Iguales (Two Souls #2)

Capítulo 25.



Estaba sentada en el bosque. Había reaparecido aquí. El aire era espeso y mohoso. Se sentía la humedad y la... muerte.

Me levanté de la tierra negra y caminé por el sin miedo alguno. Los árboles estaban más altos que la última vez que los vi. Suspiré y paré en seco al ver a la chica rubia. Sonrió.

-te estaba esperando.- susurró.

Me acerqué a ella lentamente. Lo único que sabía es que era un espejo, la observé. Era muy hermosa en mi otra vida, había que decirlo. Me agaché y luego me senté, en modo indio y esta copió mi acción en el mismo momento.

-confía en Balthasar. Sabe lo que hace y confía en todo sus amigos, son buenas personas y te ayudarán mucho.- asentí lentamente mientras la observaba.

-¿dónde estás tú exactamente?.-pregunté. Esta sonrió.

-soy tú. Todo lo que eres. Somos la misma persona en cuerpos diferentes.- murmuró. La observé.

-¿por qué te apareces aquí?.- pregunté.

-este se llama el bosque del olvido. Oscuridad y temor abarcan aquí. Tus recuerdos de la otra vida están aquí, pero será muy difícil recuperarlos.- pausó.- aunque no es necesario. Tienes que recordar a Balthasar pero ya veo que el amor sigue intacto.- sonrió.

-no estoy segura.- murmuré.

-esa corriente que sentiste cuando lo viste, fue el amor que revivió en ti. Reconociendo a la persona que amabas en el pasado.- alzó sus hombros.- será fácil apegarte a él. Lo entenderás.- sonrió.

-esto es tan extraño.- susurré.

-sé que te sientes inútil. No sabías nada de esto y de repente, ¡puf!, salen todas estas cosas, no sabes que creer. Es normal todo lo que estás pasando y crees que todos es una estupidez y puras mentiras pero solo tienes que creer Jo, no sabes que es verdad o mentira, pero solo te doy un consejo, cree en Balthasar.- la miré.

-¿sufrimos mucho verdad?.-pregunté. Esta miraba el suelo y al escuchar aquella pregunta me miró.

-más de lo que te imaginas.- sonrió.- cargamos con la muerte de los que amabamos y eso apagó nuestro ser.- miró el suelo de nuevo.- por favor, no permitas que nos pase lo mismo otra vez. No dejes que la muerte apague tu juventud.- y ahí desperté de un respingo. Suspiré y sentí una caricia en mi rostro, sonreí.

Abrí mis ojos y miré a Balthasar, este estaba a mi lado con su brazo sirviendome de almohada.

-estabas muy dormida, ¿qué pasó?.- susurró.

-tuve un sueño, nada importante.- dije lentamente de la misma manera.

Acarició mi pelo.

-¿estás segura?.- preguntó, asentí. Contemplé su rostros unos segundos.

-¿Qué haces aqui?, te pueden cachar.- murmuré.

-pués, la única que sabe que estoy aquí es Alma, me dijo que me largara, pero me quedé aquí. Quería enseñarte algo.- se levantó de la cama y de la mesita de noche recogió un trapo viejo. Dentro de esto, había algo.

Me lo entregó y luego se sentó a mi lado, me senté en modo indio.

-abrelo.- lo miré y luego miré el trapo. Fui desenvolviendo hasta llegar a una daga brillante de oro. La miré con admiración. Era hermosa.

Desenvaine la daga y su filo me alumbró el rostro, tanto que me reflejaba en ella.

-es hermosa.- lo miré.

-es para matar al rey vampiro.- murmuró.

-oh. Entiendo.- murmuré un poco consternada.

-sé que no quieres hacerlo, pero es lo que debes hacer.

-tienes razon. No quiero. Es que es extraño para mi, no pueden pretender que entenderé todo de un solo golpe.- nos miramos.

-tienes razon.- murmuró.-pero, asimilalo.- me abrazó y dió un beso en mi frente, cerré los ojos al contacto.

Escuché un suspiro y me recostó de su pecho.

-amo esto.- susurró. Sonreí.

-¿no es extraño para ti ver otra cara?.- pregunté.

-¿no es extraño ver a un tipo que dice estar enamorado de ti sin tú haberlo visto antes?.- preguntó. Reí bajito.

-si, si es extraño. Pero algo me dice que confíe en ti.- lo miré. Este dió otro beso firme pero suave en mi frente y me recostó de su pecho. Suspiró nuevamente.

-eres lo mejor que me ha pasado.- susurró. Sentí que me iba a desmayar. Me hizo sufrir en mi otra vida, pero verlo aquí es tan reconfortante. Es tan perfecto, totalmente varonil. Agh, Dios, gracias por mandarme esta cosa linda, cosa hermosa, cosa bien hecha.

Reí en mis adentros.

-¿por qué te enamoraste de Natasha?.- alcé mi mirada. Este bajó la suya.

-ni siquiera lo sé. Ella se me metió por los ojos y pensé que era amor verdadero. Me llevaba bien con el príncipe vampiro, era un buen partido, así que me case con ella.- pausó.- el peor momento de mi vida.- suspiró.- perdí mi tiempo, me enojé sin tener que hacerlo. Se acostaba con el duque, hasta con el príncipe de una isla desierta.- alzó sus hombros.- dejo de importarme y también me acostaba con chicas. Hasta que ella se dió cuenta y nos separamos, dijo que en una relación se necesitaba confianza y pureza.- rió y hasta yo reí.- fue una época ridícula y tormentosa en mi vida.- me miró. Yo mientras tanto hacía dibujos imaginarios con mi pulgar en su t-shirt negro.

-la verdad que si.- murmuré.- ¿seguirás con la farsa de ser profesor en la escuela?.- pregunté.

-pensadolo bien, me gusta enseñar sobre lo que pase y mi punto de vista.- me miró y sonrio, lo miré con sorpresa.- si, es divertido. Interactuar con los alumnos, que ellos investiguen y te lleven alguna información nueva que aprendas.- alzó sus hombros.-además, tengo que protegerte y ahí, mato dos pájaros de un tiro.- pausó.- aunque tienes que aprender a defenderte. Llevaras la daga a donde vayas... Dentro de tu mochila, en tu ropa interior, donde sea, pero debes llevarla contigo siempre. Solo es cuestión de tiempo, cuando el rey vampiro aparezca en busca de ti.- murmuró.

-¿cuándo y con quién serán esas clases?.- pregunté.

-puede ser con Nicholai, Erika y Nikki.- nombró.

-¿que hay de Nikki?.- pregunté al ver su rostro en mi mente muchas veces, aunque fue mi mejor amiga y vi muchos momentos con ella, aún las dudas en mi mente vagaban.

-es una vampiro. Es loca y no le importa enseñarte modales con su fuerza. Pero es la mejor amiga que se pueda desear.- murmuró mirándome.

-¿supe elegir mis amigos?.- pregunté.

-al final, si.- sonrió.



Lo bueno está por comenzar.