Alma de Piratas (Nowaki x Hiroki)

CAPITULO 50 Sin descanso.

---Akihiko---

Maldito Antillano, malditos sean todos ellos...

No puedo creer que por la culpa de ese idiota lastime a Hiroki, es un...

Debo aniquilarlo, juro que no tendré piedad con ese idiota.

Ahora lo importante es que Hiroki sobreviva, ya que el veneno de mi espada no lo aguanta ni el más fuerte de los hombres.

Supongo que si llega a morir tendré que buscarme a otro doncel....

¿Debería de recuperar al rubio?

Cualquier doncel está bien para mí pero si debo escoger a uno...

Supongo que ese rubio sería un buen reemplazo de mi Hiroki.

En verdad deseo que sobreviva, porque tuve el mejor orgasmo con él y eso que en toda mi vida he tenido a varios donceles sobre mis piernas.

Kusama Nowaki, has firmado tu sentencia a muerte desde el día que decidiste enfrentarte a mí y no darme el motín.

Ojo por ojo...

Y diente por diente...

Voy a destruir a Nowaki y a todas las personas que le rodean.

Eso lo juro.

-CAPITÁN. –grito uno de mis tripulantes y me ayudo a levantar- ¿QUÉ HA OCURRIDO?
-Ese imbécil de Nowaki se llevó a la joya más preciada de mi colección y el traidor de Seki me ha herido.
-ESE IDIOTA, LO ENCONTRAREMOS.
-Llévame al barco. –ordene.
-Así será capitán.

Me ayudo a caminar hasta el barco, donde mis mejores doctores que tenía reclutados me atendieron, Seki era bueno pero ese hijo de puta prefirió un par de piernas.

Se arrepentirá de haberme traicionado.

Todas las personas que se atreven a traicionarme sufren la peor de las muertes y ese idiota tendrá una gran tortura.

Me quede observando los mapas.

-Capitán, ¿A dónde nos dirigimos?
-Estoy seguro que ellos irán al reino de Castilla, MALDITA SEA.
-¿Lo seguimos?
-NO SEAS IDIOTA TSUBAKI, -grite- ¿ACASO NO PIENSAS?
-¿Cómo?
-ESTARÁ LA MARINA EN ESE MALDITO REINO, RECUERDA QUE PIENSAN QUE HIROKI SIGUE DESAPARECIDO.
-Es verdad...
-TSSS, -chasque la lengua- QUE ESTUPIDEZ.
-Entonces...
-Vayamos con Ijuuin, espero nos pueda ayudar está vez.

Él hizo una reverencia y se fue a cubierta.

Me di un baño y solo me coloque un pantalón, tome un puro y lo encendí.

Me quede recostado en mi cama, tratando de idear algunas estrategias para acercarme a ese reino y verificar si Hiroki sigue vivo o no.

Y en el caso de que él haya muerto pues me llevaré al premio de consolación, espero que este esperando un hijo mío.

Les voy a hacer la vida imposible.

Me van a conocer... Van a conocer mi verdadero yo...

Tome una daga y la avente hacía la puerta clavándose por completo.

-Todos morirán...

Sonreí y tome una copa de coñac.

-El reino de Castilla ardera en llamas.

Mi puerta se abrió y vi a Tsubaki.

-¿Sí? –suspire.
-¿Qué haremos con la Isla Margarita?

Le di un trago a mi copa y sonreí.

-DESTRUYANLA...
-Así será...
-QUE NO QUEDE NADA DE ELLA.
-...
-QUIERO VERLA ARDER.

Él hizo una reverencia y escuche como mis hombres empezaban a moverse para que terminaran con esa estúpida isla.

No me arrepiento de nada.

Ni de matar a tantas personas...

Ni a mis padres.

Quiero que el mundo esté en el fuego eterno y que yo sea la única persona que lo gobierne por completo.

---Nowaki---

Hemos llegado hasta la tierra, entramos por una playa que es exclusivamente para la familia real y que solo podían entrar los príncipes con sus sirvientes.

Miyagi con mis demás tripulantes irán al puerto para ser el "anzuelo" ya que desde que nos empezamos a acercar, me di cuenta que muchos barcos de la marina estaban rodeando el puerto, así que rogué que mi tripulación no le pasara nada.

Nos colocamos unas capuchas para prevenirnos de algún encuentro.

Al poner el pie en la arena cargue a Hiroki y Miyagi seguía con mi niña en brazos.

-Síganme, -dijo Shinobu- les mostrare un atajo.
-Ok.

Comenzamos a caminar estando siempre al pendiente de que ningún guardia estuviera cerca, y para nuestra suerte no había ninguno.

Llegamos hasta detrás del palacio y Shinobu saco una llave.

-¿Cómo es qué...? –empezó a decir Seki.
-Me la lleve porque era como un gran recuerdo de mi amo Hiroki.

Abrió la puerta y nos dejó entrar.

Una mujer mayor en cuanto nos vio estaba a punto de gritar pero Shinobu se acercó a ella.

-Por favor nana, -comento Shinobu- busca al doctor con urgencia.
-Mi niño, que alegría verte, ¿Qué está pasando?
-No hay tiempo, ve por el doctor y la partera, es urgente.
-Lo haré. –comento.

Algunos guardias estaban en la puerta principal.

-No hay guardias adentro, -comento Shinobu- todos están afuera o en el techo, así que vamos.

Caminamos detrás de él y entramos a la habitación de mi amado. Había una cuna a lado de la cama, así que coloque a mi amado en la cama y Shinobu con mucho cuidado recostó a mi niña en la cuna, camino a lado de Seki y cargo a James.

-Iré a llevarlo a su habitación, al igual iré a ver a Kaoru.
-Gracias.

Me quede a lado de Hiroki tomando su mano.

-No me dejes Hiro-san, por favor lucha por nosotros, tenemos una familia la cual proteger, -susurre- no nos dejes solos.
-Iré por unos pañuelos para bajarle su temperatura. –comento Seki y salió de la habitación.
-Hiro-san, por favor, debemos ser felices, -bese su mano- perdóname mi amor, no te protegí como era debido.

Sentí como mis lágrimas caían.

-No debiste salvarme, no lo merezco, yo...
-¡¡¡HIROKI!!!!

Kaoru entro a la habitación con un semblante de preocupación y al ver a Hiroki no pudo detener más sus lágrimas.

-H-Hermanito. –sollozo.

Se acercó a mi amado y lo abrazo.

-Hiroki.
-Lo siento tanto Kaoru. –susurre.
-No tienes la culpa, -me miro- Seki y Shinobu me lo contaron todo.
-No lo protegí, no cumplí con mi palabra yo...

Él coloco su mano en mi hombro.

-Hiroki te ama, -me miro- él quería que tu estuvieras bien, que estuvieras a salvo.
-Pero él está muy delicado y nuestra hija...
-Debes de ser fuerte Nowaki, todos debemos de serlo, Hiroki lo necesita.

Kaoru se levantó y cargo a mi niña.

-E-Es tan pequeña. –murmuro.
-Soy tan culpable que...
-Nowaki, cálmate, no deberías pensar así.

Nos quedamos un rato esperando al doctor hasta que llegó acompañado de la partera.

-Lamento la tardanza, -comento el hombre- me encargaré de Hiroki.
-Y yo de la pequeña. –comento la mujer.
-Por favor, -comento Kaoru- les suplico que los salven, yo...

Empezó a arrodillarse.

-NO LO HAGA REY, NOSOTROS HAREMOS TODO LO POSIBLE. –comentaron los dos.
-¿Puedo quedarme? –pregunte.
-Claro, -dijo el doctor- pero trate de no intervenir.
-Se lo prometo.
-Yo también me quedare. –comento Kaoru.
-Sí.
-Yo le ayudaré. –comento Shinobu a la partera.
-Está bien chico, porque necesitare mucha ayuda.
-Aquí estoy también para apoyar. –comento Seki.
-Vamos.

Los tres se llevaron a mi hija a otra habitación mientras Kaoru y yo nos quedábamos con el doctor.

-¿Y mi hijo? –pregunte.
-Se quedó con la nana. –comento Kaoru.
-Entiendo.
-Esto será muy pesado, habrá un momento en que les pediré que salgan, -comento el doctor- su estado es delicado.
-Pero...
-Por favor.
-Así será.

El doctor comenzó a revisar a mi amado y hacerme preguntas de la intervención que hizo Seki cuando lo ayudo, sobre el parto.

Vi como sacaba varios frascos de su maleta y se los daba.

-Esto es para anestesiar al príncipe, y este otro es para prevenir que algo de veneno se haya escapado alojándose en un lugar no detectable.

"Vamos mi amor... lucha por nosotros..."

---Odín---

Fui de Havi...

Fui suyo...

Aun siento sus manos recorrer mi cuerpo.

Sus labios en los míos...

Esas palabras que había dicho, ese te amo aún sigue en mi mente, todo su ser esta incrustado en mi alma...

Es tan injusto...

En cuanto me vestí le dije que me casaría con su padre y me fui corriendo hasta mi caballo.

Cabalgue hasta el palacio y entre chocando con un mayordomo.

-Lo siento.
-Estás muy distraigo Odín.
-¡Qué!

Me aparte de él y lo vi.

-K-Kensuke... ¿Qué haces aquí?
-Soy el nuevo empleado, -sonrió- así que te casas mañana.
-E-Eso...
-Debemos hablar después.
-Yo...
-Mi amor.

Agni camino hasta mi lado y me sujeto de la cintura.

-¿Dónde estabas? –me beso.
-Fui a dar una vuelta.
-Ya veo, -sonrió- veo que conoces al nuevo sirviente, su nombre es Shul.
-Un placer conocer al nuevo rey. –comento Kensuke.
-Mucho gusto.
-Y bien amor, ¿listo para mañana?
-S-Sí.
-Estoy ansioso por hacerte mío. –susurro en mi oído.

Agni me tomo del brazo y me llevo a la cocina, pude ver como Kensuke me miraba fijamente.

"Seguramente él me ira a ver..."

No puedo dejar que nadie interrumpa mi boda.

Y más cuando tengo la llave maestra de este palacio.

-¿Odín?
-¿Sí?
-¿Has visto a Havi? –me miro.
-N-No.
-Humm, que raro.
-Bueno iré a recostarme un poco.
-Hagamos algo mejor.
-¿Eh?

Me beso apasionadamente.

-Quiero un adelanto de nuestra luna de miel.
-¿Qué?
-No crees que me lo merezco.
-Y-Yo...
-Odín, déjame hacerte mío.
-...
-Tomare tu silencio como un sí...

"¿Qué diablos voy a hacer?"