-¡Suéltame!-grito preocupada por lo que está a punto de pasarme.
-¡No hasta que no me digas lo que te pasa!-me grita con preocupación. Se que no es culpa suya. La gente no decide eso. Como tampoco decide quién tendrá un kwami o no. Tresh me hace fel...
Estaba en casa de Shane y Paula. Esta última estaba curando mis heridas con un poco de alcohol y algodón. Yo intentaba no quejarme mucho. Sabía que ella se sentiría fatal. - Así que, hay más prodigiosas. Una chica dragón y una chica unicornio. -dije mientras Paula posaba el algodón mojado en alcohol en la herida de mi hombro. -Si, me ayudaron cuando Golden Fang y tú os fuisteis. La imagen de Cat Noir abrazando a Ladybug vino a mi mente. Una lágrima silenciosa salió de mi ojo izquierdo. Paula se percató de ello y paró. -¡Perdón! Perdona, no sabía que te hacia daño. Negué con la cabeza. -No es por las heridas.- dije secándome la lágrima.- Ayer, vi a Ladybug y Cat Noir abrazándose. Ella bufó. -Katy, creo que ya es hora de que le digas lo que sientes. -¡Pero tengo novio, Paula!- pensé bien lo que acababa de decir. Él llevaba tiempo sin dirigirme la palabra. Y lo peor es que me daba igual.-Pero, ¿sabes? Creo que lo mejor es dejarlo. ••• Me dirigí al instituto y visualicé a Nathaniel. Me acerqué con miedo a él y puse una mano en su hombro. -¡Katy!-me abrazó. No podía dejar más tiempo, si no, me dolería a mi. -Oye Nathaniel, yo... quería decirte que estamos distanciados. Y yo... lo siento. -Estás... ¿deján-dejándome?-dijo tragando saliva. -Lo siento. Me fuí de allí lo más rápido que podía. Miré atrás y le ví encogido con su cuaderno en las manos.
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Saqué a Tresh del bolso y este, me dió un beso en la frente. -Si quieres a Cat Noir, es lo mejor. Asentí. Hora de buscar al gatito y aclarar lo que siento. Espero que no haya sido en vano. -Tresh, colmillos fuera... ••• Le encontré en la azotea donde me preguntó que representaba. -Hola...-dije a sus espaldas. Él se sobresaltó y se dió la vuelta. Al momento corrió a abrazarme. Yo le correspondí el abrazo. -No sabía si volverías a hablarme por lo de Ladybug- susurró él en mi oído. -Si, tarde o temprano lo haría. Nos separamos, pero error. Al hacerlo, nuestras narices se rozaron. Y pasó. Nos estabamos besando. Y esta vez, yo quería besarle. Por un momento me olvidé de todos y de todo. De mi padre, Levidóptero... -¿Pero qué narices?-la voz de Ladybug resonó en mis oídos. -Ladybug, te dije que la quería a ella... No podía hacer nada. Te lo expliqué ayer- dijo él. Ella se fué con lágrimas en los ojos. Le di un beso en la mejilla y me fuí, emocionada a contarle todo a Paula y a Shane.
