—Iero, ¿No te dijeron que no puedes traer amigos al trabajo? —se burla Dallon.
—Muy gracioso, ¿No tienes un SnapChat que actualizar? —me hace una señal de "te estoy vigilando" y se retira a su salón.
Voy caminando con un chico grandulón a mi lado. No es mi amigo, ni un conocido, es complicado.
Esta mañana antes de llegar a la escuela, conducía a pocas calles cerca y mi teléfono celular comenzó a sonar. Como estaba esperando llamada de mamá que ha estado muy nerviosa, decidí ver si era ella quien llamaba. Quite mi vista del camino por unos segundos y aunque no era ella el mirar abajo hizo que golpeara a este chico con mi auto. Afortunadamente no fue nada grave pero igual parece que lo deje un poco mareado. Lo traje conmigo para asegurarme de que este bien y llevarlo al médico personalmente. Pero antes debo avisar a Pedro, que diga el director.
Caminamos por el pasillo, verifico cada cinco segundos que el chico siga consciente y después de casi diez minutos de caminar llegamos a la oficina más perturbadora del colegio.
Toco la puerta y como nadie responde en tres segundos la abro sin esperar más.—¡Demonios, Frank! ¿Que no te enseñaron a tocar? —exclama desde el suelo.
—Lo hice y no contestaste... ¿Que haces sentado en el suelo? Aunque no me importa, solo vengo a decirte que cancelare mis clases de hoy, debo ir al hospital.
—Frank, ya te dije que ese tratamiento de estiramiento para aumentar de altura son patrañas. —se levanta sacudiendo su pantalón.
—Eres un idiota, obvio no iré por eso. Digamos que atropelle a una persona y debo asegurarme de que no tiene motivos para demandarme. —digo dando una mirada al rubio que mira la pared como si fuera de oro.
—No dejas de ser una amenaza para la sociedad. Ve que yo aviso a tus alumnos, suerte con eso. —cierro la puerta y tomo al chico por el brazo.
*
He descubierto unos cuantos datos sobre el rubio sobre la mesa de revisión.
Uno, su nombre es Bob.
Dos, acaba de perder su trabajo.
Tres, no sufre de heridas graves.
Y cuatro, si no estuviera mareado me hubiera partido la cara.El doctor dice que todo esta bien, solo tendrá unos cuantos moretones en las zonas golpeada y no hay contusiones de las que deba alarmarme. Recomienda que descanse un poco y no este bajo supervisión de un familiar por lo menos 24 horas.
Salimos del consultorio e intento platicar con él para saber donde vive y así poder llevarlo a casa pero no parece reaccionar.
—Oye te llevo a tu casa ¿Donde vives? —hablo despacio y él solo me mira triste— ¿Te sientes bien?
—Vivo a tres calles del accidente. —dice después de cinco minutos.
—Bien, te llevo y así pueden cuidarte tus familiares. —avanzo a la salida esperando que me siga pero no lo hace— ¿Algun problema?
—No tengo familia, pero se cuidarme solo.
—Soy responsable de tu estado así que mejor acatar las ordenes del médico —subo la mirada a sus ojos— te llevaré a mi casa si no hay otra opción.
**
—Deja que se entere Way, te va a matar. —canturrea al otro lado de la bocina.
—Ni que me lo estuviera tirando, esta aquí porque soy un idiota para manejar.
—Tu lo dijiste, no yo.
—Callate Pete —enciendo el cigarrillo en mi boca— solo será por esta noche, mañana lo llevo a su casa.
—Como sea, si yo fuera él te quitaba hasta el cigarrillo de la boca.
—Eres un acosador, ¿Donde esta la cámara? —retiro el cigarrillo de mis labios.
—¡Que asco! Jamas te espiaría, solo te conozco y se que cuando estas nervioso fumas.
Me asomo a la sala para ver a Bob dormido en mi sofá, termino de hablar con mi amigo y me voy a tomar una ducha. Este día estuvo peor que si yo hubiera sido atropellado por un idiota.
***
Un día nuevo comienza y mi lista de cosas a considerar incluye fijarme en el camino siempre al conducir y evitar destruir la vida de rubios que me doblan tamaño y podrían matarme.
Mi amigo el callado esta despierto ya, sentado en el sofá y mirando al suelo con una sonrisa. Le invito a desayunar e intento sacar platica pero el solo asiente o niega con la cabeza mientras devora su omelet. No se si es siempre así de callado o le dañe tanto el cerebro que perdió la habilidad de hablar. Tal vez debería dejar de preocuparme tanto.
Terminamos de desayunar y salimos de mi apartamento, le pregunto su dirección exacta y él me guía casi en susurros. La verdad me sorprende a donde me ha traído, a unas cinco calles de la escuela hacia el oeste hay un complejo de apartamentos muy antiguo y por lo tanto en condiciones deplorables. Me indica que es su edificio y al detener el auto le doy mi número de celular por si se le ofrece algo en lo que pueda ayudar, toma el pedazo de papel y solo sonríe. Baja del auto luciendo normal y al dar la vuelta se acerca a mi lado por la ventana.
—Gracias por todo, no se de que manera agradecer tus consideraciones hacia mi —suspira aun sonriendo— nos vemos luego, Frank.
Se da la vuelta y entra al edificio viejo mientras yo sigo temblando por su agradecimiento tan sincero. Su hoz llena de melancolía me hace preguntarme si de verdad estará tan solo como aparenta. A pesar de ser de apariencia ruda y más alto que yo, la ternura se le desborda por esa sonrisa de niño pequeño al recibir un nuevo muñeco de peluche.
Bob me recuerda a un pequeño cachorro con la patita torcida, tan vulnerable y agradecido con su cuidador. Un cachorro que solo quieres ver feliz.
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Scholar Affairs «Emo Trinity + Joshler»
Fanfiction¿Te has preguntado que seria de un colegio donde los profesores además de atractivos sean homosexuales? No hay nada de malo en eso, a menos que sus sentimientos se mezclen con el trabajo. El director Pete Wentz tendrá que estar pendiente de sus mae...