Chica Incorrecta ©

34. ¿Realidad o sueño?

I don't wanna live forever-Zayn Ft Taylor Swift

El verano comenzaba, la emoción propia de las vacaciones se sentía en el aire. Y aunque me hubiera encantado poder ser parte de ellos, no podía. Estos meses eran los más difíciles pues me recordaba los mejores y peores momentos de mi vida.

Tres años habían pasado de lo sucedido. Tres largos y difíciles años.

Habían sucedido muchas cosas en este tiempo; había salido de la organización y aunque papá me ofreció quedarme en la transportadora, me negué, quería conseguir algo por mí mismo y lo hice, entré a una empresa trasnacional con base en Seattle, Washington. Mis padres no estuvieron muy felices con que me vaya tan lejos, pero me apoyaron, sabían que necesitaba poner tierra de por medio y comenzar de nuevo.

Fue difícil comenzar sin ella, su presencia nunca me abandonó en todo este tiempo. No me di por vencido con facilidad, hice hasta lo imposible para buscarla pero parecía que la tierra se la había tragado. Logré localizar a su familia, vivían en Houston, Texas. Un amigo de mi padre se dedicaba a localizar personas y fue quien me ayudó, estuvo por meses siguiéndolos, pero ella no estaba con ellos. Y no había pista alguna de donde pudiera estar.

Por un momento tuve mucho miedo de que me hayan mentido, que ella no lo hubiera logrado... pero tampoco había registro suyo en actas de defunciones, entonces, debía y necesitaba creer que solo la mandaron muy lejos. Tenía que ser así.

Después del primer año, desistí con mi búsqueda.

Estaba claro, ella no quería saber más nada de mí. Y lo comprendía, le hice demasiado daño, mi presencia en su vida la destruyó. Respetaría su decisión, la dejaría ser feliz, nadie lo merece más que ella aunque la extrañe cada día de mi vida.

El sonido de mi celular me saca de mis pensamientos, había estado divagando como siempre. Solía perderme en los recuerdos más a menudo de lo que me gustaría. Me había vuelto reservado, desconfiando y aunque en lo personal no ayudaba mucho, en lo laboral había sido de utilidad pues me servía para ver las cosas con frialdad. Más que amigos, en Seattle tenía colegas, pues mi carácter frío y distante no permitía que las personas se acercaran. De mujeres ni hablamos, no estaba para eso, ya no. No buscaba más allá de una noche, como antes de conocerla.

Negué, comenzaba a divagar de nuevo.

—¿Por qué tardas tanto en contestarme? —Reclamó Elena, haciendo que rodara los ojos.

—Un hola primero, ¿no? —murmuré con burla.

—No me digas que estas en la oficina porque te mato, Gonzalo, son casi las nueve de la noche allí. No debería trabajar tanto, no es sano...—y comienza con su cantaleta de siempre.

—¿Llamaste solo para regañarme? —Cuestiono interrumpiéndola—porque no estoy de humor.

Refunfuña y contesta:

—No, solo quería avisarte que llegamos el sábado.

Eso sí que me puso contento, llevaba casi seis meses sin verla y ya la extrañaba, aunque fuera la persona más molesta que conocía.

El, se casó con Leo el año pasado, después de dos años de altas y bajas en su relación, estuvieron a punto de terminar pero eran el uno para el otro, no había forma de que no estuvieran juntos. En los casi tres años que llevo viviendo aquí era el tiempo más largo que habíamos pasado sin vernos, pues antes de que se casara venía casi cada mes a verme. Pero después de la boda, Leo se involucró más de lleno con los negocios de su padre y ha tenido que viajar alrededor del mundo, por supuesto Elena lo acompañaba, como debía ser.