Joseph se había mostrado distante durante todo el día se quedo en el sofá de la sala y ni siquiera se digno a dirigirme la palabra. No me interesó saber el motivo por lo cual solo le ignore.
Camine por todo el departamento sin encontrar alguna cosa que pudiera ayudarme a olvidar otras desde que Joseph apareció en mi vida, pensé en mis amigas y como estarían, pensé en mi familia la cual no me había llamado durante meses, Joseph no me hablaba así que estaba sola y de alguna forma me sentía justo así, quizás estos cuatro días encerrada aquí me hizo depender de su compañía.
Salí al balcón a tomar aire fresco, aproveche un sillón que estaba a la derecha y me senté en el admirando el cielo al cual lo adornaban las nubes grises mientras soplaba el viento. Saqué mi teléfono pensando en llamar a casa y escuchar la voz de mis abuelos.
El teléfono sonó varias veces pero nadie contestó, en lugar de eso me envío al cubo de voz.
-Hola abuela! soy yo Katherine, hace mucho que no sé de ti o de mi abuelo -. Sonreí pensando en cuando lo escuchen y la nostalgia comenzó a subir poco a poco por mi cuerpo mientras recordaba cuando solía vivir con ellos y las veces que hablamos de mi vida una vez que viviera sola y ahora que estoy a kilómetros, quisiera tenerlos cerca -solo llamaba para decirles que estoy bien y... Los extraño -. No pude contenerme quería platicarles más pero solo cerré la llamada y respire hondo secando la lagrima que ahora cruzaba libremente por mi mejilla. Le otorgue una vez más mi atención al cielo y escuche el sonido de la ventana corrediza que permite la entrada del balcón a la casa abrir unos centímetros más de lo que ya estaba.
Sin prestar atención gire la vista hacia mi derecha intentando ocultar mi rostro de él quien se sentó a mi lado observando el alrededor.
-sé cómo te sientes -. Exclamo, baje la mirada intentando prestarle atención pero sin que él lo notase -deberías estar allá afuera, sonriéndole o maldiciendo la vida, junto a tu familia y amigos pero en lugar de eso estás aquí -. sentí un ligero vuelco en el corazón, sus palabras eran débiles y su voz compartía culpa por alguna razón, levante la mirada volteando a verle, quería decirle que tenía razón en eso pero a la vez pensé que no era su culpa .
-quisiera poder decirte, vete se libre pero no puedo, no mientras estés en peligro -. Se encogió de hombros mientras daba por finalizada su conversación y entendí que no era su culpa, el solo quería protegerme y yo por mi parte me muestro egoísta y mal agradecida.
-no me molesta estar aquí -. Le hice saber. este volteo a verme casi frunciendo el ceño dándome a entender que estaba en desacuerdo con mi respuesta. -bueno quizás un poco... Es que hace unos días mi vida era tan distinta, no me importaba nada, no me preocupaba por nada pero luego apareces tú y todo se pone de cabeza, me encierras en cuatro paredes y quieres hacerme sentir bien aún después de culparte por esto -. Comencé a jugar con mis dedos mientras miraba a esa misma dirección sintiendo como mis mejillas ardían con cada palabra que salía de mi boca. Joseph se mantuvo en silencio mientras me observaba, su mirada era inquietante, de esas miradas que sientes que si sostienes por mucho tiempo podrían intimidarte tanto que perderías la razón.
Ya lo he dicho antes y lo diré otra vez, el es tan guapo que casi es imposible creer que sea real, sus ganas impulsivas por mantenerme cerca y su mirada hechizante me hace perder durante un momento.
-quisiera que las cosas fueran diferentes para ti Katherine -. Forzó una pequeña sonrisa sin mostrar los dientes mientras me obligaba a buscar su mirada, ambos quedamos en silencio observándonos el uno al otro, no sabía qué hacer o qué decir pues antes de que pudiera notarlo, Joseph me tenía atrapada en su mirada celestial.
-igual yo -. Me levante a toda prisa y me adentré al departamento dejándolo detrás. Fue infantil pero era lo mejor que podía hacer para no enredar las cosas. Aún así sentí sus pasos detrás de mí y cerré los ojos llenando mis pulmones de aire.
-deberías salir -. Me detuve escuchando su oración y voltee a verle para asegurarme de que hablaba en serio -estar mucho tiempo lejos de tu vida debe ser aburrido -. Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón mientras recargaba su cuerpo contra la pared más cercana. Le seguí con la vista pensando que quizás va a seguirme, como ha dicho que no puedo estar sola.
-anda!, no voy a seguirte, es una promesa -. Insistió-en serio? -. No puedo negar que me sentí un tanto emocionada cuando este asintió con rapidez mientras curveaba sus labios en una sonrisa -Ay por Dios!, llamaré a mis amigas, iremos de compras, comeremos hasta morir, bailaremos toda la noche mientras debatimos temas inusuales, será tan divertido -. Corrí para darme una ducha y ponerme lo primero que encuentre sintiendo la risa de Joseph resonando detrás de mí, el plan parecía perfecto, al fin después 4 días de encierro al fin tendré mi tiempo a solas.
Pero como dije antes "parecía perfecto", al final resultó que Bea estaba en casa de sus tíos por una reunión familiar mientras Cher celebraba un año más con Graham y yo terminé en la vieja cafetería tomando una taza de café mientras maldecía una y otra vez el pésimo día. Observaba la gente entrar y salir del lugar como de costumbre mientras saboreaba las últimas gotas de mi café. Me levante y pague antes de salir y caminar tranquilamente hasta encontrar mi auto.
Fui reduciendo la velocidad cuando alcance a ver un chico apoyando su cuerpo de mi auto, era James quien al parecer estuvo esperándome pues al verme dio marcha a toda prisa acercándose a mi.
-Katherine! -. Se acercó tan rápido que por impulso retrocedí recordando lo que había pasado la última vez que lo tuve en frente.
-qué haces aquí? -. Cuestione invitándolo a dejar de caminar.
-necesitaba verte y disculparme contigo -. Exclamo pero quede en silencio tratando de sostenerle la mirada aunque fallaba continuamente.
lo admitiera o no ahora podía sentir una extraña sensación al estar junto a él -no sé qué pasó yo... Lo siento -. Dio un paso adelante quedando a centímetros de mi, sus manos se posaron sobre mis brazos invitándome a sentirme incómoda, intentaba decir algo pero por un instante mis palabras no salían-bien, debo irme -. Actúe rápido y me aleje de el caminando en dirección a mi auto pero este corrió volviendo a ponerse frente a mí, me detuve en seco.
-espera!, Cat -. Poso ambas manos en medio de ambos luego suspiro y pasó una de sus manos sobre su cabello -al menos déjame explicarte -. Dude mucho de eso pero al final terminamos sentados en la cafetería uno frente al otro.
-he estado atravesando un sin fin de problemas en casa, ya sabes cómo es mi papa -. Me recordó las veces en las que me contaba que su padre llegaba ebrio por las noches y golpeaba a su madre sin piedad, eso me hizo sentir un tanto mal pues yo sabía que James no era una mala persona y algo debía haber en medio, sin embargo decidí dejarlo terminar antes de hacer suposiciones
-quise golpearlo y sacarlo de casa pero... Solo corrí como un cobarde y ahogue en alcohol, tome hasta que no recordé ni siquiera mi nombre, después de la última vez que te vi fue que pasó todo... -. Respiró hondo y bajo la mirada negándo con la cabeza, note como sus mejillas enrojecían y sus ojos cristalizaban, acaso quería llorar? -creí que me controlaría y podría tan solo irme sin cometer alguna locura pero no, te hice daño y ahora estas distante, en verdad lo siento -. Levanto la mirada dejando ver sus lágrimas, sentí pena por el pues no era su culpa, así que estire mis manos entrelazándolas con las suyas
-todo está bien James, no estoy molesta -. Le mostré una sonrisa honesta, yo siempre digo que el rencor es una enfermedad del corazón, así que si no quieres morir enfermo entonces curalo.
Me sentía en paz una vez más pero recordé a Joseph y todo lo que estaba pasando que aún no sabía así que me sentí mal una vez más pues tenía que mantenerme lejos de James hasta que sepa toda la verdad y busque una solución. -hay algo más -. Añadí y este frunció el ceño, para entonces ya había secado sus lágrimas -estaré lejos de casa por un tiempo -.
-a donde iras? -. Cuestionó, ni siquiera pensé en el departamento de Jospeh cuando me llegó a la mente las supuestas vacaciones que dan en mi trabajo al cual no he vuelto por culpa de Joseph
-pienso viajar, por vacaciones pero no te preocupes te llamaré de vez en cuando -. Di mi mejor sonrisa para ocultar el hecho de que estoy mintiendo otra vez, aunque de mentiras se base la vida no significa que debamos vivir de ellas, no me gusta vivir de esa forma.
-espero que la pases bien -. Sonrío antes de despedirnos y volver cada uno a su camino.
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Arcángel
FantasyEn un mundo donde lo místico es irreal y lo paranormal se convierte en locura, Katherine Felming una joven mujer quien recién empieza su nueva vida en Cambridge descubre que nada es lo que parece y las personas no son quienes pensó que eran. Tras co...