Chica Incorrecta ©

29. Descubiertos.

Heathens-Twenty One Pilots

Estaba intranquila. Había demasiadas cosas en juego.

Todos los días esperaba que papá llegue gritándome al descubrir quiénes eran la familia de Gonzalo en realidad o que un colega suyo nos informará que algo le sucedió por meterse en el caso... Dios, estaba paranoica y comenzaba a hacerlo evidente. Mamá ya me había preguntado, en varias ocasiones que me sucedía, después de evadirla con pretextos tontos, dio por hecho que eran problemas con Gonzalo, pues ambos hemos estado muy tensos y ellos lo notaron.

Pero no podían estar más equivocados. Nuestra relación está más fuerte que nunca, la situación nos ha unido y la confianza entre ambos, es inquebrantable. Él era mi apoyo y yo el suyo, solo podíamos salir de esto si estábamos juntos, sé que lo lograríamos, solo era una piedra más en el camino. La suerte había estado de nuestro lado mucho tiempo, era demasiado bueno para ser verdad, pero ciertamente nunca imagine que nos enfrentáramos a algo como esto. La familia de Gonzalo estaba en peligro, mi padre al involucrarse en la investigación y si todo se descubre, nuestra relación también.

Pero la primera persona en mi lista de preocupaciones, es Gonzalo. El operativo sería pronto y aunque ya tenían todo cuidadosamente preparado, tenía un extraño presentimiento que no podía sacarme de la cabeza. Sin mencionar, que mi novio tampoco me daba detalles, solo decía que no tenía nada de qué preocuparme, que saldría bien. Lo hacía por mi bien, entendía esa parte, no querer comprometerme... pero me estresaba no saber qué pasaría exactamente, no poder tener claro el resultado. Necesitaba seguridad y lo cierto, es que ni siquiera él podía dármela, pues cualquier cosa podría suceder.

—Leo ya organizó todo, pasaremos el día en su casa, Gonzalo te necesita segura y no hay otro lugar mejor que ese—me informó Elena. Había pasado por mí para ir por un café, sé que la situación en su casa le afecta en sobremanera pero intenta hacerse la fuerte, no demostrar debilidad. Además, su madre esta delicada de salud y lo que menos necesitaba era a mi amiga perdiendo los nervios.

—Gracias... es lo mejor, quiero estar lo más alejada de mi familia ese día. Sé que nadie sabe sobre mi relación con tu hermano, pero es mejor prevenir. Creo que la policía no sabe del cambio, pues papá ha estado trabajando para hundir al hombre que intentó abusar de la niña, no quiere que se le de consideraciones por la información que proporcionó.

—No debería, ese idiota es un pedófilo que debería pudrirse en la cárcel— espeta mi cuñada y asiento de acuerdo—. Y deja de estar intentando sacarle información a tu padre, te dijeron que no te metieras en esto Florencia, si mi hermano se entera, solo harás que se preocupe más—me reprende.

—Lo sé... pero no estoy poniéndome en peligro, además, usualmente papá siempre me cuenta las cosas por él mismo. ¿Por qué crees que elegí derecho? Me enamoré de la carrera por él, porque siempre me hablaba al respecto—no era del todo mentira, ciertamente papá me cuenta acerca de sus casos, me pedía mi opinión y ambos los analizábamos, decía que tenía que comenzar a practicar. Sin embargo, él no ha mencionado absolutamente nada al respecto y estaba segura que era porque involucraba el secuestro y lo que menos quería, era recordarlo. Así que por mi cuenta he estado escuchando conversaciones de él por teléfono, reviso su correo electrónico cuando tengo oportunidad, pues siempre está abierto en la computadora de su oficina y reviso sus mensajes de texto, en especial los que intercambia con el detective Carmona.

—Te conozco y sé que no solo sabes cosas porque él te las dice, seguramente has fisgoneado en su oficina—asegura con superioridad, pues sabe que es cierto.