Capitulo 7

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Candy y Neil salían juntos a casi todas partes, a Archie y Albert no les parecía de mucha confianza que Candy aceptará salir con ese chico malcriado. Pero si se divertía o distraía para no pensar en ese "bastardo" de Grandchester, todo estaba bien.

Candy llego a formar lazos inexplicables para ella con el joven, y él la amaba cada día más. Pero claro que ella no podía dejar de amar o siquiera pensar en su chico rebelde. Aunque debía admitir que se la pasaba muy bien al lado de ese chiquillo malcriado de Legan.

Eliza la hermana de Neil, por supuesto no aceptaba que Candy la persona que más odiaba en el mundo, saliera con su hermano y confidente de maldades. Pero si Neil era feliz ella no arruinaria esa felicidad. Así en varias ocasiones tuvo que soportar la presencia de Candy en su casa y comiendo en su mesa, con su sonrisa característica.

Todo marchaba a la perfección y Candy evitaba que en su corazón se forjara un sentimiento más que de amistad con el chico Neil. Y tanto lo trataba de evitar que desafortunadamente una chispa inundó el roto corazón de Candy, y ese sentimiento era hermoso y reconfortador. Por fin pudo dormir y ser un poco feliz, dejando ir con dolor pero sin éxito al actor Terrence.

Él por su parte se resignó a que Susana se quedará en su vida por siempre, con la ayuda de ella salía a muchas partes; claro, siempre con la silla de ruedas. Su relación era cada día más formal, todos hablaban del amor profesado por los talentosos actores de Broadway y el posible noviazgo que conduciría al matrimonio. Todos esos anuncios ya estaban en el periódico y llegaron hasta Chicago.

Albert recobró la memoria y desapareció del departamento de Candy con la excusa de unos asuntos importantes en su vida y ella no lo retuvo. Pero un día George llego al edificio donde ella vivía y le dijo que solicitaban su presencia en la mansión de los Andley.

Ella no se opuso ya que la tía abuela quería hablar con ella y con toda la familia. Por supuesto, estarían presentes los Legan, los Cornwall y principalmente los Andley, que eran los anfitriones. Candy era acompañada por Neil durante todo el rato y llegada la hora de comer, la tía Elroy tomo la palabra.

—Integrantes de nuestras queridisimas familias, Legan y Cornwall. El día de hoy la familia Andley vivirá un momento histórico, ya que por primera después de más de veinte años, el patriarca de nuestra familia será presentado ante toda la comunidad que en ella reside. De antemano les agradezco que hayan venido para ser testigos de ese suceso, les quiero decir que tengan en cuenta que se llevarán una gran sorpresa por el hombre que se presentará ante ustedes.— hizo una pausa—Bien, hace muchos años mi difunto hermano y su mujer salieron a un viaje de negocios, en el camino ellos desafortunadamente perdieron la vida, dejando a sus hijos solos, en especial al más pequeño: William A. Andley, así como también a su hija de una edad adulta ya casada y con un hijo, Rose Mary la madre de nuestro querido pero fallecido Anthony Brown. Como el único heredero a nuestra familia era William y tenía una edad pequeña, de tan solo cinco años, claro está que no podía tomar todo el poder de nuestra familia, por lo que su identidad siempre permaneció oculta, hasta el día de hoy. Él ha pasado por muchas cosas, es un hombre que le gusta vivir la vida en la naturaleza—Al escuchar eso Candy pensó en el sr. Albert que había recobrado la memoria y se había ido a vivir aventuras como siempre— Hoy a decidió sentar cabeza para dirigir y guiar con su sabiduría a nuestra prestigiosa familia, les presento a William A. Andley— término con su gran discurso cuando de pronto las miradas de todos captaron a un hombre, fornido, elegante y con su cabello rubio, sedoso y lacio, que utilizaba un traje negro de corte Inglés.

En cuanto Candy lo vio se puso pálida y sus ojos se dilataron demasiado. Reconoció a quien pertenecía ese rostro, es más todos lo reconocían y no podían creer que un vagabundo fuese el tío abuelo William, patriarca de la familia Andley. Eliza se puso de pie en cuanto lo vio, por el coraje que le dio ver a un simple don nadie como el jefe de ese clan, al que le debía sumo respeto.

—Buen día—Saludo a todos con una sonrisa, y miraba a Candy con una sonrisa en sus ojos imaginando que era lo que ella pensaba en ese instante.

—Buenos días— dijeron todos al unísono.

—Sé que es una gran sorpresa para todos ustedes, pero yo soy William Albert Andley. Y desde ahora en adelante ya no seré para muchos un don nadie o un vagabundo— Dijo mirando a Eliza y su madre, que ponían una cara de fastidio.

—Albert yo... Digo tío abuelo Will...— comenzó Candy pero Albert la interrumpió.

—No Candy, yo sigo siendo Albert y lo seré siempre, así que pueden seguir llamándome Albert solo la diferencia es que sabrán que yo los guiare y protegere como mi familia que son, porque son mi responsabilidad– explicó dirigiéndose a todos en especial a Archie, Stear y Candy.

El banquete fue servido y toda la comida transcurrió tranquilamente, poco después la familia se dirigió a la terraza para tomar un poco de limonada y conversar a gusto.

El mayordomo llevo el periódico que solicito Archie para un debate de política, y Candy era la que iba a elegir el tema. Buscando en el periódico encontró un artículo que le rompió el corazón y abrió la herida que ella estaba intentando cicatrizar.

Decía que el joven actor que había sufrido un accidente meses antes, era novio formal de la talentosa Susana Marlown, y que muy pronto se llevaría a cabo la cena de compromiso. Candy no pudo resistir las lágrimas y salió corriendo directo a su habitación, cuando todos vieron ésto se preguntaron que había pasado y cuando vieron el motivo, una vez más maldigeron a Terrence Grandchester por lastimar sin su presencia a la dulce Candy.

Ella lloraba en su habitación, lastimadose mientras recordaba las letras que sus pupilas captaron. Pero decidió que ella también se daría una oportunidad con Neil, aún cuando en el pasado la haya tratado como una miserable y la haya humillado millones de veces por ser una huérfana.

Había sufrido mucho en su corta vida, y había atravesado por miles de situaciones pero lo más impresionante era que jamás se rindió y esa vez tampoco lo haría, al contrario se convertiría en una mujer mucho más fuerte y alegre.

Amor sin alas [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora