Capitulo 56.

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Narra Harry.

Atrapé el bollo que me lanzó y cerró la puerta entrando en su casa. Esos pantalones tan cortos le hacían ver sexy, realmente sexy. Cerré la puerta de mi casa y me dirigí hacía el ascensor. Al llegar al garaje, monté en mi coche y emprendí el camino hasta la casa de Louis. La última vez que vino a casa le obligué a que fingiera que no conocía a An y cuando la vio tuvo que irse, según él, no aguantaría ni un minuto en la misma sala que ella sin tirársele encima. Era normal, eran buenos amigos. Llegué a casa de Louis. Me abrió y entré. Nos sentamos en el sofá con un par de cervezas.

-¿Qué te ha pasado en la nariz?- Preguntó riéndose.

-No te rías idiota- Dije yo, era un gilipollas a veces- Fue el novio de Angie.

-¿¡Tiene novio!?- Gritó.

-Sí- Dije yo- Pero gracias a él me estoy acercando más a ella.

-Aún no me puedo creer que después de cinco años… la encontrarás así- Dijo él pensativo- Después de todo el destino ha sido bueno contigo…

-Esta noche iré a verla cantar en un bar- Dije yo- Me invitó para que su novio se disculpara o algo así.

-¿Puedo ir contigo? Quiero verla- Dijo él en modo de súplica, negué con la cabeza- ¡Me controlaré! Lo juro.

-Como hagas o digas algo que no debes…te mataré- Dije.

-¿Cuándo se lo vas a decir a los demás?- Preguntó él, era una pregunta que me llevaba haciendo varios días.

-El sábado- Respondí- En casa de Liam.

-¿Te paso a buscar en la mañana?- Preguntó, hoy el día iba de preguntas.

-No- Dije y él enarcó una ceja- Iré al gimnasio, me acercaré cuando salga.

-Vale…- Respondió no muy seguro.

Estuvimos hablando toda la tarde. A las siete y media montamos en mi coche y nos encaminamos hacia “La nota Do”. Al llegar, buscamos aparcamiento. Había demasiados coches. Cuando conseguimos aparcar, entramos. Estaba lleno. Cuando digo lleno, no quiero decir que no había donde sentarse, no, quiero decir que no entraba un alma más. Louis y yo nos quedamos de pie en la parte de atrás. No paso mucho tiempo cuando vimos salir a cuatro chicos y a mi niña. Estaba preciosa, como siempre. Llevaba unos pantalones cortos negros de talle alto, una camiseta blanca metida por ellos y unas vans. El pelo lo llevaba rizado, recogido con dos horquillas a cada lado y una leve capa de maquillaje. Me quedé mirándola por largo tiempo. Louis me dio un codazo y al mirarlo vi que tenía una sonrisa plasmada en su cara. Era un idiota. La música empezó a sonar y cuando mi pequeña comenzó a cantar no sabía dónde meterme. Me apetecía ir a un rincón a llorar. Tantas emociones estaba sintiendo en un momento… tantos recuerdos… Me imaginé de nuevo con ella en la cama, abrazándola, mientras ella me cantaba una canción de Olly, o me la imaginaba en la ducha cantando a pleno pulmón… Daría lo que fuera por volver a esos momentos. Me perdí tanto en mis viejos recuerdos que olvidé prestarle atención a ella y cuando volví a la realidad ya había acabado de cantar. Miré mi reloj y me di cuenta de que llevaba en mi mundo casi una hora y media. Louis y yo salimos del lugar. Sentimos mi nombre tras nosotros. Cuando nos giramos, ahí estaba él. Ryan.

-¿Quieres algo? – Pregunté al verlo allí parado.

-Sí, quiero que te alejes de mi novia- Dijo resaltando la palabra “mi”.

-¿Perdona?- Dije aguantando las ganas de reir, esto era patético, miré hacia Louis y este mantenía el ceño fruncido y los puños cerrados.

-Mira Harry, no me gusta repetir las cosas- Dijo él furioso- Ya sabes, ella es mía.

Un pasado para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora