CAPITULO 30 Libertad.

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---Shinobu---

Ya han pasado un poco más de un mes desde que me aleje del reino de Castilla, desde que acepte la propuesta de Seki, ahora soy un miembro más en está tripulación.

Ya he conocido a todos, mejor dicho no a todos, al único que me hace falta por conocer es al capital de este barco, "Akuma".

Todos se han portado bien conmigo, incluso el que estaba de cocinero me ha enseñado mucho y la carga de trabajo es menos para él, es tan bueno conmigo y me ayuda tanto, incluso a escondidas de Seki me ha enseñado a utilizar la espada.

Su nombre es Akio, es un hombre pelinegro de ojos miel, es una gran persona, no solo se encarga de la cocina sino que también hace mapas y es un gran navegante.  

  A Seki no le gusta que este tanto tiempo a solas con Akio, dice que es un hombre mañoso y que siempre quiere a cada chico lindo que ve.

Me es difícil creerlo ya que Akio me ha tratado muy bien en todo este tiempo, me ha enseñado tanto que no sé cómo agradecerle.

-Pásame la sal Shinobu.
-¿Eh? –lo mire.
-Estás un poco distraído, -sonrió- ¿todo bien?
-Sí, lo siento. –suspire.
-Sabes que puedes confiar en mí.
-Y te lo agradezco tanto, solo que son cosas insignificantes.
-Sí fuera así pues no estarías triste.
-¿Ah?

Me tomo del mentón y me miro a los ojos.

-Hay tristeza en tu mirada, -susurro- sé que muy dentro de ti hay un brillo inigualable, una sonrisa encantadora, tal vez alguien te hizo sufrir demasiado.
-A-Akio, -suspire- prometo cambiar y...
-No es que cambies, sino que te sientas bien y a gusto.
-Es muy difícil.
-Pero no imposible.
-Akio, -lo mire- ¿es difícil olvidar un amor?
-Pues no, -comento- no es difícil si te lo propones.

Me quede pensando en su respuesta, a pesar de todo yo sigo amando a Miyagi, solo siento un cariño especial por Seki, creo que me costará trabajo olvidarlo.

-Shinobu, -tomo mi mano- a mí tú me...
-SHINOBU, -grito Seki y corrió a mi lado- Te estaba buscando.
-Seki, lo siento estaba ayudándole a Akio.
-Bueno, pues me gustaría que me ayudarás a mí. –me tomo de la cintura.
-C-Claro.
-En la noche te enseñare a preparar algunos postres.
-Gracias. –sonreí.

Escuche gruñir a Seki y me llevo con él a la cubierta donde muchos hombres comenzaban a realizar su tarea.

-¿En qué te ayudo? –lo mire.
-Shinobu por favor no te acerques tanto a ese hombre.
-No entiendo porque no te llevas bien con Akio-san, es muy buena persona.
-Eso es lo que aparenta, -gruñó- así se gana a sus parejas momentáneas.
-No creo que yo le guste, no soy su tipo.
-ESO ES LO QUE TE QUIERE HACER CREER, -gruñó- SOLO ESTÁ ESPERANDO EL MOMENTO EXACTO PARA ATACAR.
-Lo haces ver como si fuera un...
-Lo es, -cruzo los brazos- no puedo permitir que me quiten a lo que amo.

Me sonroje y desvié mi mirada.

-¿En qué te ayudo?
-Pues, -me abrazo de la cintura- iremos al puerto, compraremos algunos suministros.
-Genial, -sonreí- muero de ganas de visitar esa isla.
-Me alegro, -comento- quiero que conozcas todos los lados, que visitemos todos los lugares posibles.
-Gracias Seki, eres tan bueno.
-Lo hago porque te lo mereces, Shinobu el pirata, -me miro- no, creo que debemos encontrar otro nombre.
-¿Cómo cuál?
-Light, el pirata Light.
-Mmm, no suena tan mal, -sonreí- me gusta.
-En ese caso, bienvenido de nuevo a la tripulación. –sonrió.
-¿Bienvenido de nuevo?

Al escuchar la voz que sonó detrás de mí, me quede sorprendido, así que lentamente voltee hasta que nuestras miradas se encontraron.

-¿Usami-san?



---James---

Extraño tanto a mi mami y a mi papi.

Ya no quiero estar aquí, quiero que vengan por mí, tengo miedo que a mi papi le hayan hecho algo por mi culpa, lo necesito.

-James ven a comer.
-N-No quiero. –la mire.
-Mi niño, debes comer, sabes que si tú papá viene y te ve así se va a enojar mucho.
-ÉL NO ES MI PAPÁ. –grite.

Ella se acercó a mí y me abrazo.

-Sobrino por favor, no seas tan cruel, me preocupo mucho por ti.
-QUIERO A MI MAMI Y A MI PAPI TOUYA.
-Aikawa, ¿Cómo sigue James? –pregunto un hombre pelinegro.
-No quiere comer, -suspiro- no quiero que se vaya a enfermar.
-Tranquila, -sonrió el hombre- dale su tiempo.

A pesar de que no se quienes sean esas personas, me siento seguro con ellos, aunque ese hombre que dijo que era mi padre me dio tanto miedo, no quiero verlo...

-Tía A-Aikawa. –murmure.
-¿Si mi niño?
-Quiero sopa.

Ella sonrió y me abrazo.

-Te haré una sopa muy rica y un guisado mejor.
-Gracias.
-Eres tan tierno, -me abrazo- seguramente tú mami te consiente mucho.
-Sí, mi mami es la mejor y quiero ir con ella.

Ella me miro un poco triste y se fue a la cocina, el hombre pelinegro me revolvió mi cabello mientras se acomodaba las gafas.

-Iré a trabajar, ¿quieres que te traiga unos dulces?
-Sí, -lo mire- quiero rojos.
-Es verdad, son tus favoritos.
-Haruhiko no llegues tan tarde como es tú costumbre. –comento Aikawa.
-Hai hai, ya te oí mamá. –rio.

Me quede sentado en el sofá mientras miraba la medalla que me dio mi mamá cuando nací, la apreté en mi pecho y comencé a llorar.

"Por favor papá ven por mí, mamá debe estar preocupada..."


Alma de Piratas (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora