-lo hice sólo para acallar a las voces en mi cabeza de que podríamos ser descubiertos.- miró sus manos, parecía un niño inseguro.
-eso a ella le molestó. Si le hago eso a Nikki me corta el ripio.- reí ante la palabra.
-no sé por que te preocupa tanto.- alcé los hombros, despreocupado, los dos me miraron.- ¿acaso te tiene tan loco?.- me burlé.
-¿de qué hablas?.- preguntó Balthasar.
-pués, estabas negado a que era Jo Carter.- alcé una ceja. Cerró sus ojos.
-son tan diferentes.- susurró.- pero hay algo que me llama la atención de Joyce.- admitió.
-no son diferentes. Jo Carter era así mismo antes de que sus padres murieran. Joven, despreocupada, fiestera. Te lo digo por que pasé desde que nació hasta que murió vigilandola.- alcé mis hombros.- tuvo que cambiar, madurar.- expliqué.- a Joyce no le ha pasado nada para que madure o deje su vida de adolescente. Debes de entenderla.- lo miré.
-¿Qué se siente?.- preguntó Nicholai.
-¿Qué?.- preguntó Balthasar.
-que ella te haga sentir como Jo Carter te hizo sentir una vez. Ya que para ti son personas muy diferentes.- alzó sus hombros Nicholai.
Gruñó malhumorado y se restregó los ojos de mala gana.
-no comprendo.- se dió por vencido.- te juro que me encanta besarla y besa igual que Jo Carter.- sonreí.
-por eso te dije que la besaras para que salieras de dudas, pero al hacerlo te obsesionaste con sus besos.- dí una palmada en su hombro. -es buen tiempo para pensar en todas las barbaridades que le hiciste a Jo Carter antes de su muerte.
-la lastimó mucho. Se metió con Natasha, luego volvía a ella a alimentar sus esperanzas y luego esas esperanzas se iban al ella ver a Balthasar con Natasha. De nuevo.- Nicholai sonrió.- déjame decirte que fuiste un imbecil con todas las letras.- reímos.
-¿en qué pensabas?.- pregunté.
-pués, quería alejarla de mi, pero no podía hacerlo. Lograba alejarla, sí, pero mi necesidad era mucha, necesitaba de ella, de sus ojos, de su olor.- miró hacia un punto vacio.- y la perdí.- me miró.
-pues yo te dí una oportunidad, así que por favor aprovechala y arregla las cosas con ella.- murmuré.
-mientras tanto hay que ser discretos, Natasha esta sospechando. Sabes que es chismosa y daría cualquier cosa por ver un buen show de matanzas. Ten cuidado.- Nicholai habló. Se me erizo la piel al recordar todo lo que pasó hace 18 años.
-y hay que tener cuidado, si el rey vampiro se da cuenta de lo que hice, de que le dí vida a quien puede matarlo de una vez por todas, la matará y nos matará a nosotros por estar metiéndonos en su plan malévolo de gobernar al mundo.- musité despacio.
-ha pasado mucho tiempo, ¿no?. ¿Por qué el rey vampiro no ha tomado el mundo?.- preguntó Nicholai.
-las cosas en el mundo de los humanos están muy avanzadas. Deben de tener cuidado, pero tomarán este mundo pronto y solo Jo puede impedirlo.- murmuré.
-¿y cuándo vamos a revelarle a Jo la verdad?.- preguntó Nicholai.
-será pronto, pero debo de arreglar las cosas con ella primero.- Balthasar habló. Lo miramos y asentimos.
Miramos al mismo tiempo hacia la silueta de la morena dormida encima de su cama. Los tres estábamos sentados en el árbol hablando sobre cosas importantes.
Tres acosadores.
-ugh, que olor tan putrefacto.- murmuró Nocholai.
-no huelo nada.- murmuré.
-lobo.- murmuró Balthasar.- es tiempo de irnos.- asentimos.
Saltamos Nicholai y yo, Balthasar como siempre se quedaba unos segundos más admirandola. Y luego saltaba.
Les toqué los hombros a los dos y aparecimos en la casa.
Suspiré mientras me levantaba. Había dormido bien aunque tenía muchas preocupaciones en mi mente.
¿Cómo estará Leah?, ¿habrá Jeff considerado mi propuesta?. Por favor, que sea así.
Hice todo lo que hacía en las mañanas, cepillarme los dientes, darme una ducha larga, lavarme el cabello y cambiarme. Cepillé mi pelo largo dejándolo secar y me vestí con el uniforme. Bajé trotando y entré a la cocina.
Alma estaba haciendo el desayuno. Como siempre.
La miré, tal vez no sea tan mala persona si la trato, pero no será por ahora.
-Buenos días.- murmuré. Se volteó sorprendida al verme diciendo aquellas palabras.
-Buenos días.- sonrió alegre.- ven, come.- sirvió los huevos revueltos con tocino en un plato. Sirvió en un vaso jugo de naranja y lo puso en la isla de La cocina, para que me sentara a comerlo tranquilamente.
La observé. Y miré el suelo pensativa, tan solo quería ser mi amiga, no mi enemiga. La miré de nuevo. Se movía rápidamente por la cocina, lavando los trastes, haciendo los huevos revueltos y los tocinos.
Papá entró como siempre con la corbata sin poner y Alma y él se dieron un casto beso en los labios.
Pero todo se volvió sombrío y oscuro de repente y ni Alma ni mi padre estaban ahí, habían dos extraños, una rubia y un señor, tenía el cabello rubio y tenía unos ojos azules como el cielo. La mujer era alta y tenía el pelo rubio. Era muy hermosa. Los miré extrañada y asustada, ¿qué es esto?. Acabo de ver a mi papá y a Alma aquí y de repente no estan.
No había un plato, solo había un espejo en la isla. Estaba asustada.
Todo estaba oscuro y solo tenía un poco de luz que alumbraba la isla, donde los extraños comían muy alegres.
¿Dónde estoy?. Miré el espejo de nuevo y lentamente lo recogí, mirándome en el.
Casi lo suelto al ver a la rubia del sueño. Oh Dios mio. Es otro sueño.
Pero, ¿qué son estos sueños tan recurrentes?.
Sentí algo detrás de mí y con el mismo espejo vi mi reflejo. Detrás de mi había alguien, así que aleje mi cara y enfoque a la persona que estaba allí.
Era un hombre con ojos marrones y cabello castaño. Sonrió malévolo y me agarró del pelo tirando mi cabeza hacia atrás, dejando mi cuello libre.
Sentí como cortaba mi cuello con algo filoso.
Me senté en la cama toda sudada, agarrando mi cuello. Estaba hiperventilando. Dios, ¿qué son estos sueños tan extraños?.
Maraton 3/3
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Iguales (Two Souls #2)
VampirAño 2032, Tacoma, Washington. Joyce Parker es loca, sincera y un poco necia. Nunca se había imaginado que todo esto le pasaría ella o que todo esto le pasó, solo que ella no lo sabía. Jo, debe recordar quién es en realidad y decidir si Balthasar es...