Capitulo 19.

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Harry se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla. Acto seguido abandonó la habitación dejándome sola. Me metí en la cama y estuve un rato mirando Twitter. Me empezaron a llegar mensajes al WhatsApp y al abrirlo mis hermosas niñas españolas habían hecho un grupo en el que nos habían incluido a Katy y a mí. Estaba demasiado cansada como para ponerme a leerlo todo por lo que apagué el móvil e intenté conciliar el sueño.

 A la mañana siguiente me desperté a causa de la luz que entraba por la ventana. Se me había olvidado bajar la persiana, como no, soy la persona más despistada del  mundo. Me metí en la ducha rápidamente y al salir me puse la ropa que había llevado el día anterior puesta. Antes de salir de la habitación llamé a mi hermano. Era cosa rara que lo cogiera a la primera pero lo hizo.

-Hola enano- Dije yo.

-An…- Dijo él con voz preocupada- ¿Dónde estás?

-Tranquilo Alex- Dije yo- No te preocupes, ya te contaré, hazme un favor enorme por favor.

-¿Qué quieres?- Dijo él sonando realmente curioso- ¿En qué lio me vas a meter esta vez?

-Nada de eso bonito- Dije yo- Vete a mi habitación, coge mi mochila de clase y me la llevas al instituto ¿vale?

-Vale- Dijo él- Te veo a la entrada, me voy a preparar, hasta luego.

-Adiós- Dije yo cortando.

Adoraba a mi hermanito, si me llego a separar de él algún día me muero. Sé que cada uno tiene que hacer su vida pero me gustaría seguir teniendo una vida en la que él estuviera muy presente no como los hermanos que cuando se casan se ven en navidad y poco más. Me acabé de arreglar y salí en busca de la cocina. Tenía hambre. Tampoco me resultó difícil encontrarla ya que los chicos hablaban bastante alto. Antes de entrar oí hablar al irlandés.

-La chica nueva- decía Niall- Angie…

-¿Qué le pasa?- Dijo Liam, vale sé que está mal escuchar detrás de las puertas pero la curiosidad podía conmigo.

-Es algo… - Volvió a decir el Irlandés- Rara… No sé…

-¿Enserio?- Dije yo entrando- ¿Soy rara? No entiendo porque dices eso pero bueno, es tu opinión ¿no?

 Me senté en la mesa y cogí una manzana. El irlandés se puso rojo y se fue. Creo que se sentía mal. No le había dicho nada fuera de tono ¿no? Ahora me daba penita. La verdad es que no me importaba que dijeran que era rara, prefiero ser rara a ser una muñeca de silicona como las animadoras, que aparte de muñecas son falsas, bordes y creídas. Le pregunté a Liam por la habitación de Niall. Salí de la cocina y tras seguir las indicaciones de Liam llegué a una puerta con un trébol colgado. Obviamente esa era su habitación. Piqué y una voz me mandó pasar, yo creo que no sabía que era yo. Entré y el chico estaba de espaldas.

-¿Se puede?- Pregunté y acto seguido se dio la vuelta algo sorprendido. La verdad que su habitación era un asco, menos mal que se iban a mudar en breves.

-Si claro- dijo él tan tímido como siempre- ¿Querías algo?

-¿Por qué te has ido así?- Pregunté yo mientras me sentaba en su cama- No me ha molestado si era por eso.

-No quería decir eso- Dijo él- Solo que…

-En serio- Dije yo sonriéndole- No me molesta.

-A ver- Dijo él, parecía que se iba soltando- No es que seas rara, solo lo he dicho porque muchas chicas simplemente con vernos lloran y se ponen como locas y tú has dormido aquí y no lo has publicado en todos los sitios… no sé… es raro.

-No es raro- Dije yo riéndome- ¿te crees que quiero a una panda de imbéciles corriendo detrás de mí por la calle buscando la exclusiva para algún periódico? No, por supuesto que no.

-Vale no, tú no eres rara- Dijo él- Las raras son ellas… jajaja.

Hablé un rato más con el irlandés y llegó la hora de ir al instituto. Me encaminé a la parada de bus y cogí el primero que pasó. Llegue en unos quince minutos y ya estaba casi todo el mundo allí. Fui hasta la puerta y mi hermano me esperaba. Me dio la mochila y le conté todo lo sucedido, él pobre no daba crédito de lo que estaba oyendo, nunca me había visto tan feliz, yo creo que llevaba más años que yo rezando para que volviera a ver a Liam. Entré en clase y se me pasaron volando. A la hora del recreo me había juntado con las chicas y cada día las quería más. Patri, Inés y Keis habían decidido hacer las pruebas para las animadoras, no me hacía mucha gracia pero por fin habría alguien con cerebro en ese equipo. Llegó la hora de volver a casa y afrontar a mi padre. Esperemos que no esté muy enfadado.

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holaa!!!

He tardado mucho en subir lo sé, pero los examenes no me dejan tiempo para nada. Espero que os guste el capitulo.

Votar, recomendar y comentar bonitas qu eme guysta leer vuestros comentarios.

Un besitooooo!!!!!!!!!!! 

Un pasado para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora