Capitulo 6 |no puedo hacerlo

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La semana pasó volando, James no ha ido a visitarme con la frecuencia en la cual solía hacerlo pero las veces que ha ido, lo he notado diferente; quizás sean ideas mías.

Mi trabajo iba cada vez peor, odiaba tener la responsabilidad de defender algún delincuente y esta semana no mejoró. Recibí una llamada del departamento legal, alguien había llamado para pedir un abogado y por supuesto me asignaron el caso a mi, debía trasladarme hasta el cuartel para conocer a mi testigo y hablar sobre un par de asuntos.

Llegué cinco minutos antes para que el oficial Mahjor pudiera darme alguna información o referencia anticipada sobre la persona que iba atender.

-Su nombre es Marcus Steef, ya lo hemos tenido aquí unas cuatro veces  por delitos menores -.

Me informó mientras caminábamos por el pasillo dirigiéndonos a la sala donde se supone que aguardaría este señor por mi (su abogado).

-¿porque lo demandan esta vez? -.

Me digne a cuestionar a lo que éste ojeaba algunas páginas en una carpeta negra que traía en manos, supongo que casos relacionados a éste señor.

-intento de violación -.

Asentí entendiendo que estudié la carrera equivocada, se supone que yo quería defender inocentes pero en cambio hice la maestría incorrecta por que soy estúpida y aquí estoy.

Al llegar los oficiales que resguardaban la entrada nos dieron paso, Mahjor abrió la puerta invitándome a pasar primero. Había un hombre vestido con el traje típico color naranja, observaba a su lado izquierdo por lo que no podía verle el rostro.

-Marcus, ella es Katherine Fleming
su abogada en el caso -.

Entonces aquel hombre voltea a verme, mi corazón se aceleró de pronto y mis ojos automáticamente se abrieron, era uno de los hombres que intentó abusar de mi aquel domingo, precisamente el que salió del callejón podía recordar a la perfección esa cara y esos ojos.

-El es Marcus, su cliente, trabajará con él y su caso, tienen 20 minutos -.

Salió por la puerta, estaba a punto de correr y salir del lugar pero recordé que este es mi trabajo y bajo ninguna circunstancia debo anteponerme a menos que sea necesario.

-Buenas tarde señor Steef -.

Mis palabras apenas salían de mi boca, no quería ni siquiera sentarme cerca, sabía que estaba a punto de defender a un delincuente que intentó abusar de mi y eso me daba rabia. Sin embargo este solo me observaba sin emitir alguna palabra, aclare la garganta y procedí a actuar con profesionalismo mientras tomaba asiento.

-Hábleme sobre usted -.

-yo te recuerdo -.

Sonrió y mi corazón se aceleró a mil, tragué saliva mientras sentía como mis rodillas se debilitaban poco a poco.

-debe estar confundido -.

Negué con la cabeza, coloqué mi libreta sobre la mesa frente a él e intenté no hacer contacto visual pero era imposible con la sonrisa que traía en el rostro.

-si, eres la misma de la otra noche -.

Repitió dándome a entender que realmente me recordaba.

-vas a vengarte ahora, ¿cierto? -.

Sonrió una vez más.

-¿o va a venir alguien más por mi? -.

Giró la cabeza a un lado mientras sus facciones se tensaban, no entendí a que quiso referirse con la ultima parte y no quise darle importancia. Si esa noche salí ilesa fue gracias a ese bondadoso hombre que hizo lo que pudo por mi.

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