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La intriga y los nervios me carcomían poco a poco en mi interior, habíamos estado sentados vendiéndonos frente a frente cerca de cinco minutos y ninguno de los tres rompía el silencio. Cuando pensé que Nethan iba a hablar la puerta se abrió de golpe.

- Alaya ven y ayúdame con las compras- dijo mamá. Justo hoy tenía que llegar temprano.

Ambos chicos se miraban entre sí mientras yo me paraba a ayudar a mi mamá con las compras.

- Gracias

- Mamá, hoy llegaste temprano- dije.

- Si, conseguí que una amiga me cubriera para ir de compras, porque ayer que busque algo para cenar en el refrigerador estaba vació.- dijo, había olvidado que mi mamá me había pedido hacer las compras. Si hubiera sido un poco responsable tal vez ahora los chicos estuvieran revelándome ese misterioso secreto que tanto ocultaban.

- Lo siento, lo olvide- dije.

Mamá se dirigió a la sala, se quedó estática cuando vio a dos chico sentados en los sillones de su sala. Había olvidado que los chicos seguían aquí. Me adelante antes de que mi mamá dijera algo o comenzara a hacer preguntas incomodas.

- Mamá ellos son Nethan y Catriel, tenemos que hacer un proyecto de química- era la mejor excusa que mi cerebro podía procesar en estos momentos.

- Sentimos no haberle avisado que veníamos señora Pearson, pero fue una decisión de último momento- dijo Nethan ayudándome a mentir.

- Llámenme Ana, y no te preocupes querido, de todas formas es bueno que Alaya traiga amigos a casa- dijo y se fue a la cocina.

- Estaremos en mi habitación- dije y les hice una señal para que me siguieran por las escaleras.

- La puerta abierta Alaya-dijo mi mamá provocando un leve sonrojo en mi y pequeñas risas de mis compañeros detrás mía.

Llegamos a mi habitación, yo me senté en la silla giratoria de mi escritorio, y observe a los dos chicos que estaban parados lado a lado como estatuas en el umbral de mi puerta sin saber qué hacer.

- Pueden acomodarse donde quieran- dije y me levante a cerrar la puerta, lo que sea que iban a decirme, supongo que no debía de escucharlo mi mamá.

- ¿No tenías que dejar la puerta abierta?- pregunto Nethan sonando un poco preocupado.

- Si lo hago probablemente mi mamá escuchara lo que tienen que decirme- dije, y note que ambos chicos intercambiaban miradas diciéndose algo en un idioma que solo ellos entendían.

- ¿Van a decir algo?- pregunte, estaba cansada de esperar a que alguno de los tomara la iniciativa de decirme algo. Hacían que mi mente volara con ideas locas acerca de lo que tenían que decirme, pensaba cosas como secuestro, o que estaban metidos en la mafia. Mi mente era muy creativa cuando se lo proponía.

- Alaya te mentí- dijo Nethan sin rodeos.

- ¿Podrías ser más específico? ¿En qué me mentiste exactamente?- mi mente creaba sucesos de Nethan como agente del FBI contratado para vigilarme o me imaginaba a un Nethan como el narcotraficante más buscado de algún país.

- Catriel es mi hermano gemelo- dijo, voltee a ver a Catriel, note un poco de asombro pero cambio su expresión a una neutra que me hacía dudar acerca de si en realidad tuvo una expresión de asombro. ¿Gemelos? Bueno, tenían ciertos rasgos idénticos pero ¿hermanos gemelos?

La que en realidad estaba asombrada era yo. Claro, que Nethan y Catriel fueran hermanos explicaba su continua pelea por probar quien era el mejor. Pero recuerdo muy bien que Nethan había dicho que no tenía ningún hermano. Además que ambos fueran hermanos no explicaba su raro comportamiento hacia mí y no entendía como esta noticia podía matarme. Simplemente no tenía sentido.

Sus SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora