Capitulo 7 | alucinaciones

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Una vez más salí al café que está a varias cuadras del recinto, no sé porqué salí nuevamente al atardecer cuando recién tuve una mala experiencia al venir aquí pero simplemente quería salir a despejar la mente y aquí fue el primer lugar donde me trajeron mis pies.

Tomé una taza de avena caliente antes de volver a casa, caminé esperando en Dios que no vuelva a pasarme lo mismo por terca, caminaba a paso apresurado en la acera contraria a la que venía la otra noche, tan solo quedaban dos cuadras y una de ellas era la calle solitaria donde casi fui abusada, caminé despacio mientras miraba a mi alrededor, buscaba algo o alguien más bien, no quería más sorpresas.

De pronto escuché unos pasos que me seguían, miré por sobre mi hombro sin lograr ver nada, así que volví la mirada al camino escuchando una vez más aquellos pasos, como si alguien viniera caminando detrás de mí, creo que era imaginación mía pues no había nadie hasta que decidí girar y comprobarlo por mí misma, llevándome la sorpresa de que venía alguien caminando más atrás pero en la acera contraria, traía pantalones blancos y una capucha gris que cubría su rostro, iba a paso normal mientras sus manos descansaban en los bolsillos de la misma capucha. Voltee nuevamente al frente lista para acelerar mi caminata cuando de repente choque contra alguien quien al parecer tampoco se percató de mi presencia, di un pequeño respingo y levanté la mirada lista para disculparme cuando me di cuenta de un detalle.

Era la misma persona que venía detrás de mí en la otra acera, voltee a ver la acera contraria dándome cuenta de que ya estaba vacía para confirmar, no se pudo haber teletransportado.

-¿como hiciste eso? -.

El miedo salía hasta por mis poros, se notaba hasta en la forma en que hablaba.  Él levanto ambas manos, di un paso atras cubriendo mis rostro lista para esperar el ataque sin embargo solo se quitó la capucha.

-¿como hice que? -.

Cuestionó dejándome sin habla al momento en que levanté la mirada encontrándome con sus ojos verdes sobre mi, era el chico de la cafetería que me observaba aquella noche justo antes de ser atacada, recordé cuando este me sonrió ese día, su sonrisa era perfecta y dibujaba una bonita línea en su rostro, aún así esperaba respuestas.

-estabas allá y ahora aquí, ¿como hiciste eso? -.

-he venido toda esta acera, a quién viste fue a él -.

Señaló a mi espalda invitándome a girar la cabeza y hecharle un vistazo a lo que señalaba, había un hombre trotando en la misma dirección a la que yo me diría, pantalones blancos y capucha gris, negué ante aquella suposición que me hice en la cabeza pues el chico que antes vi era más alto y más delgado que este, entonces voltee y mire los pantalones del que estaba frente a mí y me percaté de que eran negros. ¿Me estaré volviendo loca?

¿Será que el encuentro con Marcus me ha dejado Traumatizada?

-como lo siento, estoy algo aturdida -.

Me disculpe con él ante mis alucinaciones, al parecer he tenido muchas últimamente.

-tranquila, a todos nos pasa -.

Sonrió una vez más dejándome sin habla, es bastante guapo este chico, no estaba segura si era de por aquí ya que no lo había visto antes. Seguro se mudó y ni me fijé.

-debo irme tengo que buscar algunos libros en la biblioteca, fue un placer charlar contigo Katherine -.

Alzó ambas cejas mientras me brindaba una sonrisa y se dignaba a marcharse, no pude evitar devolverle la sonrisa ya que por alguna razón su cercanía no me asustada como sucede con Marcus, sin embargo, algo me dejó inquieta, no hay bibliotecas por aquí cerca y para esta hora todo negocio que no sea un bar de bebidas está cerrado y sobre todo, ¿como sabe mi nombre?

-¡oye! -.

Voltee para cuestionarle ambas cosas no obstante para cuando observe a mi espalda, las calles volvían a estar vacías. Era como si el chico se hubiera esfumado por completo.

Llegué a casa con la cabeza vuelta un lío, pensé en que quizás no había imaginado lo que había pasado pero a la vez puede ser que esté pasando por algún tipo de trastorno.

-tengo que ir con un psicólogo -.

Dije para mí misma antes de entrar a la ducha y olvidarme de todo esto.


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