Una vida para cuatro

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Hacía más de tres meses que había pasado todo aquello con Derek, el antes y el después en la vida de María y en la relación con Adrián, Diego y Dani. Después de aquel fatídico día los cuatro se sintieron más unidos el uno con el otro. María sobre todo sentía un amor cada vez más grande hacia ellos. No sabía bien en qué momento de la noche en su cabeza el clic sonó, pero así fue. Cuando llegó Pablo de su viaje por París junto con una Lorena sonriente y enamorada, ella le contó sus intenciones de irse a vivir a Almería. Pablo que estaba enamorado hasta las trancas no iba a decirle a su hermana por mucho que le pesara que dejara de mirar por su corazón y se quedara ahí, así que la dejó marchar. La vida con ellos tres pasó de ser extraña a ser lo más normal del mundo. Tanto se acostaba con uno, como con dos, como con los tres. Cada uno le aportaba una cosa y no sabría estar sin ninguno de ellos. Pero en público, ante su familia o en la calle su pareja era Adrián y eso, aunque al principio a ninguno le importaba, poco a poco Diego y Dani empezaron a sentirse algo incómodos con esa situación. Incluso María alguna vez había sentido más ganas de estar con alguno de ellos dos que no con Adrián y le dolía no poder hacerlo.

Se acercaba la Navidad y María no quería pasarla lejos ni de su familia ni de su adorada Barcelona.

- Chicos - Estaban los 4 sentados en el sofá viendo una de esas películas que tanto le gustaban a Dani - el viernes me iré para Barcelona. Es Navidad y no puedo estar aquí.

Los tres se miraron, sabía que este momento llegaría pero aun así no estaban preparados.

- Y... quiero que vengáis conmigo. Sois mi vida y empezar un nuevo año sin vosotros no será mágico.

Los tres sonrieron, estaban felices aunque en el fondo Dani y Diego sabían que eso significaba no poder tener a María del modo que ellos querían. No podían tocarla, besarla y amarla en cualquier momento.

Al día siguiente María bajó al pueblo para hacer algunas compras de navidad y se encontró a Raquel, la que raramente llevaba meses sin ver.

- Hola María - María se giró y al verla sonrió.

- Hola Raquel, ¿qué tal todo? - Raquel y María se dieron dos besos. Raquel había perdido peso, estaba más delgada y con el pelo algo desaliñado.

- Muy bien, veo que sigues por aquí...

- Si, pero el Viernes me voy para Barcelona.

- ¿Tu sola? - María se quedó mirando a Raquel. ¿Porque le preguntaba eso?

- No, los chicos vienen conmigo. ¿Y tú te quedas por aquí? - Raquel suspiró y a María todo le resultó curioso.

- Sí, aquí estaré... Bueno, tengo que irme - Raquel se apresuró en despedirse de María, se dio media vuelta y se fue.

María estuvo toda la mañana pensando en aquel encuentro y en lo rara que había estado Raquel. Por eso cuando llegó a la casa se fue directa a la habitación de Dani.

- Hola preciosa, ven túmbate conmigo - Le dijo Dani nada más verla. Él estaba sentado en la cama leyendo un libro.

- Me he encontrado a Raquel hoy en el pueblo, estaba rara. ¿Sabes qué le pasa? - María se acurrucó al lado de Dani y él siguió leyendo el libro.

- Define rara - Le preguntó Dani sin sacar los ojos del libro.

- Más delgada, con el pelo triste, preguntaba si me iba, si me iba sola y estaba como decaída - Dani cerró el libro y se tumbó encima de María. Ella abrió las piernas para que él pudiera encajarse bien.

- Preciosa, ¿que no lo ves? Raquel lleva meses sin echar un buen polvo, uno de esos buenos que yo se dar- Dani movió sus caderas apretándose contra María ella abrió la boca y jadeo- Un polvo de esos que hacen que una mujer grite como loca - Dani no paraba de frotarse contra María mientras la miraba a los ojos - ¿Sabes a qué me refiero María? - ella dijo que si con la cabeza - ¿Cómo estarías tú si dejarás de tener esos magníficos polvos del profesor del sexo? - Soltó una carcajada y Dani Paró - ¿Te hace gracia?

En la cama de María - Trilogía María parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora