A las siete de la tarde decidí subir a buscar a Harry. Era hora de irnos. Subí las escaleras y abrí la puerta de su habitación. Estaba tan guapo durmiendo... tan relajado y feliz... Me senté en la cama.
-Harry...- Dije moviendolo un poco- Arriba...
-No quiero...- Dijo él, me reí y le acaricié la cara.
-Tenemos que irnos...- Dije yo, me agarró y me abrazó contra él.
-Quédate aquí conmigo...- Dijo y no pude evitar besarle.
-Te quiero bebé- Dije yo y le besé de nuevo.
-¿Y si volvemos mañana temprano?- Preguntó él- Me quiero quedar aquí contigo...
-¿A tu madre le parecerá bien?- Pregunté yo.
-Claro que sí, ya verás- Dijo y se levantó un poco.
-¿Qué vas a hacer?- Pregunté.
-¡Mamá!- Grito a pleno pulmón.
-Dime cariño- Dijo Anne entrando en la habitación en menos de un minuto.
-¿Nos podemos quedar Angie y yo a dormir?- Preguntó él- Ya es tarde para volver.
-¡Por supuesto!- Dijo ella- Saldre a comprar para cenar.
-Vale mamá- Dijo Harry sonriendo- Muchas gracias.
-¿Ves que fácil?- Dijo el chico abrazandome cuando su madre se había ido- No hacía falta ni preguntar.
Nos levantamos de la cama y Harry bajó al salón. Yo decidí darme una ducha. Cogí mis cosas y me adentré en el baño que se situaba a un lado de la habitación. Tras regular la temperatura del agua, entré. Era relajante estar allí dentro. Sentí la puerta abrirse.
-¿Harry?-Pregunté, pero nadie contestó.
Seguí con mi ducha. Cuando acabé, apagué el agua y me dispuse a salir. Pegué un gritito cuando ví a Harry sentado en la tapa del inodoro. ¿En serio? Me tapé con una toalla y me reí mientras negaba con la cabeza.
-¿Qué haces ahí sentado pervertido?- Dije yo entre risas.
-Pensé en entrar a la ducha contigo, pero me arrepentí- Dijo él mirandome con una sonrisa.
Volví a negar con la cabeza y me acerqué al lavabo. Me miré en el espejo y me cepillé el pelo. Cuando terminé cogí la crema hidratante de mi neceser y empecé echandola por los hombros. Sentí las manos de Harry en ellos. Empezó a extender la crema. La sensación que sentía cuando hacía eso te hacía viajar a otro mundo. Era tan perfecto... ¿Donde había estado toda mi vida? ¿Nunca te has parado a pensar quien era este chico? Por qué se tuvo que encariñar de tí, solo eres una chica... extraña. Se me hacía raro volver a oir a mi subcosciente hablar. Sí, me he parado a pensarlo, pero quién sabe... Cuando acabé de echarme la crema ayudada por Harry le pedí que saliera del baño. Quería cambiarme. Se resistió un poco al principio pero al final accedió a dejarme sola. Me puse la ropa interior y salí del cuarto de baño. El chico se encontraba tirado en la cama boca arriba. Me acerqué a él y me eché a su lado. Me agarró de la cintura y me besó.
-No deberías andar así por casa- Dijo con una sonrisa.
-¿Por qué?- Pregunté yo mientras jugaba con sus rizos.
-Me haces tener pensamientos que no debería tener- Dijo él acariciando la piel desnuda de mi costado.
-¿Estas insinuando que te estoy provocando?- Pregunté, me hacía gracia la situación, él me pegó más a su cuerpo.
-Lo estoy afirmando- Dijo él- Señorita smith, no tiene ni idea de lo que hace conmigo.
-¡Chicos, estoy en casa!- Sentimos gritar a Anne, había llegado de hacer las compras.
