La vuelta

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Unos días después María se puso a prepararse la maleta distraída pensando en sus cosas, guardando además de su ropa, todos sus recuerdos de su estancia ahí. No sabía si volvería y quería guardarse para ella todo.

- ¿Te vas?- Adrián estaba junto a la puerta apoyado en el marco, mirándola. Desde aquel día en el barco estaban más unidos aunque entre ellos no había pasado nada más desde aquel beso.

- Si, en dos días es mi cumpleaños y me gustaría estar con mi familia.

- Lo sé... nunca podré olvidar tu cumpleaños. ¿Ibas a irte sin decirnos nada?- Le dolió pensar que así sería. Que ahora que la sentía muy dentro iba a irse de su lado.

- Me iba a despedir de vosotros por supuesto - María se giró a mirarle.

- ¿Cuando te vas? - Esperó que la respuesta fuera nunca, aunque sabía que eso era imposible.

- Mañana por la mañana - suspiró. En realidad le dolía irse.

- ¿Y tienes pensado volver? - Adrián se acercó a ella.

- ¿Que hago aquí Adrián? Diego se pasa el día trabajando, Dani cada vez está más esquivo conmigo y tú... - suspiró de nuevo y clavó la mirada al suelo - ya sé lo que es enamorarme de alguien mayor y solo me ha traído problemas y si me quedo aquí no se que va a pasar - Adrián la entendió y vio el miedo en sus ojos.

- Te voy a echar mucho de menos... - Le dio un beso en la frente y la abrazó. Ella le agarró fuerte de la cintura y apoyó su cabeza en su pecho.

- Y yo... - y lo había dicho de verdad.

María no quería irse, pero tampoco quería quedarse. El amor por Barcelona y la gente que allí tenía era fuerte, pero el sentimiento de querer empezar, las ganas de seguir disfrutando de la vida la tiraban hacia aquí: Dani con el que había tenido los mejores orgasmos de su vida, Diego que la había hecho reír como nunca y Adrián con el que había tenido una conexión especial. En el fondo, María los quería a los tres, y sabía que si se quedaba acabaría por enamorarse de esa manera, en la que no eres capaz de respirar si no los tienes junto a ti. Pero a la vez su corazón pertenecía a Nacho y dudaba que eso cambiara algún día, ¿porque acaso se olvida alguna vez el primer amor? Salió al jardín, se sentó al borde de la piscina, metió los pies en el agua y se puso a pensar en las muchas veces que ella y Nacho habían estado juntos.

" María estaba en casa de su padre sola. Pablo había salido con Sergio a preparar los últimos detalles por su cumpleaños y su padre estaba trabajando. Estaba a punto de cumplir 17 años y se sentía sola y aburrida.

- ¿Si? - Nacho estaba paseando por las calles de Barcelona, cuando María le llamó por teléfono.

- ¿Que haces? - le dijo ella intentando parecer poco interesada.

- Hola enana, pues comprarle un regalo a una chica muy especial. ¿Que quieres?- María se mordió el labio, sabía que Nacho estaba comprando su regalo.

- Estoy aburrida y es mi último día con 16 años, ¿me llevas a dar un paseo? - Nacho no podía resistirse a esa niña, nunca había podido.

- En 20 minutos estoy ahí - María saltó de la emoción y colgó.

Se puso un vestido corto, unas braguitas rosas y unas sandalias planas, se recogió el pelo con una coleta alta y salió a la calle a esperar a Nacho. Cuando llegó este le pitó y ella se subió al coche.

- María María... tienes que empezar a usar vestidos más largos - María se sonrojó.

- ¡Oh Vamos....! No entiendo porque os encanta que las chicas vayan así vestidas y yo no puedo hacerlo - María hizo un puchero.

En la cama de María - Trilogía María parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora