Capitulo 24

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Los preparativos de la boda eran todo un éxito, se pensaba que para dentro de seis meses, o sea un mes después del cumpleaños de Candy; siendo para ese entonces mayor de edad al igual que Terruence también, se llevaría a cabo la boda dando la fecha en el calendario con el mes de Junio.

Terry tenía muchos asuntos: la compañía, los preparativos de su boda con Candy, documentación en Inglaterra para aceptar el título de Duque muy pronto frente a sus padres y otorgarle también ese título a su futura esposa.

Por lo que siempre se mantenía ocupado y no dedicaba mucho tiempo para Candy. Ella por su parte se mantenía muy ocupada con sus amigas, primero con los preparativos finales de la boda de Stear y Patty, y los de su propia boda. "Boda, que bien suena" pensaba la joven cada noche que veía la Luna con todo su esplendor a través de la ventana con la que contaba su gran habitación en la mansión Andley, de Lakewood.

La ceremonia donde Patty y Stear contraerían matrimonio, pronto llegó. Dos dos jóvenes enamorados que desde hace muchos años en un colegio prestigioso de Inglaterra se conocieron y dieron inicio al gran amor que en esa ocasión se vería consumado por fin, lucían espectaculares en esos trajes elegantes para su boda.

Patty se veía hermosa vestida de novia, y más con el arreglo especial que sus dos amigas y su madre le dieron, con ese toque característico para las bodas. La chica estaba muy nerviosa por lo que estaba a punto de ocurrir, como siempre su timidez salio a relucir, pero su abuela, la Sra. Martha le inspiró una confianza que desde niña le había obsequiado, por lo que logró que la joven saliera de la habitación a donde su padre el sr. O'Brien la entregará a Alistar Cornwall.

Candy y Annie utilizaban un vestido espectacular de color azul pastel, que fue el color elegido por la novia. Acompañaron a la chica hasta donde se encontraba su padre, para que subieran a una carreta que los llevaría hasta el jardín trasero donde había un invernadero.

Pocos momentos después ya estaban ahí, Patty camino sujetándose de su padre que en esa ocasión parecía que su expresión seria y que inspiraba respeto, se había marchado.

Stear tenía muchos nervios ya que nunca antes había hecho eso, ¿y como no iba a tenerlos si era su boda con la mujer que más ama en la vida?

Anteriormente tuvo miedo y nervios cuando realizaba sus experimentos, más aún cuando probaba su creación pero... Eso no se podía comparar con otra experiencia vivida, ¡jamás podría ser comparado!

La felicidad que el joven sintió cuando vio a su prometida  que dentro de poco se convertiría en la Sra. Cornwall, vestida de novia y recorrer la alfombra roja llevada por su padre, era inmensa.

Recordó cuando la conoció, en el festival de mayo, también recordó que ese mismo día perdieron sus anteojos y no pudo reprimir una sonrisilla traviesa en sus labios.

Estaba muy emocionado y lo estuvo aun más cuando sostuvo su mano y la beso, coloco a la hermosa dama en su costado derecho. Candy lloraba de felicidad, el ver a su amiga que pronto se convertiría en mujer, la mujer de Stear.

Se dio cuenta que estaban creciendo tanto, Annie y Archie, como Stear y Patty. Pero no eran los únicos también Albert crecía, como persona por supuesto, ya que en ese mismo día pediría formalmente la mano de Regina.

Por supuesto ¿como Candy se olvidaría de ella misma?, que también crecía, pronto dentro de pocos meses sería la esposa de Terruence Grandchester aquel que tanto ama y amara por el resto de su vida. Por un momento se hundió en sus pensamientos pero pronto regreso al mundo real donde frente a ella estaba una pareja escuchando atenta el sermón que daba aquel sacerdote de mediana edad.

Pronto aquel hombre llamo a los padrinos de anillos, así que una de las parejas preferidas, hizo su aparición. Candy tomo del brazo a Terry y juntos caminaron hasta donde se hallaban los novios. Entregaron al cura los anillos para que los bendijera y después regresaron a su lugar. Los votos matrimoniales fueron tomados y el momento culminó con un beso de verdadero amor.

La fiesta tenía un muy buen ambiente, todo era felicidad. Los novios bailaban y se divertían al ritmo de la música, más aún con toda la gran actitud que los amigos de Stear y Patty tenían.

Uno de los momentos más divertidos fue cuando la novia lanzó el ramo a los aires y este fue a dar directamente a los brazos de Candy, la cual se puso roja ante el suceso.

Por supuesto el hecho no había pasado desapercibido, todas las personas acorralaron a la chica con preguntas sobre su futura boda con el joven actor. El cual a su vez no supo que contestar y solo se limitó a decir que todo iba bien, besando la frente de su prometida.

Con este acto hizo que todas aquellas muchachas que se encontraban en la fiesta, comenzarán a murmurar acerca de la rubia que robo el corazón de Terry. En especial Eliza Legan que como siempre con su fastidiosa voz quería hacer quedar mal a Candy, pero la que quedo mal fue ella, aparte de parecer una de las señoras que pelean en el súper por cualquier cosa, logró captar la atención de todo mundo permitiendo que la analizarán al punto de que notarán que un pequeño bulto crecía en su vientre, y sí Eliza Legan estaba embarazada.

Lo peor es que no se sabía la identidad del padre, cosa que la familia tuvo que superar, debido a su clase social querían que la joven no tuviera al bebé pero la familia Andley se opuso radicalmente, dándole por "castigo" a la chica que tuviera al pequeño.

Pronto llego el momento de que el patriarca de la familia Andley diera su aparición presentando a su hermosa compañera, Regina.

Comenzó dando un emotivo discurso que llegó hasta el corazón de todos, pero más al corazón de los novios. Después de un gran aplauso, Albert volvió a tomar la palabra pero esta vez solo dirigiéndose a la joven castaña de ojos color miel que estaba a su lado.

Con palabras que solo el chico es capaz de decir, se dirigió a su novia y la tomo de las dos manos, para después acariciar su rostro aterciopelado. Saco una cajita negra y se arrodilló frente a la joven, después con dulzura y amor pidió que fuera la mujer de su vida.

Ella llena de felicidad acepto sin rodeos, abrazando a aquel joven que le robo el corazón en aquel viaje que hizo de negocios, donde lo conoció.
Candy lloraba de felicidad, veía como aquel hombre que ella siempre quizo como un hermano; aquel que ella conoció cuando cayó desde la cascada, para después convertirse en su mejor amigo, su confidente, su protector; aquel que siempre la cuidaba desde lejos, velando por su seguridad y su felicidad; el hombre que desde su niñez fue su fortaleza y su apoyo en los momentos más difíciles de su vida, como fueron la muerte de Anthony y el accidente de Terry cuando él la alejo de su vida; por fin decidió sentar cabeza.

En esos momentos recordó todo y lloro aun más por ver que aquel hombre rubio comenzaba a formar una familia, comenzaba a crecer.

Simplemente la celebración fue todo un éxito, Candy y Terry anunciaron que su boda se aproximaba e invitaron a todos los ahi presentes, ya que se efectuaría tres meses más adelante.

Annie y Archie dieron la noticia de que pronto serían padres, ya que la joven tenía dos meses de embarazo, cosa que a Candy la hizo brincar de gusto y felicidad argumentando que se convertiría en tía y madrina a la vez.

Pronto la fiesta concluyó y los novios pudieron retirarse a la casa que ocultaba el portal correspondiente a Alistar Cornwall, donde felices pudieron pasar una noche inolvidable.

Amor sin alas [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora