16. Suplente

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Lo arruiné.

Patrick solo me mira anonadado, creo que después de todo no le gusto. Seguro me acusará de abusivo, renunciará, y hará que me arresten o por lo menos pondrá una orden de restricción en mi contra. Debí pensar las cosas antes de besarlo así de la nada.

-Lo siento, no debí...-mueve la cabeza en negación.

-¿Es verdad lo que dice-s? ¿En serio te gusto? -pregunta cabizbajo.

-¿Me demandarás si digo que si?

-No, solo quiero estar seguro de que no escuche de más, que esto es real. -levanta la vista y me mira, sus mejillas teñidas de rosa.

-Si, Patrick, me gustas y demasiado. -sus ojos se engrandecen e iluminan- Me siento atraído a ti de una manera ilógica, podría decirse que fue amor a primera vista.

-¿Como lo puedes decir tan tranquilo? Es decir, lo haces parecer tan sencillo que me asusta.

-¿Que te asusta? No es mi intensión que mis sentimientos hacia ti te asusten, si quieres mantengo mi distancia yo...

-No, no me refiero a eso... También me gustas. -baja la mirada nuevamente y me alegra que lo haga por que así no puede ver mi rostro colorado.

*
No crean que después de eso nos besamos apasionadamente y tuvimos sexo sobre su escritorio, aunque hubiera sido perfecto, esto no es Wattpad...

Solo quedamos en conocernos poco a poco y así ver si puede pasar algo serio entre nosotros. Normalmente me hubiera negado y lo hubiera mandado por un tubo pero tengo la sensación de que vale la pena esperar a que pase algo más, por él esperaría una eternidad. Siempre y cuando la eternidad dure uno o dos años. Como aquella vez que dije que esperaría a esa chica de secundaria por una semana, su mejor amiga me daba sus mensajes ya que ella no tenia celular y termine acostándome con su amiga, buenos tiempos. Pero esto no ocurrirá, nada ni nadie se interpondrá entre Panquesito Patrick y yo.

El estúpido de Frank me llama por celular, seguro quiere saber que paso con Patrick, es un chismoso. No contesto, corto la llamada. ¿Quiere saber que pasó después de que hizo que mi hermoso panquecito pensara que estábamos a punto de besarnos o tener sexo? Esta jodido.

Entro a mi oficina y cuando voy a cerrar la puerta se escucha un grito detrás de mi, la mano de alguien esta impidiendo que mi puerta se cierre.

-¿Quisieras quitar tu mano y callarte? Intento cerrar la puerta.

-A veces eres tan cruel que me pregunto porque soy tu amigo. -Frank se soba la mano y entra a mi oficina- ¿Por qué no contestas mis llamadas? ¿Me estas engañando?

-Ya basta, Iero. Casi me arruinas la reputación que me queda.

-¿Tenias reputación? ¿De el director gay idiota que maltrata maestros?

-Ya deja de joder y dejame trabajar. -levanta las manos defensivo y se retira de mi oficina.

Tengo mucho trabajo pendiente como para que el duende rechazado de Blanca Nieves venga a interrumpir cuando le da la gana solo por que no tiene nada mejor que hacer. Como Way ha estado ocupado evaluando los trabajos de mitad de semestre de arte, Iero no ha podido verlo y ahí estoy yo como segunda opción para quitarle lo aburrido.

Me siento en mi silla giratoria y tomo algunos documentos en mis manos cuando suena la puerta. Juro que voy a matar al enano. Me levanto enfadado y abro la puerta contando hasta cinco.

-Te dije que no me fastidiaras más, idiota. -digo en cuanto abro la puerta.

-Ya se que no le agrado pero ¿por que me llama idiota? -Urie me mira ofendido.

-Lo siento, no era para ti, era para... No importa ¿Que necesitas?

-¿Puedo pasar? -mira hacia mi mano en la puerta y la quito dejándolo pasar- Quisiera pedirle unos días de descanso, necesito salir de la ciudad unos días por un asunto personal.

-Lo pensaré ¿Cuando seria eso? -lo miro contar con los dedos.

-En dos semanas más, creo para ese entonces ya habrán dado de alta a mi padre.

-¿Todo bien con él? -pregunto cuidadoso.

-Si, bueno eso esperamos, lo operaron de las piernas y lograron salvarlas pero igual no las puede usar. -hace una mueca con los labios- Aun se debate entre si debería tratar de ir a terapia o solo quedarse así.

-Entonces debes estar ahí, buscaré algún suplente para tu clase. -veo como sus ojos se iluminan y sonríe de lado.

-Gracias, director. -se levanta y me da la mano- De verdad le agradezco que me haya dado el permiso.

-Si, si, pero anda ya a tu salón antes de que la bondad se vaya de mi lado.

Urie sale disparado de mi oficina y yo siento un calor en mi pecho que me dice que he hecho lo correcto.

Regreso a los documentos y los separo por asunto: fichas de alumnos, exámenes con calificación perfecta, exámenes con calificación terriblemente mala, fichas de maestros ¿fichas de maestros?

Hay algunas hojas con información de maestros interesados en trabajar aquí, la mayoría se ven muy heterosexuales en sus fotos de presentación pero hay uno que otro bien parecido. Tenemos uno de física, uno de idiomas extranjeros, uno de literatura, artes marciales y hasta filosofía. Seria interesante meter más clases al programa. Hay uno en particular que parece caído del cielo, dice que es experto en temas musicales. Me vendría bien por lo menos mientras Urie no esta. No tiene experiencia enseñando pero eso no me importa, solo calmará a las fieras de música.

Aparto su ficha de las demás y la pongo frente a mi computadora, así no se me olvida revisarlo de nuevo. Termino de acomodar los documentos y cierro los ojos por unos minutos, a veces una siesta ya no es suficiente para mi.

Despierto igual o más cansado que antes, esos diez minutos parecen diez segundos. Apago la computadora y veo la carpeta con la ficha del maestro de música. Siento que he visto esa cara en algún otro lado. Vuelvo a buscar el nombre del maestro y me quedo satisfecho.

Sabía que su rostro era perturbadoramente conocido.

Scholar Affairs «Emo Trinity + Joshler»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora