Capitulo 44.

476 21 1
                                    

Gran fallo. Se me había olvidado el detalle del niño. Tampoco pensé que le dijera nada, no sé, la cara de Angie no mostraba ningún rasgo de enfado si no de incomprensión. Apostaría lo que fuera a que ahora mismo intentaba atar cabos ella sola. Le dijo algo al chico y él se fue corriendo. Me cogió de la mano y me arrastró a la habitación. Cerró la puerta tras ella y se apoyó en esta. Me miró fijamente esperando una explicación. No abrí la boca.

-Como veo que no me vas a decir nada por ti solo…- Empezó a decir ella- Te lo pregunto directamente, ¿Qué hacías en mi casa?

-Hablar con tu padre- Dije sin darle mayor importancia- ¿Está mal?

-No, no- Dijo ella- ¿De que habéis hablado?

-Pues…- Dije dando un suspiro- De ti.

-¿De mí?- Dijo ella- ¿Por qué habéis hablado de mí?

-An, se lo que te paso hace un tiempo- Dije y abrió los ojos como platos y su cara tras empalidecer se empezó a tornar de un color rojo, ¿Estaba enfadada?

-Joder…- Dijo ella apoyándose de nuevo en la puerta y dejándose caer al suelo para abrazar sus rodillas y esconder su cara.

-Ei no- Dije yo acercándome a ella- No pasa nada pequeña, todo está bien.

-¿Por qué no podías esperar a que yo te lo contara?- Me preguntó, en un principio pensé que podía estar enfadada pero no lo estaba, más bien estaba asustada.

-No me lo contarías- Dije yo sonriendo- lo sabes.

-Bueno…- Dijo ella- A lo mejor algún día…

-Como digas- Dije y la abracé, parecía tan… no sé cómo parecía estar simplemente no era la misma de siempre…

-La caída en bici…- Dijo ella- No fue exactamente una caída…

-Lo sé amor, lo sé- Dije, dios era como tener un objeto de cristal a punto de romperse en mis manos.

-No, aún no sabes nada- Dijo ella, le temblaba la voz- Nadie sabe nada.

-No  entiendo- Dije yo, en realidad no estaba entendiendo nada, ¿Qué no sabía?

-Brittani fue la peor de todas- Dijo ella, me alegraba que me contara esto a mí- Un día en clase de música me bajó la regla, con tan mala suerte que no tenía nada para ponerme, aunque yo sabía que había metido esa mañana en la mochila, le pedí algo a Brittani, que se suponía que era mi amiga, me dijo que no tenía nada para mí, estaba muerta de vergüenza, la profesora pidió un voluntario para salir a tocar el piano, ella le dijo que yo sabía aunque todos sabían que era mentira, esa vieja me obligó a salir, al levantarme, la silla y mi pantalón estaban rojos, se rieron de mí, al mirar hacia Britt ella tenía mis cosas y sonreía con maldad, ¿Cómo una niña de doce años puede ser así? No lo sé, desde aquel día no había una persona en el instituto que no se metiera conmigo, al principio eran más bien tonterías de niños pero la cosa empeoró y yo no aguante más… nunca pude decirle a nadie todo lo que me hacían, era demasiado…

-Lo… lo siento- Dije yo, estaba siendo fuerte, se estaba tragando las ganas de llorar, se notaba como se le aguaban sus grandes ojos.

-No pasa nada- Dijo ella sonriendo, pasó su manga por sus ojos y limpió todo rastro de agua, se levantó e hice lo mismo, con una sonrisa agregó- Todo es pasado, me cuesta recordarlo pero forma parte de mi vida, hay que aceptarlo… digo yo.

Entró al baño a limpiarse los ojos y sonrió. Salió a reencontrarse con su primo no sin antes darme un corto beso. La amaba. Ahora lo tenía más que claro. Me daba igual que estuviera loca o no lo estuviera. Mi teléfono sonó y sacó de mi cara la tonta sonrisa que se había adueñado de mi rostro.

Un pasado para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora