Capitulo 36.

606 22 0
                                    

Hoy. Hoy por fin es el día. Dieciocho. He esperado mucho para decir esto pero por fin soy libre. Libre de verdad. Puedo hacer lo que quiera. No tengo que volver a escuchar a nadie decirme lo que tengo y no tengo que hacer. Por fin decidiré por mí misma todo. Me levanté rápido de la cama. Hoy era distinto. Tenía ganas de levantarme. No estaba de mal humor y me sentía con fuerza, me sentía mayor. Solo eres un año mayor que ayer, es absurdo. Por dios, cállate, déjame en paz por lo menos hoy. Vale, vale, disfruta del día. Gracias. Entré en la ducha y estuve un buen rato. Al salir me envolví en una toalla y me sequé el pelo. Me vestí. Me puse unos pitillos vaqueros y una camiseta del equipo de fútbol del instituto, no una de jugar sino una con el logo únicamente. Me planché el pelo. Me gustaba más así, por lo menos para el instituto. También me calcé unas converses blancas. Me pinté la raya y me eché brillo labial. Antes de preparar mi mochila o bajar a desayunar cogí mi móvil y me eché sobre mi cama. Desbloqueé la pantalla y los mensajes colapsaron el aparato. Miré y la mayoría era un simple “felicidades” a los que contesté rápidamente. Las chicas me mandaron unos mensajes súper largos que tarde en leer. Y el último que leí esa mañana fue el de mi bebe. Eso suena cursi, ¿No es mejor decir solo Harry? No es cursi, además ¿De qué hablamos antes? ¿No te ibas a mantener al margen? Vale, vale, no he dicho nada. Así está mejor. Lo abrí. “Muchas felicidades amor, ¿Cómo se siente siendo mayor de edad? ¿Mejor verdad? Espero que te guste mi regalo, te paso a buscar después de clase, un beso. Te quiero.” Era el mejor. Picaron a la puerta y tiré el móvil a la cama. Me levanté de un salto y corrí a abrir mi puerta. Alex se me tiró encima y lo abracé. Estaba feliz.

-¡Felicidades!- Gritó él- Ya eres legalmente mayor aunque mentalmente siempre te ganaré.

-Cállate- Dije yo riendo- Ya no te preocuparas más por mi ¿Verdad?

-No- Dijo él- Ya puedes valerte por ti misma.

-Ya podía antes- Dije sacándole la lengua y estallamos en una carcajada.

-¿Qué vas a hacer hoy?- Preguntó él.

-No lo sé- Dije, realmente no lo sabía- Harry me va a ir a buscar al instituto pero ni idea de lo que tiene planeado.

-Pásalo bien- Dijo él, se le notaba algo de tristeza en la mirada.

-Ei, ¿Qué pasa?- Dije yo- Estás… raro.

-¿Te vas a ir?- Preguntó, era directo sí señor.

-No lo sé- Dije sinceramente- Quiero irme… Pero no pienses que por qué me vaya te librarás de mí, nos veremos todos los días y hablaremos siempre ¿Vale?

-No quiero que te vayas- Dijo él abrazándome.

-Lo sé enano, lo sé- Dije yo.

Bajamos juntos a desayunar. Después emprendimos un tranquilo paseo hasta el instituto. Esta vez sin skate, sin prisas. Al llegar aún no había tocado el timbre de entrada, ¿Tan pronto habíamos salido de casa? Por lo visto, sí. Al entrar di una vuelta por el instituto con Alex. Cada vez que me encontraba con alguien me saludaban y me felicitaban. ¿Conocía a tanta gente? Con muchos de ellos ni siquiera me hablaba, a algunos no los había visto nunca, esto era extraño.

-Joder, mucha gente te conoce- Dice Alex riéndose.

-Lo sé, pero no sé de qué- Dije riéndome más aún- Esto es extraño.

-¡An!- Grito Dylan en frente mío- ¡Felicidades! Te ves… extraña, más… radiante.

-Eres imbécil-Dije riéndome mientras continuaba mi camino- Yo siempre estoy radiante…

-Mentira- Dijo él siguiéndonos- Siempre parece que estas enfadada por la mañana.

-Eso es verdad- Dijo mi hermano.

-Sois idiotas- Dije dejándolos atrás y corriendo a mi clase, acaba de tocar el timbre

-Esa es la Angie que yo conozco- Dijo Dylan.

Corrí a mi clase y me senté con un chico. Katy no estaba, era raro en ella faltar a clase. Tenía el mejor expediente de asistencia. El chico era… era muy guapo. También era majo. Las siguientes clases pasaron rápido. En el recreo me junté a Dylan y sus amigos. Las chicas tampoco habían ido al instituto. Me lo pasé bien con ellos, no eran tan malos, lo único malo era la presencia de algunas de las animadoras, sobre todo de Brittany. De verdad que no me agradaba estar cerca de ella. Me sentía angustiada. Era idiota, nunca dejaría de fastidiarme y no sé porque nunca le he dicho nada. Ella tampoco a mí pero sé que me intenta joder. Ella es así. Volvimos a las clases y a última hora, por desgracia, nos pusieron un examen de matemáticas. No me daba más, se me daban bien, pero me jodía hacer exámenes en mi cumpleaños. Acabé, le entregué el examen a la profesora y salí de clase. Vi el coche de Harry a la entrada. Me alegraba de haber salido temprano sino probablemente un grupo de adolescentes lo hubiera acorralado. Corro a abrazarle y al hacerlo él me levanta. Entramos al coche y arrancó.

-¿Qué vamos a hacer hoy?- Pregunto intrigada.

-Lo que tú quieras- Dijo él- Tú eres la cumpleañera.

-Podemos… ¿Te puedo pedir un favor?- Dije yo.

-Pues claro- Dijo él sonriendo- Tú pide por esa boquita.

-¿Podemos ir a ver a Emma?- Pregunté con algo de miedo.

-¿Tu… Tu madre?- Preguntó mientras yo asentía- ¿Estás segura?

-No…- Dije negando con la cabeza- Pero… creo que debo ir, o sea, saber cómo está o algo así, al fin y al cabo, después de todo, sigue siendo mi madre…

-¿En qué hospital está?- Preguntó.

Llamé a mi padre para preguntarle. Me comentó que estaba en coma aún y me dio la dirección del hospital. Harry condujo hasta allí. Salimos del coche y nos situamos a la entrada. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Estaba nerviosa, quizás… Asustada. Nunca me había planteado hacer eso, volver a verla, visitarla… espero no arrepentirme de hacerlo. Mis pies parecían pegados al suelo. No era capaz de dar ni un paso. Harry me agarró la mano y besó mi cabeza. Le miré y me sonrió. Entramos. Nos dirigimos a la recepción.

-Disculpe…- Dije, mi voz estaba temblorosa- ¿Emma… Evans?

-Un segundo- Dijo ella tecleando en su ordenador- Habitación 318, tercera planta.

-Gracias- Respondió Harry por mí.

Entramos en el ascensor. El tiempo parecía no avanzar. Cuando llegamos a la habitación 318 mi cuerpo se tensó. Hacía muchos, realmente muchos años, que no la veía. Agarré el picaporte de la puerta y lo giré. Mi mano temblaba, todo mi cuerpo lo hacía. Empujé la puerta y recorrí el pequeño pasillo antes de ver una cama. Empalidecí. Creo que si Harry no estuviera detrás de mí sosteniéndome por la cintura, me hubiera caído. Ella… ella estaba allí, tumbada, con millones de cosas unidas a ella. Aquella imagen me estaba matando, se le veía tan… acabada… Estaba demasiado delgada, ya no era la mujer esplendida que había sido. Me acerqué a ella pensando en cogerle la mano o algo así, pero no pude hacerlo, no quería hacerlo. Ella era mi madre pero estaba acabando con su vida porque ella quería, me había hecho mucho daño. Mis ojos se aguaron, me hizo daño, vale, pero ella no se merecía esto. No entiendo por qué empezó a hacer lo que hacía. ¿Tan mala era su vida? Me dirigí de nuevo hacía la puerta. Harry me seguía. Al entrar al ascensor le agarré la mano. Él me hizo mirarle y quitó una lágrima que rodaba por mi mejilla. Me apoyé en su pecho y lloré. Había sido mala idea venir aquí, pero necesitaba saber cómo se encontraba. Volvimos al coche y este comenzó a andar. Yo me perdí en el frondoso bosque que se veía tras la ventanilla. Esperaba que mi cumpleaños mejorara.

----------------------------------------------------------------------------

Hola chicas, mañana empezamos las clases o sea que raramente pueda subir durante la semana, un besito a todas y disfruten del capitulo.

Votar, comentar y recomendar.

Besosss <3333 

Un pasado para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora