CAPITULO 2 Convivencia con un pirata.

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---Hiroki---

No puedo creerlo, en verdad no puedo hacerlo...

Mi primer beso, con él que tanto soñaba dárselo a la persona que amará se lo llevo un pirata, un tonto pirata, no entiendo porque lo hizo, es de lo peor, besarme a primeras sin conocerme.

¿Qué esperaba?

Es un vil pirata que me ha secuestrado y yo me he traído egoístamente a mi amigo conmigo, solo rezo que no nos quiera hacer daño.

-¿Dónde se quedarán estos mocosos por el momento? –pregunto un pelinegro.
-Usted no debe hablarle así a Hiroki-sama, él es... -empezó a decir pero tape su boca.
-Shhh, Shinobu no digas nada, -murmure- es mejor que no se enteren de lo que soy.
-¿Qué ibas a decir mocoso? –pregunto el pelinegro tomando a mi amigo del brazo.
-N-Nada.
-RESPONDE. –gruñó.
-Déjalos en paz, -comento el pirata que me secuestro- no los molestes.
-Tsss, -chasqueo la lengua- ya me vengaré después.
-Bueno Hiroki. –sonrió el peliazul- Los llevaré a ambos a mi habitación para que puedan descansar en lo que llegamos a las islas del sur.

Intenté no mirarlo y tome la mano de mi amigo en lo que bajábamos hasta su camarote, era bastante amplia y con una gran cama y un escritorio.

-Ambos pueden dormir en mi cama, yo dormiré en la hamaca. –ofreció.
-G-Gracias. –susurre.
-Bueno los dejaré unos momentos, debo de ver a mi tripulación. –hizo una especie de reverencia y subió de nuevo a cubierta.

Me quede recargado en la silla del escritorio y respire profundamente ya que mi corazón aún no se podía calmar de lo que ocurría.

Nunca imagine que me encontraría con piratas, y mucho menos que me secuestrarían.

-Lo siento mucho Hiroki-sama, no lo protegí como debía.
-No digas eso Shinobu, -camine a su lado- soy yo el que debe pedirte disculpas.
-No es...
-Claro que lo es, si yo me hubiera quedado callado esto no hubiera pasado. –lo mire.
-Príncipe, -sollozo- lo siento.
-Calma, pronto estaremos con mi tío y esto será un horrible recuerdo, te lo prometo.
-Hai. –me abrazo.

Ambos nos recostamos en la cama y dormimos un rato puesto que todo este ajetreo realmente me canso, y lo que más necesitaba era estar alerta para cualquier situación que pudiéramos enfrentar.

Me desperté y me di cuenta que se veía más oscuro, así que dejé a Shinobu recostado en la cama y salí del camarote, camine un poco hasta llegar a la cubierta y me di cuenta que ya era de noche, había una luna menguante que iluminaba el cielo oscuro, el mar se ve tan hermoso.

Camine hasta el mástil de la vela y me recargue.

-¿Qué tal descansaste? –escuche una voz.
-Muy bien gracias, -suspire- que hermoso.
-Me alegra que te guste, -se colocó a mí lado y lo mire- parece que ya nos estamos llevando mejor.
-Es usted. –me aparte.
-Por favor Hiroki, -tomo mi mano y la besó- llámame "Antillano", para servirle.
-Usted es un pirata, -aparte mi mano- no debo portarme cortes.
-Mmm, es entendible, pero ¿acaso te he hecho daño? –me miro.
-N-No pero... -me sonroje.
-¿Sí?
-M-me besaste. –desvié mi mirada.
-¿Fue tu primer beso? –se sorprendió.
-C-Cállate, -camine de nuevo hacia la cubierta pero sentí como sus brazos se colocaban alrededor de mi cintura- ¿Q-Qué haces?
-Lo siento. –sentí su respiración en mi cuello haciendo que mi corazón latiera más deprisa.
-A-Antillano. –murmure.
-Sabes, -sentí como su abrazo se volvía más cálido- sé que dirás que es estúpido lo que diré, o me trates de mentiroso pero, me gustas.
-E-Eso es...
-Hiroki, -me volteó y me tomo del mentón- te quiero.

Me beso dulcemente y al principio trate de apartarlo pero no podía hacerlo, lentamente coloque mis brazos alrededor de su cuello y le di acceso a mi boca, donde mi lengua torpemente se entrelazaba con la de él.

-No soy un cruel pirata, puesto que tengo mi historia de vida, -comento- no soy malo, aunque lo aparente, yo solo quiero que haya justicia en el mundo.
-¿E-Enserio?
-Tal vez no me creas pero es la verdad, -sonrió a medias- y para probártelo te diré mi verdadero nombre.

No sé porque pero su mirada tiene un toque de tristeza y soledad, tal vez lo que dice tiene razón, él es un pirata por una razón muy poderosa, yo no debo juzgarlo de buenas a primeras, aunque tengo un poco de miedo le brindaré el beneficio de la duda.

-S-Se muy bien que las personas toman decisiones apresuradas por lo que pasan día con día, pero no soy quien para juzgar. –comente.
-¿Cuántos años tienes? –me miro a los ojos.
-15.
-A pesar de ser un adolescente eres tan madura, -beso mi frente- creo que me gustas más.
-N-No digas.
-¿Me acompañas a mi estudio?
-Pero...
-Tranquilo, seguramente tú amigo debe estar agotado.
-Tienes razón. –suspire- Entonces vamos.

Tomo mi mano y me llevo hasta la habitación de enfrente de su camarote, tenía tres estantes con muchísimos libros, en medio una mesa con un mapa extendido y algunos trazos, me arrimo una silla y nos sentamos.

-Antillano, -comente -¿usted...?
-No más usted por favor, -sonrió y se quitó su sombrero- dime Nowaki...



---Shinobu---

Bostecé y me levante a duras penas encontrando vacía la cama, busque por todas partes de la habitación y mi amo no se encontraba.

-Hiroki-sama. –susurre.

Salí de la habitación y comencé a correr por toda la cubierta.

-¿A quién buscas con desesperación? –escuche decir al hombre que me detuvo cuando atracaron el barco.
-Eso no le interesa. –gruñí.
-Mocoso, no estás en posición de hablarme así, -me tomo de la muñeca- deberías respetar a personas más grandes que tú.
-No se merece nada de mi respeto.- lo empuje.
-Me molestas. –me miro.
-Pues opino lo mismo, eres un vil pirata. –me aparte de él.
-Te enseñaré a respetarme.

Sentí como su mano se colocaba en mi cintura y con brusquedad tomo mi mentón besándome.

-Abre la boca.
-Pero que...

Sonrió y metió su lengua a mi boca, quería apartarlo, pero me lo impidió, su lengua jugaba con la mía, sentí mis mejillas arder, nunca me había pasado esto, claro que no podría pasar, si aún tengo 13 años.

-Espero que aprendas tu lección. –se carcajeo soltándome.
-I-Idiota. –desvié mi mirada.
-Ahora sé un buen niño y dime ¿Qué son ustedes?
-No te diré nada. –lo mire desafiante- Y no molestes a Hiroki-sama.

Camine de nuevo hasta la habitación que nos había dado el capitán y me recosté en la cama con mi corazón latiendo al cien por ciento.

-M-Maldito pirata. –masculle tocando mis labios.


---Nowaki---

Le conté a Hiroki una parte de mi pasado, no entiendo porque lo hice, algo fuerte dentro de mí me impulso a hacerlo, es como si él fuera mi vida, es raro y suena tonto.

Pero de verdad me gusta, lo quiero, y debo protegerlo y cuidarlo.

Le dije que mi padrastro me había puesto una trampa, querían culparme de algo que no cometí, y para encontrar las pruebas necesario y obtener el perdón de los inquisidores tuve que convertirme en pirata para juntar lo que debía, evidencias que me ayudara a aclarar mi inocencia.

-Vaya, nunca creí que... -murmuro mi castaño.
-Son cosas de la vida, a veces se gana y otras...
-Siento si te juzgue mal.
-No te preocupes, es más que claro porque no actúe caballerosamente que digamos. –lo abrace.
-N-Nowaki. –susurro y sentí mi corazón latir de escuchar mi nombre salir de sus labios.
-¿Sí?
-G-Gracias por salvarnos.
-Lo haré siempre, te protegeré con mi vida si es necesario, -lo bese- por eso te pido que no te apartes de mi lado.
-Lo siento, -suspiro- y-yo no pertenezco a tu mundo, y supongo que por la mañana cada uno tomará su camino distinto, así que es mejor dejar esto aquí.
-¿Te gusto? –lo tome del mentón.
-N-No, -desvió su mirada- buenas noches Antillano.

Se apartó de mí y salió de la habitación dejándome solo.

¿Diferentes mundos?

Tal vez él es hijo de un Duque o burgués, tiene otras creencias y valores, pero...

Sí yo fuera príncipe, ¿me hubieras aceptado?

No quiero dejarlo ir, aunque si sus palabras son verdaderas...

¿Debo dejar ir este sentimiento que tengo por él?



---En otro barco pirata---

-Según nuestros informes el Antillano se llevó a dos chicos con ellos.
-¿Enserio? ¿De quién se trata? –pregunto un ojilila mirando a su subordinado.
-Tal parece que él príncipe más pequeño del reino de Castilla, el príncipe Kamijou Hiroki. –comento- junto con su sirviente.
-Oh~ eso es interesante, ya lo he visto y es un gran niño, muy hermoso. –sonrió perversamente.
-¿Cuándo iremos tras el Antillano?
-Pronto, no tengo prisa para derrotar a mi enemigo.
-Lo que diga capitán. –hizo una reverencia y salió del lugar.
-Tengo cuentas pendientes contigo Antillano, tu gente se ha estado metiendo en mis territorios y no se los voy a permitir...  

Alma de Piratas (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora