El momento de la verdad

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- Adrián, respóndeme - María se quedó mirándole. Él la miraba sin saber qué decir. ¿Por qué le estaba preguntando esto ahora? ¿Qué había pasado? ¿Qué se estaba perdiendo?

- Es que no entiendo la pregunta María - María resopló.

- Es fácil. El que sean gemelas no viene de ti, viene de mi madre, es cosa del óvulo, de la mujer... por lo tanto te pregunto... si no fueran tuyas, ¿que?- Adrián estaba entre enfadado y alucinado.

- ¿Cómo que qué? ¿Dudas de que sean mías? ¿De quién si no iban a ser? - Pero antes de que María respondiera él mismo supo la respuesta. Nacho.

- De Nacho - Adrián se quedó callado, se separó de ella, se dio la vuelta y respiró hondo. No podía estar pasándole esto ahora.

- María, ¿Tú me quieres? - Adrián había vuelto junto a ella y le cogía la mano. Ella le miraba.

- Si...

- ¿Pero?

- Que a él también le quiero, y supongo que siempre voy a quererle y es difícil vivir con esta situación y me pregunto... ¿Si fuesen suyas, que pasaría?- Adrián le había pasado mucho. Le había dejado tiempo, espacio y le había dado comprensión sobre el tema, pero ya no podía más. Y estaba cansado.

- A mi no me hagas esa pregunta María, háztela a ti. Para mi esas pequeñas son mías. Y lo serán siempre. Voy a salir 5 minutos a que me dé el aire, cuando vuelva espero que hayas decidido si quieres que yo forme parte de tu vida o no, pero parte de la suya voy a formar siempre te guste o no... piénsalo bien, no voy a estar jugando más a este juego.

- Pero Adrián...

- No hay peros María... decídete ya - Adrián se fue y María se quedó sola.

¿Que hago? Pensó. Estaba nerviosa, tenía miedo y se sentía paralizada.

"Son mis hijas, y son suyas, él ha estado conmigo durante el embarazo, él ha puesto la ilusión, el empeño y la alegría, me ha ayudado a decidir todo y ha elegido el nombre de una de ellas... "

Le dijo a una de las enfermeras que llamara a Pablo y dos minutos después Pablo estaba junto a ella. María entonces empezó a llorar. Pablo que había visto salir a Adrián y que él le había contado lo sucedido, solo abrazó a María. Cinco minutos después María se había calmado.

- Esta no eres tú María. Te estás comportando como una niña. Estas haciendo daño a gente que te importa y no te reconozco - María le miró asombrada - Vas a ser madre, ya eres madre... ¿Tu crees que esa es manera de comportarte? En dos días cumples 24 años María...

- ¿Por qué me dices esto Pablo?

- Porque ya está bien, te hemos consentido todo pero ahora no solo eres tu... decídete ya y no juegues con la vida de estas niñas - Pablo entonces se fue de la habitación y dejó a María sola.

"Pablo tiene razón, tengo que decidirme ya, tengo que dejar de jugar con la gente, tengo que dejar de ser una niña"

La enfermera de antes volvió a entrar y le preguntó a María como estaba y ella le dijo que mal. La enfermera preocupada se acercó y le preguntó qué le dolía.

- El corazón - La enfermera dejó escapar una sonrisa.

- Tranquila, dentro de poco las tendrás contigo y todo habrá acabado.

- Necesito saber .... - Se quedó callada. En realidad no lo necesitaba. En realidad no quería saberlo. ¿Que importaba saber de quién eran las niñas? ¿Qué iba a cambiar eso? Tenía que ser ella quien decidiera y no un papel.

En la cama de María - Trilogía María parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora