Año 2032, Tacoma, Washington.
Joyce Parker es loca, sincera y un poco necia. Nunca se había imaginado que todo esto le pasaría ella o que todo esto le pasó, solo que ella no lo sabía. Jo, debe recordar quién es en realidad y decidir si Balthasar es...
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-¿quién eres tú?.- pregunté. ¿Cómo entró?, ¿cómo sabe mi nombre?, ¿qué significa aquello que dijo?.
Sonrió, sentía maldad en aquella sonrisa, así que empecé a pensar que esa tipa no era de fiar. Claro. Está en tu casa en medio de la noche y ni siquiera sabes quien es.
-una vieja amiga.- junté mis cejas pués nunca la había visto en mi vida completa.
-¿Cómo entraste?.- pregunté.
-pués, no sé, tal vez por una ventana, una puerta. Hay muchas.- alzó sus hombros sin importancia.
-¿quién eres?.- volví a preguntar. -¿y por qué estás aquí?.
-soy Natasha.- alzó sus cejas.- y estoy aquí porque he visto mucho movimiento de parte de Balthasar, tuve que averiguar quién eras. Balthasar es solo mío y pensé que me había librado de ti, al estar muerta, pero veo que Benjamín metió las manos en esto. Que suicidio.- junté mis cejas confundida.
-¿de qué diablos hablas?.-pregunté, esta tipa está demente.
-ah.- mostró sorpresa.- ¿no sabes quién eres en realidad?.- preguntó y luego sonrió.
-no sé de que estás hablando, por favor, largate de mi casa antes de que llame a mi padre y esto se vuelva serio.- murmuré. Sonrió maligna.
-eras una cazadora de sangre pura en tu otra vida. Pero ahora eres una simple humana, aunque supongo que aún puedes matar a mi hermano.- ¿de qué habla?, está demente.
-sal de mi casa.- caminé hacia ella y la toqué pero cuando lo hice, sentí algo extraño recorrer mi cuerpo. Pero en eso dobla mi brazo, me quejé de dolor. -¡papa!.- grité, esta me miró enojada. Me empujó y caí al piso.
-si no me crees, solo por mera curiosidad debes de preguntarle a Balthasar que es lo que estoy diciendo. Dile que Natasha te visitó y que aún lo amo.- pausó.- como se pondrá mi hermano cuando se entere.- sonrió y en un segundo se desapareció de mi vista. Estaba en shock.
¿Cómo pudo hacer eso?, ¿quién era ella?, ¿qué tenia que ver el profesor en esto?. Sentí los pasos de mi padre y sentí sus brazos acogerme.
-¿por qué estas ahí tirada?, ¿estás bien?, ¿hay un ladrón?.- negué, todavía en shock, miré a mi padre perdidamente.
-hubo una mujer aquí.- susurré.
-¿sabes quién era?.- preguntó acariciando mi cabello, yo negué.-iré a revisar.- asentí.
-¿Qué paso?.- preguntó Alma al verme ahí tirada.
La miré.
-hubo una mujer, me estaba hablando muchas cosas extrañas.- murmuré, levantándome.
Me observó y peino mi cabello, calmandome.
-¿sabes como era?.- preguntó.
-alta, delgada, cabello largo y rizado, color marrón.- murmuré. Se quedó pensando por un momento.- ¿sabes quien es?.- pregunté.
