XVI

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Me quedé quieto, observando las gotas de agua resbalar lentamente del vidrio, creando un camino que poco a poco se iba desvaneciendo, mis ojos se cerraban por ratos y dejaba que el sonido de la lluvia me arrullara.
Alcé la vista después de un rato para quedar mirando la ventana de Zayn, que se encontraba cerrada y cubierta con una cortina azul, también miré las gotas de su ventana por un largo rato, ya habían pasado tres días desde su partida, a sabrá Dios donde, mi mente no dejaba de darle vueltas a su destino, a el propósito de dejar a su hermana y al café sin su presencia. A mí.

Luego salté, porque Louis estaba trepando la pared de la casa de Zayn, después se metió a su cuarto sin voltear a ninguna parte, y sin siquiera haberlo planeado, me quedé esperando su salida, demasiado tiempo en un lugar que no era suyo, demasiado tiempo hurgando las cosas de Zayn, tan cerca de él.

¿Pero qué estaba sucediendo conmigo?, desde su ausencia era más fácil que se filtrara entre mis pensamientos, de una manera muy extraña, llevaba tres días solamente pensando en él y en lo mal que me sentía al no tenerlo más cerca. No era así de importante, incluso cuando se encontraba cerca, ¿no era eso casi irrelevante?, entonces ¿por qué?.

Louis no salió de ahí hasta después de unas horas, largas y eternas, él ni siquiera prestó atención a su alrededor, no se dio cuenta de mis ojos siguiendo sus movimientos con cuidado.

Era un gran misterio para mí también, él era distinto, no raro, solo tenía que comprender su forma de pensar. Incluso Zayn era mucho más fácil de tratar, y eso era mucho decir.

—Estas mirando demasiado a la ventana últimamente.
Salté un poco, asustado por la repentina compañía.— Lo siento, toqué pero estabas muy concentrado en tus pensamientos que no me escuchaste. ¿Estás bien?

Asentí
—¿Necesitas algo?

—Solo saber si estás bien. ¿Es por el chico de a lado?

Me rasqué la cabeza.
—No, Karen. Solo estoy cansado, estoy tratando de obtener buenas notas.

—Me parece bien, entonces descansa en lugar de arruinar tu postura. Ve a dormir, es muy temprano.

Asentí de nuevo pero no me moví, ella salió de mi cuarto dejando un suspiro profundo en la puerta de mi habitación.

*

—Uy, parece que algún camión te aplastó unas diez veces. —Kendall se movió de mi lugar y una vez que estuve sentado me colocó su gorra blanca, el cabello sobre mi frente fue tomado.

—No es nada. —dije irritado y quitándome la gorra para dejarla en su regazo.— Solo estoy cansado —dije bajo

—Mmm... —me miró de reojo

Harry llegó después con café y un vaso grande de fruta con chantillí, lo dejó en medio de nuestro escritorio compartido y cruzó sus piernas para sentarse frente a nosotros. Después hizo un puchero.

—Llevamos años sin vernos fuera de la escuela, no hemos ido a ninguna parte, siempre están ocupados. Vamos, su curso no es tan pesado.

—Intenta aprender los tiempos en francés, la maldita pronunciación y toda esa mierda. —le dijo Kendall, mirándolo molesto— Yo creo que tu curso es más fácil.

—No seas idiota, escogiste esto porque tienes algo de potencial, y además nadie te obligó, tienes que hacerte responsable de tus propias decisiones. Liam no se queja tanto como tú.

—Es porque a Liam le importa un comino pasar francés o no. —ambos me miraron, opté por quedarme callado y agarrar un tenedor para tomar una fresa

—Gracias por la fruta. —dije, metiéndola en mi boca.

—Es el chico hielo, ¿no? —Harry dijo bajo

—Debe ser. —aceptó Kendall

—Lo triste es que debes saber dónde está y aún viendo mi estado decides no decirme. —mascullé

—Nope, no tengo ni la menor idea, resulta que llegué a trabajar un día y se encontraba Louis como encargado, yo solo trabajé sin preguntar, y aunque lo hubiera hecho —dijo metiendo un pedazo de sandía a su boca— Louis no me iba a decir nada.

—Ese chico es raro. —Harry me miró con los ojos entrecerrados

—Yo tampoco lo entiendo. —volvió a estar de acuerdo

—¿Tú sabes la relación de ellos dos?
Pregunté

—Es complicado, de verdad, Zayn no habla mucho de él y viceversa, pero parecen muy cercanos, mucho. —aclaró mirándome— En el poco tiempo que llevo conociendo su relación puedo decir que podrían ser algo así como amigos con derechos, pero no estoy seguro, es muy confuso. Un día están hablando bien, o muy juntos, incluso se susurran al oído, a veces, pero en otras ocasiones los he visto pelear fuera del local, gritarse maldiciones y hasta golpeándose. Solo ellos saben que mierda son.

—Suena muy íntimo. —el menor de los tres golpeteó mi hombro— Pero no te desanimes, nada está claro hasta que alguno de los dos decida ponerle etiqueta a su relación.

—Yo creo que solo están divirtiéndose, messing around.

—Mmm... —finalmente dije, observando a Kendall con una mueca.

Zayn regresó al día siguiente. No tenía idea de porqué en mi mente tenía planeada una bienvenida llena de emociones y cosas tontas y cursis. Lo admito, lo pensé más de una vez.
Aunque, en cambio, recibí una mirada fría y ni siquiera una palabra. Me quedé con la sonrisa amarga marcada en mi cara y mi mirada pegada en la pared de ladrillos.

¿Qué mierda había sido eso?

Puedo jurar que sentí como si mi calor se hubiera esfumado, como el humo flotando encima de una fogata. Así lo sentí, desvaneciéndose.

Antes de ir a la escuela y hacer mi camino hasta ella, decidí pasar por la cafetería. Definitivamente no me iba a quedar como un tonto. Tenía tantas preguntas y rabia acumulada dentro de mí que era insano.

Zayn no estaba atendiendo pero si un chico menor, con el cabello alborotado y pecas sobre sus mejillas.

—No creo que venga a trabajar hoy. —me dijo— Vino por Louis en la mañana y ambos se fueron a quien sabe dónde, dejaron a cargo a Kendall, dijo que venia en camino, ¿es algún asunto personal o sobre la cafetería?

Asentí. Porque bien, yo estaba total y brillantemente bien. Joder que si.

—Nada personal. —respondí, caminando unos pasos lejos

—Uhm... —dijo jugando con su labio— Bueno, no lo creo, te he visto aquí varias veces, Zayn no te ha dicho nada, ¿verdad?

Me quedé callado. Sentí que al levantar mi mirada del suelo me había convertido de repente en un cachorro triste. Abandonado y olvidado por su dueño.

—¿Qué es lo que no me ha dicho?

—Habla con él. Es lo único que puedo decirte. Solo Zayn puede hablar sobre esto. —dicho esto se dio media vuelta y entró de nuevo al local.

Kendall tendría alguna respuesta. Después de todo él estaba a cargo.

¿Nosotros no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora