capitulo 17

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Vale salir a la calle, en una fría noche, con poca ropa y sin la cabeza despejada no era buena idea, estaba claro. Empecé a caminar calle abajo sin saber a dónde ir. La casa de Katy me quedaba algo lejos. Con Max no podía contar ahora, él me ayudaría pero luego sería más duro olvidarme de él. Las chicas españolas, no sabía dónde vivían. ¿Qué hacer en situaciones así? Ahí llega mi cabeza poco amueblada a veces, sentarse en un banco en medio del paseo del parque a esperar a que alguien apareciese a buscarme no era la mejor idea pero bueno.

Después de estar allí sentada dos horas, de haber llorado y de estar congelándome, mi ángel de la guarda apareció. En este caso eran dos. Louis y Harry pasaban por allí, de casualidad, y nunca mejor dicho ya que salían de una discoteca una calle más arriba. Al verlos no pude evitar tirarme a sus brazos y ponerme a llorar. ¡Por fin aparece alguien! Si después de todo tengo que volver a casa y pedirle perdón a mi padre… Demasiado orgullosa para hacerlo diría yo, no volvería estaba claro, menos mal que los chicos aparecían en el momento justo.

-¿Qué haces a estas horas aquí?- Preguntó Louis- Tan sola… ¿Y porque lloras?

-No tengo donde dormir hoy…- Dije yo limpiándome los ojos- He discutido con mi padre y no seré yo quien le pida perdón, esta vez no, le toca a él…

-No podemos dejarte aquí… ¿Lo sabías no?- Dijo Harry sonriendo.

-Si- Puse mi mayor sonrisa- Por eso esperaba que me llevarais con vosotros… por favor… tengo sueño y frio…

Los chicos se miraron entre ellos y me acogieron. Menos mal. Iba a amarlos en un futuro. Nos dirigimos a un lujoso coche. En serio, en Londres se veían coches buenos pero ese los superaba con creces. Nos dirigimos a la misma casa que la última vez y al verme entrar Liam se sorprendió. Luego al ver mi cara de angustia me abrazo como solía hacer y nos sentamos en el sofá. Me dieron una mantita de pelo con estampado de leopardo con la que me tapé y un chocolate caliente para entrar en calor. Después de hablar un rato con los chicos todo se quedó en silencio. Pero no un silencio incomodo, un silencio que apetecía no romper nunca aunque Zayn no pudo evitar hacer la pregunta.

-Y Angie… ¿Por qué has discutido con tu padre?- Preguntó él.

-Emma está en las últimas según él- Dije yo- Pero no me gusta hablar de ella, no me importa lo que le pase.

-¿Quién es Emma?- Preguntó el rubio irlandés que nunca hablaba hasta ese momento.

-Su madre…- Dijo Liam.

-¿Qué te pasó con tu madre?- Preguntó Louis- Puedes contárnoslo, desahogarte, no diremos nada a nadie.

-Cuando tenía cinco años…- Empecé a contar, no sabía por qué pero esos chicos me transmitían confianza.

-No tienes que hacerlo pequeña- Dijo Liam.

-Quiero hacerlo Liam- Dije yo y seguí con el relato- Como iba diciendo, cuando tenía cinco años vivía con mi padre mi madre y con mi hermano… Papá al igual que ahora trabajaba mucho y mi madre por desgracia no estaba nunca en casa. Cuando volvía siempre contaba alguna excusa y nos decía que no dijéramos nada a nuestro padre. Simplemente los días que mamá salía nosotros no nos acordábamos de nada por lo que nos creíamos sus historias. Un día mamá me dijo que me tomara la leche de la merienda pero no me apetecía y la tire por el fregadero, bendito sea el momento en el que hice eso, bueno a lo que íbamos, mi hermano se durmió en el sofá y yo me hice la dormida, no sé por qué pero me parecía divertido. Recuerdo que mamá nos metió en la cama y por más que intenté despertar a Alex no se despertaba. Me asusté un poco e hice lo que haría cualquier niña de esa edad, ir a buscar a mi madre que por desgracia no estaba en casa. Salí a la calle y la vi caminando calle abajo. Me pareció raro ya que nunca nos dejaba ir hacia ese lado, se suponía que al final era la parte mala del pueblo en donde se juntaba la peor gente. La seguí y vi lo que no tenía que haber visto nunca. Mi madre se drogaba y no solo era eso, se prostituía para poder consumir aquella mierda. En ese momento no entendí nada pero no volví a ver a mi madre con los mismos ojos. Pasaron los días y papá tuvo unos días de vacaciones. Se dio cuenta de que Emma no era la misma de siempre y empezó a sospechar. El día que descubrió que consumía y todo lo demás estaba en la escuela. Papá nos cogió a Alex y a mí y nos llevó con él, desde ese día no volví a saber nada más de Emma. Unos años más tarde mi padre me lo explicó todo y entendí porque no nos acordábamos de nada durante las marchas de mamá y por qué nos obligaba a tomar la leche, nos daba no sé qué mierda para que nos durmiéramos y no pudiéramos ver eso, la cosa es que tomar aquello en grandes cantidades podía acabar con cualquier niño pequeño y ya no era solo conmigo también con Alex, desde ese día ya no quería ni que me mencionaran a Emma, ¿Cómo una madre podía jugar así con la vida de un niño pequeño y más con la de sus dos hijos? No lo entendía y sigo sin entenderlo pero saber que ella ahora está así, quiera o no, me afecta, no puedo evitarlo.

Los chicos me miraban sorprendidos, todos menos Liam, que me miraba con comprensión.

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Hello!! espero que os guste el capi, despues de estudiar toda la tarde me he decidido a dejarlo y escribir, francés es un coñazo -.-

Bueno chicas, un besito.

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