14. El salón de inglés

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Malditos exámenes de estado. Detesto tener que trabajar más de lo que requiere mi puesto, pero como dijo mi padre "Tú seras más que un simple director, eres el dueño del futuro de esta institución y del futuro de la familia Wentz." No quiero desepcionar a mi viejo ahora que... En fin, debo terminar de acomodar los exámenes y mandalos a sus respectivos destinatarios lo más pronto posible.

Los pasillos de la escuela son tenebrosos de noche, uno pensaría que son más tenebrosos de día. Gracias a Doriel y estos estúpidos exámenes me estoy perdiendo de mi novela de las ocho. Seguro Mario Alberto ya le dijo a Sofia Magdalena que Beatriz Francisca es su hija. Estar solo en mi oficina nunca se sintió tan aburrido y terrorífico. Doriel no pudo quedarse por que tuvo una cita en el medico, un problema en la pierna o la cabeza no recuerdo bien. El punto es que no me queda mas que aguantar la inmensa soledad de mi oficina. Eso suena como un título de video porno. Interesante.

Sumido en mi miseria escolar, escucho pasos fuera de mi oficina. Debo estar loco. Dejo de lado los papeles y camino hacia la puerta guiado por mi curiosidad. No logro escuchar más pasos pero la vocesita en mi cabeza sugiere que salga a revisar. Tomo la manija de la puerta y la giro lentamente tratando de no hacer ruido al abrirla. Con mi rodilla empujo la puerta despacio sin soltar la manija y asomo un poco la cabeza, vacio y oscuridad. Decidido regresar a mi trabajo, meto la cabeza a la oficina y una serie de ruidos fuertes como si cayeran objetos resuena al final del pasillo. Es una señal para Super Pete, no se me ocurre un mejor nombre de super héroe. Salgo temeroso de mi oficina y camino cuidadoso por el pasillo.

Camino tocando las paredes del pasillo, si ambas paredes, de no ser porque estoy asustado me daría vergüenza parecer loco borracho caminando en zigzag. Me topo en la cabeza con una estantería de trofeos y por suerte no escucho nada quebrarse, creo que debería alisar el camino con lo celular. Tomo mi celular del bolsillo de mi pantalón y alumbro el piso para poder avanzar. Me detengo unos segundos esperando oír mas ruido y en efecto otro golpe suena en la pared del fondo. Me acerco al final del pasillo y debo decidir que camino tomar, a la izquierda donde esta el cuarto del conserje, la enfermería y la escalera al sótano o a la derecha en donde estan los salones de inglés, biología y política (actualmente no esta en funcionamiento.)

Otro golpe suena seguido de varios pasos como si alguien corriera, vienen del lado derecho. Camino lo mas rápido posible en esa dirección y al llegar al primer salón abro tomo aire y abro lentamente la puerta. Lo primero que veo casi me saca un gas. Una sombra al final del salón simulando a un alumno. Nadie me dijo que esta escuela tuviera fantasmas.

Me quedo pasmado por unos segundos, es mejor que me aleje, no me voy a hacer el héroe ahora que el fantasma huele mi miedo y mi gas. Estiro la mano para tomar la puerta y la sombra se mueve, me quedo petrificado. La sombra se acerca y yo sigo sin poder moverme, se ha dado cuenta que me tiene atrapado. Estando la sombra a menos de dos metros de mi se me ocurre una idea, estiro mi mano al interruptor de luz a lado de la puerta y la enciendo.

—¡Hijo de la chingada! —exclamo en cuanto se hace la luz.

—Lo siento, lo siento, no me despida. —suplica tratando de aguantar la risa.

—Dallon, ¿Qué demonios haces aquí?

—Solo buscaba los dulces que esconde Smith en su salón... —me mira fingiendo una gran sonrisa— no pensé que hubiera alguien en la escuela a estas horas.

—Lo mismo digo. Debería sacarte a golpes de aquí y despedirte por... Espera ¿como entraste a la escuela? Pensé que la cerraban después de las cinco.

—Es una historia divertida —mira sus pies— el conserje me prestó una copia de las llaves a cambio de una foto de Way y Iero besándose.

—¿Que? ¿porque querría el conserje esa foto?

—Creo que los shippea o algo así, no me meto en sus asuntos yo solo quiero los dulces de Smith. —tiene una mirada muy convincente y un puchero en los labios.

—Esta bien, no te haré nada pero tienes que darme dulces, escuché que los pide en una red súper secreta desde Japón.

—Si, es tan secreta que no la encuentras si no tienes un código de miembro que es diferente cada semana. —me mira con asombro y corre al asiento donde estaba cuando entré— gracias director, le debo una.

—Me debes un millón y más te vale que me mandes esa foto por e-mail, me sirve para estafar a Iero. —tomo la bolsa de dulces y saco un puño.

Ambos salimos del salón de inglés, yo voy a mi oficina a terminar mi trabajo después de sacar a Dallon a patadas de la escuela.




-------------Día de actualización: lunes-----------

Scholar Affairs «Emo Trinity + Joshler»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora