¿Te has preguntado que seria de un colegio donde los profesores además de atractivos sean homosexuales?
No hay nada de malo en eso, a menos que sus sentimientos se mezclen con el trabajo.
El director Pete Wentz tendrá que estar pendiente de sus mae...
Limpiando sus cansados ojos, el moreno se mete a la ducha para comenzar su día pues decenas de jóvenes recién graduados se presentarán en el colegio Ob'linton para audicionar por un puesto como instructor en tan prestigiada institución. Algo nunca antes visto en Chicago sin duda. Cantando palabras cortadas, Pete siente su cuerpo relajarse ante el tacto del agua fría sobre su cuerpo desnudo, este día sera largo e interesante y hay que iniciarlo de la mejor manera posible.
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El amplio establecimiento comienza a llenarse de vida ahora que algunos jóvenes comienzan a llegar a sus afueras en espera de que este sea abierto al público. El letrero publicado y difundido en redes sociales y algunos establecimientos importantes de la ciudad atrae a todas estas personas a intentar hacer su sueño realidad, el de pertenecer al equipo educativo más importante de Chicago. Solo los mas destacados lograran tener un lugar dentro del colegio Ob'linton y el director Wentz se encargara de juzgarlos uno por uno.
Las grandes puertas doradas se abren como por arte de magia, una gruesa voz avisa por el altavoz a los jóvenes prospectos que avancen al auditorio principal y todos llenos de emoción obedecen las indicaciones dadas, algunos corren desesperados otros trotan como niños pequeños. Dentro del gran auditorio los jóvenes comienzan a tomar asiento cerca del escenario, aproximadamente treinta asientos ya han sido ocupados y las personas siguen entrando. ¡Vaya día!
—Director Wentz, creí que no llegaría —dice un señor canoso de bigote gracioso, el secretario— la mayoría de los prospectos están ya dentro, esperando a que comience con este... Procedimiento.
—Oh, claro, enseguida comenzamos solo dejame tomar algo, Doriel —el moreno se inclina para tomar un poco de agua de la fuente— esta agua esta helada, ¿de donde viene? ¿¡de Alaska!?
Doriel gira los ojos al oír tal comentario, definitivamente el señor padre de Peter se equivocó al dejar a cargo al moreno. Sin decir más, el secretario acompaña al director hacia el auditorio donde, sorprendentemente, más de 100 jóvenes se encuentran ya esperando al moreno. Al mirar a todos los prospectos, Pete traga saliva sonoramente, su corazón parece palpitar más lento de lo normal y su cabeza comienza a girar. Este sera un día largo sin duda.
"¿Como se supone que elija a veinte maestros?" piensa el ahora director tomando lugar detrás del estrado sobre el escenario.
—Buenos días a todos, soy el director Wentz, bueno el segundo director Wentz porque mi padre fue el primero y su apellido es Wentz, aunque eso es obvio porque es mi padre y me apellido igual que él... —¿quien dijo nervioso?— amm, si, como decía, bienvenidos.
Algunos aplausos inseguros se dejan oír por unos segundos para dejar el silencio terriblemente incomodo reinar de nuevo. El director carraspea la garganta y prosigue con su ridículo intento de discurso.
—Como ya sabrán están aquí para formar parte del personal educativo del colegio más prestigiado de Chicago, obviamente no todos podrán ser educadores pero les deseo suerte a todos —saca de su bolsillo del pantalón un papel doblado y arrugado, lo desdobla y comienza a leer de él— ahora me gustaría que se sentaran por materia a impartir, comenzando por música, todos sentados de lado izquierdo por favor. Los de arte al extremo derecho, historia enseguida de música, y seguidos de historia los de ingles.
El auditorio se convierte en un gran desastre de personas moviéndose de un lugar a otro, Doriel se palmea la cara al mismo tiempo que niega cansado, este año escolar sera un total desastre. Después de media hora organizando a los jóvenes por materia, los maestros fueron pasando al frente de uno en uno para presentarse y hablar un poco sobre ellos, la verdad es que Pete no tiene la menor idea de como debe elegir a cada maestro pero esta seguro de que algo se le ocurrirá antes de terminar las presentaciones.
De un momento a otro, por unos cuantos segundos, el corazón del nuevo director parece querer detenerse por completo, un mirar sin igual, cabello como un rayo de sol cubierto con un gorro negro y una sonrisa nerviosa, se posan frente a él y nunca creyó que dudaría del propósito de su nuevo puesto. El joven se presenta como Patrick Stump, recién recibido como maestro de Teoría Musical, a pesar de su nerviosismo muy evidente, la manera en que sus mejillas se sonrojan al repetir lineas le parece a Pete de lo más adorable que haya visto en toda su vida. La verdad no ha puesto atención a la mitad de su presentación pero esta seguro de que el puesto de Teoría Musical esta ocupado desde ya.
Después de cincuenta presentaciones de las cuales ya había puesto su atención en tres jóvenes, se da un descanso de tanta incomodidad y el secretario invita a los presentes a pasar por la cafetería a comer algún refrigerio y tomar un café o cualquier bebida no-alcoholica que gusten. Un largo suspiro delata el cansancio del moreno sentado sobre el escenario vacío, su cabeza gira como si hubiera subido a un juego mecánico extremo, solo que este no era nada divertido.
—Señor, ¿esta seguro que desea continuar con esto? Es decir, si esto le parece difícil ¿que le hace pensar que sus obligaciones como director serán más fáciles? —semblante serio ante todo, Doriel es intimidante sin proponérselo.
—Doriel, mi padre debió mencionarte que cuando me propongo algo no descanso hasta lograrlo y esta ocasión no es la excepción. Me quedo con el puesto y por lo tanto continua la selección de maestros nuevos. —con una gran sonrisa en el rostro se encamina a la cafetería, dejando al pobre secretario deseando ser lo suficientemente viejo para morir antes de ver el colegio en ruinas gracias a Pete.
