capitulo 1

55.5K 2.4K 184
                                    


- No me atraparas - dije gritando y riendo mientras corría colina abajo.

- Eso lo veremos - grito Marcos, mientras me intentaba atrapar.

Seguí corriendo como si mi vida dependiera de ello, no iba a dejar que me atrapara. Podía sentir que me iba alcanzando poco a poco, hasta que al final del camino pude visualizar el río del que todo el mundo hablaba. Todos en el pueblo sabíamos de la leyenda del lobo negro donde en ese río, cada x tiempo aparecía la bestia en busca de gente para formar un ejército que dominara todas las manadas y así poder hacerse el alpha más fuerte del mundo, donde junto a su ejército tomaran todo tipo de control contra cada criatura que existiera en este mundo fuera humana o no.

Por esa razón rápidamente me paré en seco y eso le dio ventaja a Marcos que aprovecho para saltar en lo alto mía provocando que chocara mi culo contra el suelo y que por consiguiente acabara siendo la almohada de Marcos.

- Más cuidado imbécil, me has hecho daño - le dije.

- Parece ser que la pequeña Rosa ha sido cazada por el lobo - dijo orgulloso mientras hacía gestos de victoria en mi espalda.

- Que no se te suba el ánimo me he parado por el río idiota - dije, haciendo que el levantara la mirada.

-No hemos alejado bastante de la manada, pero eso te pasa por tirarme nata mientras duermo- dijo mientras todavía seguía encima mía.

- Vamos Marcos son bromas de niños - dije riendo - ahora quítate de encima mía.

- Oh no señora, usted de esta no sale viva - dijo mientras me miraba con una sonrisa.

- Y que tendría que hacer para que según tú salga viva.

- Durante una semana quiero tu postre - dijo orgulloso.

- Ni lo sueñes, sabes perfectamente que soy la favorita de mamá y por eso pillo el trozo más grande - dije mirándolo.

- Pues de aquí no te mueves y que te coma la bestia - dijo mientras me sujetaba las manos.

-Entonces también te comerá a ti idiota-le dije sarcásticamente.

-A un futuro alpha, no me hagas reír renacuajo - dijo sonriendo.

Y eso bastó para que empezáramos a discutir durante un rato, hasta que al final cedí porque estaba oscureciendo.

- Vale tú ganas, pero esto no queda así – dije mientras veía como su sonrisa llegaba de oreja a oreja.

Se levantó con cara de ganador y se dio la vuelta para andar.

- Vayámonos antes de que nos pase algo aquí, ya sabes de las leyendas - dijo.

-Claroooo la leyenda- dije riendo al ver su cara de miedo.

De camino a la manada la pasé peleando con mi hermano, digamos que a sus 26 años no era muy maduro que digamos. Bueno yo no me quedó atrás, pronto iba a cumplir los 20 y con eso mi primera transformación.

Una vez que llegamos como siempre nos esperaba mama en la entrada.

- ¿Dónde estabais? - dijo con un tono molesto.

- Ha sido ella - me apunto Marcos.

- ¿Perdona? - dije mirando a mi hermano- mami no le creas ha sido él, me ha perseguido por todo el bosque- dije haciéndome la inocente mientras que apoyaba mi cabeza en su hombro y la miraba con una mirada dulce.

- No sé qué voy hacer con ustedes, anda vamos la cena está ya - dijo mientras se daba la vuelta riendo y me apartaba la mirada poco a poco.

Durante toda la cena la pasamos hablando hasta que llegó el postre y por consiguiente se lo tuve que dar a Marcos. Podía ver la mirada de confusión de mama, y susurrando y moviendo los labios le dije que eran cosas de hermanos. Ella solo movía la cabeza pensando seguramente en que estaría metida ahora.

En eso llegó papá dándonos una cálida sonrisa, él era el alpha de la manada y siempre estaba ocupado, pero siempre sacaba tiempo para estar con su familia, poco, pero hacia un esfuerzo.

Llegó la hora de dormir y como siempre mi hermano llegaba a mi habitación a hablar conmigo, supongo que esta costumbre la habíamos cogido desde que tenemos uso de razón.

- ¿Qué haces? - dijo sentándose en mi cama junto a mi lado.

- Prepararme para la hora de la charla - dije riendo mientras acomodaba la almohada.

- Pues venga a que esperamos - dijo riendo - ¿Estas nerviosa por tu transformación?

- No, porque debería, es lo más normal en los lobos.

- Es cierto, pero va a doler te lo digo - dijo riendo.

- Que tú seas un niñito que se queja por todo, igual no lo soy yo - en eso recibí un almohadazo en la cara - ¡Oye!

- Te la merecías, por la nata.

En eso nos miramos y nos reímos los dos.

- Crees que la leyenda del lobo negro exista - dijo mirando al techo mientras estaba tumbado en mi cama.

- Y yo que sé, no soy muy fan de creerlas -dije mientras me levantaba de la cama y me dirigía a la ventana y contemplaba el bosque.

- Pues yo creo que sí, pobre la muchacha que sea su mate - dijo riendo - Dicen que es tan cruel que mató a toda su manada para que vieran que él era el más poderoso, ¿te lo puedes creer?

- Enserio hizo eso - pregunté.

- Sí, bueno eso es lo que dicen. Nunca lo han visto en persona, pero se dice que tiene otra manada oculta donde una vez consiga a su alma gemela tomarán todas las manadas del mundo donde por supuesto gobernará él.

- Espero que nunca la encuentre.

- Oh vamos, son leyendas, es que acaso tienes miedo - dijo mientras me mostraba una sonrisa burlona.

- Yo no tengo miedo - dije firme mientras me giraba y lo miraba a los ojos.

- Pues te reto que cuando tengas tu primera transformación vayas al río y pases allí una noche, señorita cagona - dijo. Así si sale un conejito y te asustas tu loba puede ayudarte a correr más.

- Y que ganó yo con eso - dije mirándolo.

- Soy tu sirviente durante un mes.

Sonaba tan tentadora aquella oferta, que sin dudarlo ni siquiera me lo llegue a pensar ni un solo segundo, tenía que ver a Marcos vestido de sirvienta y haciendo todo lo que yo le mandara.

- ¡Trato hecho! - dije juntando su mano con la mía.

No sabía si en ese momento había firmado mi propia muerte, pero tener a mi hermano de criado me llamaba más la atención.

Espero que el lobo negro no exista, sino ya estaría muerta de miedo, pero vamos solo son leyendas, ¿no?

el lobo negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora