Capitulo 34# Riesgos (parte III)

214 9 0
                                    

Lucas abre la puerta, me mira y sonríe. Diego no está así que tendré que poner en acción mi primer plan. Me hace un gesto para pasar, sin pensarlo dos veces entro y me voy hacia el salón. Miro por todas partes. La casa de Lucas es enorme, una de las más grandes del pueblo; tiene tres pisos, siete habitaciones, un baño para cada habitación y otro en la planta de abajo. Me acuerdo que cuando aún salíamos juntos tenía mi propia habitación de color azul marino y amueblada de blanco.

-Siéntate.- dice Lucas mientras que me mira.

-Gracias.- respondí sin más.

-¿Quieres beber algo?- me pregunta con una sonrisa.

-No tengo sed.

Lucas se aleja y vuelve poco rato después con dos vasos de vodka negro con redbull.

-Pensé que no ibas a venir.- dijo mientras me daba un vaso.

-Tenía que hablar contigo.

-¿Solo hablar?- levanta las cejas

-Lucas... -Bebo todo de golpe.

-¿Es sobre Alex?- él también bebe y baja la mirada.

-Quiero que lo dejes, no quiero que le pase nada.

-Todo tiene un precio, Lucy.

-¿¡Cómo?!- le miro a los ojos pero él sigue con la mirada al suelo.

-Tienes que acostarte conmigo.- pone su mano en mi rodilla.

-¿¡QUÉ!?- no podía creer lo que Lucas me estaba pidiendo...

-Lucy, yo he hecho muchas cosas para que te des cuenta que he cambiado y tú te metes con mi mejor amigo.- dice mientras me quitó su mano de encima.

-Por qué me hables bien no significa nada y tú quisiste pelearte con Borja. - intento levantarme pero él me vuelve a sentar bruscamente.

-Tu aún me quieres, lo sé. Se nota en tu mirada, esos ojos grises no me miran con enfado.

-Peor aún, te miran con odio y repugnancia. De verdad que no me puedo creer lo que me estás pidiendo. No quiero volver contigo, quiero que me dejes tranquila y a Alex también... -empiezo a ver doble y mi cabeza se marea, ¿qué me está pasando?.. -Lucas... No me siento bien...- dejemos esta charla para otro día..- intento ponerme de pie pero no consigo, no puedo controlar mi cuerpo, se va para un lado.
Lucas se acerca y me besa me acaricia suavemente las rodillas, intento apartarme pero no tengo fuerzas. Sube su mano poco a poco mientras que la otra la tenía en mi mejilla. -Lucas... No...- Sigue subiendo su mano hasta mi muslo y poco a poco va apretando más y más. Sus labios van bajando por mi cuello. -Dios el cuello no...- me dije a mí misma. Su mano baja y llega a mi entrepierna, gemí. -Lucaas.... Para..

-Lucy, lo estamos deseando mutuamente, déjate llevar. -me muerde el cuello.

-No... Yo no lo deseo, yo quiero a Alex y me siento rara... Por favor, para.- dije pero no me hacía caso. - Lucas, basta...

-Quítate la camiseta.- dijo mientras él se quitaba la suya.

-No... -me quita la camiseta e intenta quitarme el pantalón pero muevo las piernas para evitarlo.

-Venga, no te pongas así ahora, vamos a pasarlo bien, no te preocupes. - consigue quitarme el pantalón y me dejo en ropa interior.

-Para, Lucas... Para...- me pongo a llorar mientras que él sigue intentando quitarme las bragas.- Lucas.. ¡¡Basta, basta... Por favor!!

Me coge fuerte del brazo y me pone boca a abajo. Grito con todas mis fuerzas, con una mano me coge las muñecas y con la otra de la cintura, no paro de gritar y de moverme para intentar soltarme, mi cuerpo empieza a reaccionar pero me estoy mareando al hacer movimientos buscos. Mi móvil suena y suena sin parar.

-¡Para de moverte. Me estás enfadando de verdad, Lucy!- grita y me pega un puñetazo en las costillas. Qué dolor... Sigo llorando pero no paro de moverme aún que me duela el doble. Mi iPhone sigue sonando, pero Lucas cuelga.
La puerta suena, me suelta las muñecas pero me coge del pelo y me tapa la boca con su mano. Intentó coger mi móvil pero todo movimiento es en vano. No entiendo por qué me hace esto después de todo... Me doy por rendida, las costillas me duelen y mi cuerpo no reacciona, lo único que puedo hacer es llorar, llorar y llorar...

Vuelven a golpear la puerta y esta vez más fuerte. Lucas se pone nervioso y va a ver quién es, cuando está llegando, golpean la puerta más fuerte, Lucas me mira y se va corriendo. Veo borroso.
La manilla gira pero la puerta no se abre, le dan patadas a la puerta una y otra y otra vez hasta que consiguen abrirla. Los ojos se me cierran solos y no puedo abrirlos, siento que alguien me coge en brazos y que otra persona corre dentro de la casa. Me sacan fuera y me meten acostada detrás de un coche, al oír el portazo de la puerta mi cuerpo salto pero segundos después se calmo.

<<No está, a escapado.>>- dijo una voz muy conocida.

Escucho cómo le pegan un puñetazo al coche.

Amores de adolescenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora