016.

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Joy hizo una parada en la carretera. Se bajo del auto, dio la vuelta por delante del auto y llego a la puerta del copiloto donde Yeri se encontraba, ella quedo totalmente confundida, no podía ser aquí, ya que estaban en medio de la nada.

- ¿Qué hacemos aquí? - pregunto una vez que Joy la ayudaba a salir del auto. -

- Es aquí, aquí es nuestra cita. - contesto sacando un pañuelo del bolsillo trasero de su pantalón, lo bastante grande para cubrirle los ojos. -

- ¿Y eso? - pregunto señalando el pañuelo. -

- Deja de preguntar y déjame todo a mí. Ahora date la vuelta. - Yeri sin protestar lo hizo, Joy amarro el pañuelo, dejando a Yeri sin ver nada. - confía en mi. - susurro en su oído. Una corriente sacudió el cuerpo de Yeri.

- Confío en ti. - contesto sonriendo.

Caminaron por un irregular camino, Yeri iba nerviosa, creía que en cualquier momento podría caerse pero confiaba en Joy, hacía ya una semana que lo hacía perfectamente y sabía que ella no le fallaría, sólo debía dejarse llevar.

Podía sentir el sonido de una cascada, el sonido de los árboles chocar unos con otros danzando al son del viento, también como este jugaba con su cabello y la respiración de Joy en su cuello, mientras la tomaba de su cintura fuertemente, Dando un hermoso sentimiento de protección.

- Llegamos. - susurro nuevamente. - ¿Lista para ver? - Yeri asintió, girando la cabeza hacía ella, Joy desato aquel pañuelo. - puedes ver tu sorpresa.

Yeri giro nuevamente la cabeza para mirar el hermoso paisaje que se encontraba ante sus ojos, era un magnifico bosque, aun lado de este había una mesa con una cena y dos platos, velas alrededor y una guitarra aun lado, era verdaderamente hermoso.

- Me has... - suspiro encantada. - me has dejado sin palabras Joy, esto es verdaderamente hermoso. - la miro con un brillo en los ojos, nadie jamás se habría dado la molestia de hacer aquello por ella y la persona que lo había hecho no había sido ni más ni menos que Park Soo Young.

Sin vergüenza alguna avanzo hasta él, abrazándolo fuertemente con lágrimas en sus ojos. - muchas gracias Joy, de verdad, muchas gracias. - la miro a los ojos.

- Hey. - musito ella. - no es para que llores. - sonrió secándole las lágrimas que mojaban sus blancas y suaves mejillas.

- Lo lamento es que, de verdad es hermoso y nadie habría hecho esto por mí, nadie se habría dado el tiempo de hacerlo, estoy bastante impresionada. - Joy sólo sonrió, Yeri era maravillosa - Me ha encantado.

- Te lo merecías. - respondió. - te merecías todo esto, además, esto es sólo el comienzo. - sus ojos nuevamente se llenaban de lágrimas.

- ¿Aun ahí más? - Joy asintió. -

- Si, pero luego de cenar. - señalo con su mano la mesa que se encontraba ahí, pequeña y redonda.

La cena transcurrió entre conversaciones y malos chistes de Joy, pero aun así Yeri reía.
También Joy le había comentado que amaba la música, ese también era el porque de aquella guitarra.
Se moría por saber cuales serian las nuevas sorpresas que Joy tenía para esa noche, pero se imaginaba que no sólo serian para hoy, si no para muchos días más, porque como ella lo había dicho, Joy era una gran caja de sorpresas.

Joy miraba a Yeri fijamente, algo que la hacía ponerse nerviosa.

- ¿Tengo algo en la cara? - Joy rió. -

- No. - contesto ella. -

- ¿Entonces por que me miras así? - pregunto extrañada.

- Porque eres verdaderamente hermosa. - confesó, Yeri quedo impresionada con aquello.

Comenzó a reír sin parar, había sido extraño pero realmente gracioso.

- ¿De qué te ríes? - pregunto Joy. -

- Acabas de decirme que soy hermosa ¿estás bien? ¿te afecto el algo la comida? - pregunto preocupada. -

- Perfectamente, y no creo, es la verdad Yeri, eres hermosa. - se levanto y camino hacía ella, tomo su mano e hizo que se levantará, quedando ambas frente a frente.

Joy dirigió sus manos hacía sus anteojos y los saco delicadamente, Yeri la miraba a los ojos atentamente, mientras ella tampoco despegaba la vista de los ojos de ella.
Comenzó a delinear cada parte de la suave cara de Yeri. Ambas tenían un especial brillo en sus ojos, aunque no supieran de que se trataba, en ese ambiente había amor, aunque fuera poco, había amor.
Tomo el mentón de Yeri y se comenzó a acercar a sus labios, pero antes de juntarlos susurro algo.

- Eres verdaderamente hermosa Kim Ye Rim, muy hermosa, bonita y delicada.

Termino de decir esto y juntó sus labios por segunda vez en un perfecto y embriagador beso, que ambas necesitaban más que nada en estás dos semanas. Ambos labios encajaban a la perfección, como dos piezas de puzzles, dos piezas que estaban diseñadas la una para la otra Desatando miles de nuevas sensaciones en ambas, quedando atrapadas en el momento, no queriendo que jamás acabe.

I Need u ; Joyri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora