Harry me había traído una mantita de pelo súper calentita y ahora estaba preparándome un chocolate caliente con una nubecita de azúcar. Este chico era amor. No tardó mucho en sentarse a mi lado y observarme mientras tomaba mi chocolate.
-Es un poco incómodo que me mires mientras como- Dije mientras se me subían los colores.
-Eres muy graciosa cuando comes- Dijo él gracioso.
-Hombre gracias- Dije yo sarcástica mientras dejaba la taza encima de la mesilla que se situaba enfrente del sofá.
-¿Estás mejor?- Preguntó él.
-Tengo frio- Dije acurrucándome.
-Ven aquí anda- Dijo él atrayéndome hacia su pecho.
Vale, eso era muy incómodo, demasiado. Me hallaba echada sobre el pecho de Harry mientras él me abrazada. ¿En serio? Mi corazón no podía ir más rápido. Se me iba a salir del pecho. Estaba un poco incomoda, no por el hecho de estar así, sino porque mi estómago estaba revuelto y me estaba poniendo nerviosa. Creo que hasta Harry se había dado cuenta de mi estado ya que sonreía y con su mano me acariciaba en un movimiento tranquilizador. El chico oji-verde no dejaba de hacer zapping. Al final se decidió por una película. Al principio iba bien pero resultó ser una pastelada horrible. Tanto amor y tanto besuqueo no podía ser bueno. No entiendo porque se molestan en plasmar en una película todo eso cuando en una relación de verdad no ocurren esas cosas, algunas veces las relaciones eran traumáticas, también podían ser bonitas pero nunca eran así de pastelosas.
-Tengo sueño- Dije yo.
-¿Quieres irte a la cama?-Dijo el rizoso.
-Si, por favor- Dije yo.
Me cogió de la mano, cosa que me extrañó, y me llevó a una habitación. Era muy bonita. Grande y moderna. Habitación clarita con muebles oscuros. Un poco desordenada he de decir pero no importaba. Me acerqué a una de las mesitas al lado de la cama y vi a dos niños pequeños, un chico y una chica, obviamente el chico era Harry. Estaba claro, era su habitación. Me dejo ropa para dormir y me metí en el baño a cambiarme. Al salir Harry me mando meterme en la cama y me arropó.
-¿Es tu habitación?- Pregunté conociendo la respuesta.
-Si- Dijo él- Pero tranquila, yo dormiré en la habitación de invitados.
-Harry no- Dije sentándome en la cama- Es tu habitación, duermes tu aquí, yo soy la invitada.
-Insisto, quédate aquí- Dijo él- Es más calentita.
-Que no, no voy a venir y encima de dejarte sin salir quitarte tu cama- Dije yo.
-Angie, déjalo, vas a quedarte aquí- Dijo él.
-Pues si tu no duermes aquí yo tampoco- Dije levantándome y poniéndome frente a él mirándole fijamente a los ojos.
-Tan cabezona como siempre- Dije él sonriendo, oh dios, esa sonrisa…
-No soy cabezona- Dije yo poniendo cara de enfadada, intento fallido.
-¿De verdad quieres que duerma aquí?- Preguntó él.
-¿Hace falta que te responda a eso?- Respondí yo.
-Solo con una condición- Dijo él.
-Tranquilo, yo dormiré en la otra habitación- Dije yo recogiendo mi ropa.
-No es eso tonta- Dijo él riéndose.
-Entonces qué- Dije yo.
-Que te quedes conmigo- Dijo él.
¿En serio me acababa de decir eso? Debo de estar soñando, en serio. Sonreí y agaché la cabeza. Dejé la ropa donde estaba y me acerqué a él. Le abracé. Al separarnos nos metimos en la cama y me abrazó. Era extraño pero me gustaba. Me gustaba Harry Styles. A cualquier chica le gustaría. ¿Por qué no me habría dado cuenta primero?
-Harry…- Dije yo antes de dormirme.
-Dime pequeña- Respondió él.
-Gracias por todo- Dije sonriendo y cayendo presa de los brazos de mi querido amigo Morfeo- Te quiero.
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