Pasaron los días y yo aún sin poder entender el asunto de Marcus, me sentía estresada y cansada por lo que decidí acompañar a Bea y Cher a una fiesta a la que supuestamente Alexander nos invitó.
ya casi llegando la hora de que Bea viniera por mí, James apareció de la nada en mi casa, tocó varias veces pero como estaba en la ducha no le escuché al principio, sin embargo pude darme cuenta de que alguien llamaba. Crucé el marco de la puerta cuando James apareció frente a mí asustándome por completo, logrando que un grito salga de mis labios al tener la presencia de alguien en casa.
-no quise asustarte -.
Puso ambas manos frente a él a modo disculpa.
-¿como entraste? -.
La puerta estaba cerrada o eso creo.
-la puerta estaba abierta -.
Señaló con su pulgar detrás de sí mismo en dirección a la puerta, fruncí el ceño recordando que la había cerrado con llave antes de entrar a la ducha, no podía haberla dejado abierta ¿o si? No podía ser que todo lo que me ande pasando últimamente resulte ser de una forma y yo piense que es de otra, joder.
-no miento -.
Exclamó como si hubiera estado leyendo mis pensamientos.
-bueno ya estás aquí -.
Me resigne y entré a mi habitación para vestirme, James se sentó sobre el sofá de la sala murmurando cosas que no podía entender pero se quedó ahí todo el rato en que estuve en la habitación, pudo haber entrado y aprovechado mi desnudez, pero no.
-¿a donde vas? -.
Preguntó al verme salir vestida, con el cabello planchado, tacones y maquillaje, observándome a mí misma frente al espejo mientras arreglaba uno que otro detalle.
-a una fiesta con mis amigas -.
Este quedó en silencio hasta que Bea llegó por mí. Iba a salir por la puerta cuando James tomo fuerte de mi brazo obligándome a quedar frente a él, abrió la boca pero luego la cerró por unos segundos provocando que le miré confundida y a la expectativa de lo que pudiera decir.
-cuídate -.
Luego me soltó.
Ante ese movimiento no pude evitar mirarle en silencio unos segundos percatándome de cómo sus labios se curveaban en una sonrisa para luego retirarse mucho antes de que yo lo hiciera, sin dudas James anda más raro que de costumbre. Pero fijarme en eso ahora era algo que no deseaba hacer si que solo cerré con llave y me apresuré a bajar para subir al auto donde mi hermosa amiga esperaba impaciente. pasamos por Cher pero ella ya se había ido con su novio un par de minutos antes así que solo continuamos el camino hasta llegar a donde se supone que iríamos.
Era una especie de hotel, debíamos dejar el auto en el estacionamiento y caminar una cuadra hasta el lugar, un hombre alto con traje gris nos detuvo el paso.
-nombres -.
Exigió, Bea y yo nos observamos por un momento quizás pensando lo mismo, ¿para que piden nombre?
-Beatriz -.
Dijo ella.
-Katherine -.
Dije yo.
Él hombre ojeo una larga lista mientras con su dedo índice rebuscaba en esta, luego con un bolígrafo dorado marco algo.
-pueden pasar -.
Nos adentramos, caminamos a un ascensor del lado derecho del lugar y subimos al cuarto nivel donde aguardaba un lugar amplio, mucho más decorativo que la recepción sus tonos blanco y dorado le dan ese toque que le hace falta.
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Arcángel
FantasíaEn un mundo donde lo místico es irreal y lo paranormal se convierte en locura, Katherine Felming una joven mujer quien recién empieza su nueva vida en Cambridge descubre que nada es lo que parece y las personas no son quienes pensó que eran. Tras co...