Una Reedus (tu y Chandler Riggs)

Perdon.

Narra Chandler.
Abrí los ojos. Estaba en casa de Brianna. Estaba acostado en su habitación, la cabeza me palpitaba, mire a un lado y estaba ella dormida, la sabana la tapaba hasta los pechos. Ella estaba desnuda y yo igual, ¿Que paso anoche? Me vestí y fui a casa. Al llegar vi a mi madre estaba enfadada.

-¿¡Como pudiste!?-me pregunto enfadada mientras me daba una cachetada.

-¿Que?-pregunte extrañado.

-Me decepcionaste hijo.-me dijo mi padre.

-¿Que mierda hice?-pregunte asustado.

-Claro, estabas ebrio.-me dijo Gray enojado.

-¿Y Reni?-pregunte.

-En su hogar, Norman prohibió que fueras.-me respondió mi madre molesta.

-¿Por que?-les pregunte. Mi madre se me acerco con los ojos llenos de lagrimas.

-La golpeaste imbecil.-me dijo furiosa y luego volvió a darme una cachetada.

-¿Yo que?-le pregunte llorando.

-¿Acaso no te acuerdas? ¡Golpeaste a tu novia!-me gritó Gray.

-No...no quise.-dije llorando.

-No mereces perdón.-me dijo mi padre enojado y se fue a su habitación. Mire a Gray, el solo me miraba enojado al igual que mi madre.

-Lo siento.-dije llorando.

-No te disculpes con nosotros. Discúlpate con Reni. Pero dudo  que te perdone.-me respondió mi madre molesta, se fue con Gray.

Subí a mi habitación. Vi que Reni me había bloqueado de todas las redes sociales. No podía quedarme aquí, sin pedirle perdón, sin volver a mirarla. Me decidí y fui a su casa, antes compre unas rosas rojas.

Llegue a la propiedad de los Reedus. Toque la puerta y vi a Mingus y a Norman.

-Mingus ¿Como estas hermano?-lo salude sonriendo y el me miraba  enojado.

-No le vuelvas a poner una mano encima.-me dijo molesto y entro, subió las escaleras.

-Norman yo no...-intente decirle.

-No me lo imagine de ti Riggs, pensaba que eras un chico sin mano dura, pero me equivoque. Eres un hijo de perra ¡Si le vuelves a poner una mano encima te juro que...!-intento  golpearme, pero la voz más hermosa que he escuchado en mi vida, lo impidió.

-No... Papá, yo hablo con el.-dijo mi novia apareciendo detrás de él. Estaba con un pijama completo de gatito y unas converse blancas, su mano la llevaba en su mejilla izquierda. Ella salió de la casa y cerró la puerta y se puso frente a mi.

-Amor yo...-le intente decir.

-No me llames amor.-me dijo y saco la mano de su mejilla, la tenía morada y con un rasguño. Mire mis manos y me di cuenta que llevaba anillos.

-¿Que te hice?-me pregunte llorando.

-Daño.-me respondió ella triste.

-¿Como?-le pregunte triste.

-Me senté en un sillón y tu fuiste por refrescos. Te espere por más de una hora, fui por ti y te vi con...-me explico.

-Brianna...-la interrumpi.

-Si. Bueno, luego intente irme pero me detuviste, estabas borracho y comenzaste a gritarme, luego te dije idiota y tu me dijiste zorra, y me golpeaste.-me dijo y yo me puse a llorar.

-Soy....soy un hijo de perra.-le dije llorando.

-Si, lo eres.-me dijo molesta.

-Perdon.-le dije, ella me miro llorando.

-Me golpeaste. Mi vida se esta cayendo a pedazos y a ti se te ocurre engañarme y luego golpearme.-me grito llorando.

-Lo se, solo...-intente decirle pero salió Mingus.

-Bebe, déjame hablar con un segundo.-le dijo a Reni.

-Si. Estaré en mi habitación.-le dijo Reni. Ella entro y cerro la puerta, mire a Mingus.

-Oye... Reni esta muy mal.-me dijo y yo me enoje.

-No me digas.-le dije molesto.

-Intento tener una sobredosis.- me dijo el.

-¿¡Que!?-le pregunté con lágrimas en los ojos.

-Cuando llegué a visitarlos. La vi y me dejo loco con su belleza, la intente conocer pero ella se encerró en su habitación. Papá me dijo que fue por tu culpa. Después de un rato la fui a buscar para almorzar. Entre a su habitación y estaba dormida, vi en su cama muchos frascos de pastillas de dormir. Mi cuerpo se enfrío por completo al verla tan pálida, toque su hermoso rostro y estaba muy frío. La tome en brazos y la lleve a su baño. La acosté en la tina y la hice vomitar. Cuando reaccionó me miro, su mirada me hizo sentir extraño y luego me abrazo llorando, repitiendo una y otra vez "Fue por el, lo siento" . Su abrazo hizo que el calor volviera a mi cuerpo.-me dijo muy triste.

-No la toques ¡Jamás!-le dije muy celoso.

-Creo que no debes alegar, terminaron.-me dijo, -Eres un imbécil, la golpeaste y engañaste. Eso no se le hace a una chica y menos a Reni.-me dijo.

-¡Fue un error!-le grite furioso y Reni salió.

-¿Que sucede chicos?-nos pregunto con su dulce y suave voz.

-Nada.-le respondí.

-Mingus hermanito, podrías entrar, por favor.-le dijo muy dulcemente.

-Si princesa.-le respondió. No puede ser,YO SOLO LE DIGO PRINCESA ¡EL NO PUEDE! Luego beso la frente de Reni y entro.

-Amor yo...-intente decirle y ella me abrazo. Mingus tenía razón, sus abrazos hacían que vuelva el calor a tu cuerpo.

-Te extraño.-me dijo llorando.

-Te amo.-le dije y ella me miro.

-No, eso es mentira.-me dijo triste.

-¿Que?-le pregunte extrañado.

-No me amas. Me golpeaste, eso no es amar.-me dijo.

-Me drogaron, fue Brianna.-le dije llorando.

-Pero tu hiciste la acción.-me respondió mirando sus pies.

-Yo...lo siento.-le dije mirándola, ella levanto su mirada y miro mis ojos. Sus ojos eran tan cálidos y bellos.

-Lo dices enserio...-aseguro ella.

-Si.-le dije y ella salto encima mío.

-Perdonado, pero no te quita lo imbécil.-me dijo y yo la abrace muy fuerte. Ella me miro a los ojos y yo junte nuestros labios creando así un beso.
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