Pero antes de que siquiera pudiera rozar mis labios con los suyos, de repente sentí un tirón, seguido del viento frío golpear mi cara y hacerme temblar, haciendo un pequeño recorrido hacia mi espalda, mantuve los ojos bien abiertos.
—Yo no soy Niall. —dijo volteando su rostro, después me miró, su cara estaba completamente seria pero sus cejas estaban ceñidas.
Y dejó mi habitación tan rápido como el paso que di hacía atrás, chocando mi espalda contra la puerta y deslizándome para volver a comenzar a llorar.
Por supuesto que él no era Niall.Habían pasado varios días después de lo que había pasado, ni un pequeño rastro de Zayn, ya no lo veía bajar o subir por la ventana, y el sonido de las llantas de su patineta chocar contra el asfalto, ya no se escuchaba más.
Sentía que había roto algún tipo de lazo que hubiera podido unirnos, la conexión que sentía con él antes, se había esfumado, aunque seguía sintiendo el pequeño tirón en mi pecho de querer verlo cada vez que asomaba mis narices por la ventana, pero él ya no aparecía ni por error.
—Hey... —llamó Kendall— ¿pasa algo?, llevas un buen tiempo mirando el pizarrón, aunque ni siquiera estás poniendo atención. —me miró desconcertado y al ver que no respondí chasqueó la lengua— Vamos a tener que hablar con Harry porque definitivamente no es normal... —dijo haciendo un leve movimiento con su dedo índice frente a mi nariz— Y no le va a gustar.
Harry llegó a nuestro salón con donas y un vaso de chocolate para cada uno, comenzaba a hacer frío y siempre acostumbrábamos a quedar en nuestro salón en este tiempo. Cuando llegó y se sentó en la banca frente a la mía, dejó mi vaso de chocolate y en seguida lanzó un puchero.
—Mírate, ¡qué pálido!, ¿ya te viste?, esas grandes manchas negras bajo tus ojos hacen que cuestione si soy amigo de un humano o un panda. —sorbió su chocolate y desvío su mirada de la mía para tomar una dona de la caja— Así que tampoco tienes humor... Ya, cuéntanos.
Mis ojos se aguardaron y lo único que pude hacer fue tomar mi vaso de la mesa y beber lentamente, escondiendo mi rostro al menos por unos momentos.
—No puedo ni hablar. —dije finalmente, viendo la boquilla humeante por el pequeño movimiento que hice al beber.
Y era verdad, había tenido el nudo en mi garganta por bastante tiempo, hablar era dar paso a un montón de lágrimas más.
—¿Es algo sobre el chico hielo? —preguntó Harry, Kendall se inclinó un poco hacia mi.
Asentí. —Ah, ya veo, con que es ese.—Pudiste haber enviado un texto. —dijo Kendall metiendo un cacho de dona en su boca— Si no puedes hablar.
Asentí de nuevo, volviendo a beber de mi vaso.
—Vaya, nunca te había visto así, parecías alguien que podía esconder cualquier malestar con facilidad, pero ya veo que cualquiera tiene un pequeño botón de mantenimiento. —Harry sonrió y acercó una dona a mi cara, haciéndome retroceder, aunque al final terminé cediendo.
Luego decidí que seguramente, después de esto, jamás tendría una oportunidad de desahogarme otra vez, pasé el cacho de dona casi a la fuerza por mi garganta y los miré.
—Él tiene un tatuaje. —comencé, mi repentino tono de voz los hizo voltear inmediatamente. Sonreí.— Y para ser honesto no lo entendía, pero creo que es algo importante.
—Él seguro tiene bastantes más. —respondió Kendall
—Creo que rompí algo dentro de él la última vez que lo vi. —los ojos comenzaron a llorarme— Y también en mi.
No los estaba mirando pero estaba seguro de que mantenían una conversación visual entre ellos.
—Me recuerda a Niall. —solté
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¿Nosotros no?
Fanfiction"Lo vi, su silueta se alineaba perfectamente contra la luz de la luna, sus brazos se movían sobre el suelo de la azotea, su beani cubría cualquier mechón de cabello que pudiera salir, era tan distinto a Niall, era una persona fría y de la noche, era...