me molesten— pidió a la joven que se encontraba mirándolo extrañada.

—Por supuesto no se preocupe vayan con mucho cuidado.— respondió ella.

Cuando Terry salio apoyado de Shall, la chica se quedó parada observando las paredes del pequeño pero cómodo hotel en el que se encontraban, era un lugar rústico pero bonito.

Pasaron varios minutos después de que el joven Grandchester se fuera a un último paseo al aire libre por ese bello pueblo. Cuando, justo en el momento en que Baithy estaba a punto de meterse y apurarse a terminar de arreglar los últimos detalles para su partida, una mujer muy hermosa y elegantemente vestida tomo la puerta con su mano para que no se cerrará.

La joven asistente se sorprendió del modo en como la chica rubia que detuvo la puerta preguntaba y exigía saber sobre el joven Terruence.

—Lo siento pero el joven no quiere ser molestado. Ya que es el ultimo día que permanece en este lugar y decidió ir a tomar aire fresco al lago Michigan—Dijo sin pensar que esa información era confidencial y al ser compartida podría hacer mucho daño y más si a aquella persona que se le compartió es una chica egoísta y que no se tienta el corazón, con tal de conseguir lo que quiere y más si lo que busca es el amor.

Candy estaba lista para irse al lugar donde Terry pidió que se reunieran. Se arregló muy hermoso para esa ocasión, llevaba un vestido verde limón con listones del mismo color, su cabello suelto adornado con listones que combinaban con su atuendo. Así como también se colocó alrededor del cuello el bellísimo collar que el chico le había regalado.

Amor sin alas [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora