Capítulo 17.

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El día paso lento y no me volví a encontrar con el profesor por ningún lado

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El día paso lento y no me volví a encontrar con el profesor por ningún lado. No iré a detencion y si, estaba en los pasillos pero conseguí que no me cacharan. Tengo la mente hecha mierda.  

No fui a la clase de la profesora McGuire, no me interesaba. No tenía humor para hacerlo. Mañana le invento cualquier cosa, ella es dócil conmigo.

Tenía un plan. No me podía quedar con los brazos cruzados, cuando mis dos mejores amigos, que conozco desde niños están separados de mi.

Esperaba a Leah tal y como me lo había dicho y había llamado a Jeff a quién esperaba también. Íbamos a tener una conversación seria. O al menos ellos, la tendran.

Era lo único que se me había ocurrido en todo el día y era la única solución para mi. No quería perder su amistad, menos por esto. Aunque supongo que ya esta perdida, nada vuelve a ser lo mismo, cuando te dejan en la friendzone.

No me gusta Jeff y no me veo teniendo una relación con él. Es un rompe corazones, si, guapo, chistoso, pero nunca había pensado algo más de el.

Escuché la puerta y Alma como siempre, abrió.

Había durado mucho en subir. Y determine que era Leah, abrió la puerta sin tocar y me miró, me levanté de la cama y camine hacia ella, toqué la perilla y terminé de abrirla. Dudó dos segundos en pasar, pero finalmente lo hizo. Caminó hacia la cama y se sentó. Suspiramos dura y lentamente al mismo tiempo.

-lo siento.- se disculpó.- no debí golpearte, solo estaba enojada, y... no es tu culpa.- comenzó a hablar. Sonreí triste mientras la miraba. Caminé hacia ella, sentandome en mi sillón.

-lo sé. Y después de lo que viste, seguro me odias más.- ella bajó su mirada.

-nunca podría odiar a una de las personas que siempre ha estado ahí conmigo. Seria injusto, no es tu culpa, nunca lo fue.- su voz era débil. Sabía que estaba triste. Me levanté y me senté a su lado, abrazandola.

-nunca haría algo que te lastimara, Leah y lo sabes.- susurré, sentí sus manos posarse en mi espalda.

-lo sé.- su voz se deshizo. La abracé con más fuerza. Se escuchó la puerta abrirse. Nos separamos y vimos al moreno nervioso, detrás de la puerta. Sentía sus miradas matadoras encima mio. No me importa. Camine hacia él y lo hale hacia dentro de la habitación, evitando que se escapara. Los dos me miraron.

Y en vez de una cachetada, Leah me va a querer cortar la cabeza después de esta. Tenía que intertarlo, era la única manera de arreglar las cosas. No quería perder a mis amigos por esta estupidez.

Iguales (Two Souls #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora